En Estados Unidos, la creencia en la existencia de OVNIs es más común de lo que se podría imaginar. Según una encuesta de Ipsos, aproximadamente uno de cada diez estadounidenses afirma haber presenciado personalmente un objeto volador no identificado, y más del 40 % cree en los extraterrestres. El contexto de este estudio cobra relevancia debido a la reciente audiencia en el Congreso de EEUU sobre fenómenos anómalos no identificados (UAP).
Este interés renovado, que abarca desde el público hasta los legisladores, apunta a la búsqueda de respuestas sobre el origen de estos fenómenos, su posible naturaleza y la postura oficial del gobierno en torno a la transparencia en su manejo.
Los estadounidenses y su creencia en OVNIS y lo paranormal
Las experiencias con lo inexplicable van más allá de los extraterrestres. Eegún el estudio de Ipsos, el 28 % de los encuestados ha sentido la presencia de “algo extraño” al despertar, y un 25% asegura haber visto o creído estar en presencia de un fantasma. Estas cifras reflejan la persistencia de un interés popular en lo sobrenatural, incluso en una era de avances tecnológicos y científicos.
La combinación de las creencias populares y el escrutinio institucional resalta la conexión única entre la percepción pública y las políticas de seguridad nacional en torno a lo desconocido.
Legisladores y los fenómenos anómalos no identificados
En el Congreso de Estados Unidos, el interés por esclarecer los avistamientos de UAPs llegó a la máxima esfera del debate público y gubernamental. En una audiencia conjunta reciente, comités de la Cámara de Representantes discutieron la posibilidad de que el gobierno esté gestionando programas secretos relacionados con la recuperación y estudio de objetos no identificados, incluso de origen extraterrestre.
La audiencia, titulada Unidentified Anomalous Phenomena: Exposing the Truth (Fenómenos Anómalos No Identificados: Exponiendo la Verdad), buscaba respuestas en un contexto donde la transparencia y el posible encubrimiento gubernamental generan creciente preocupación.
Según NPR, la sesión contó con el testimonio de cuatro expertos, entre ellos exfuncionarios de defensa y de la Marina de los EEUU. Uno de ellos, Tim Gallaudet, almirante retirado, relató su participación en un ejercicio de pre-despliegue en la costa este del país en 2015, durante el cual se grabó un objeto volador no identificado en un video famoso conocido como “Go Fast”.
Según Gallaudet, el video y los correos electrónicos relacionados con el avistamiento desaparecieron misteriosamente de sus registros y de los de otros oficiales al día siguiente del incidente. El testimonio se suma a una serie de declaraciones que refuerzan la idea de una posible gestión confidencial de estos fenómenos por parte de altos mandos militares, resaltó NPR.
Otro testimonio significativo fue el de Luis Elizondo, exoficial de inteligencia y exdirector del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) del Pentágono. El exagente afirmó con certeza la existencia de los UAPs y señaló que estos fenómenos superan las capacidades tecnológicas conocidas.
Añadió que tanto Estados Unidos como otras naciones estarían en posesión de tecnologías avanzadas de ovnis, lo que alimenta la hipótesis de una posible carrera armamentista secreta. En su declaración, Elizondo subrayó que “los UAPs son reales”, y argumentó que estos objetos han sido detectados en instalaciones militares sensibles en todo el mundo. Sus declaraciones resaltaron la preocupación por el riesgo que estos fenómenos podrían representar si no son identificados y controlados.
Llamados a la transparencia sobre ovnis
Durante la audiencia, los expertos reiteraron la necesidad de una mayor transparencia por parte del gobierno estadounidense en relación con los informes sobre UAPs y subrayaron la importancia de superar el estigma que rodea a estos fenómenos. Michael Gold, exadministrador asociado de la NASA, destacó que el estigma social ha sido uno de los mayores obstáculos para un diálogo científico abierto.
Gold instó a que agencias gubernamentales y académicas trabajen en conjunto para eliminar la percepción negativa que desincentiva a investigadores y pilotos a reportar sus hallazgos. Según el experto, esta desestigmatización permitiría a la comunidad científica obtener datos relevantes y evaluar los UAPs con el rigor adecuado, utilizando tecnología avanzada y métodos confiables.
Además, Michael Shellenberger, periodista y fundador de la plataforma de noticias Public, presentó un informe detallado que abarca un histórico de reportes de UAPs desde 1947 hasta 2023. En su testimonio, el reportero exhortó al Congreso y a la Casa Blanca a adoptar legislación que garantice la transparencia de los programas relacionados con UAPs.
También sugirió que se recorten los fondos de aquellos programas secretos que el gobierno no revele públicamente. “La transparencia sobre los UAPs es bipartidista y fundamental para nuestra seguridad nacional”, afirmó Shellenberger.
Uno de los argumentos centrales es que una política de transparencia no solo reduciría la especulación pública y las teorías conspirativas, sino que también permitiría aprovechar el potencial científico de estos fenómenos, si existiera.