El viudo que donó el árbol del Rockefeller Center lucha por asistir a la ceremonia de iluminación tras sufrir un derrame cerebral

Con 80 años y en rehabilitación, Earl Albert intenta sobreponerse a un derrame cerebral para asistir al encendido del árbol navideño que honra a su esposa en Nueva York el próximo 4 de diciembre

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Para los Albert, la ceremonia en Nueva York representa no sólo un homenaje a Leslie, sino también un nuevo capítulo marcado por el cambio y la resiliencia (AP Foto/Yuki Iwamura)
Para los Albert, la ceremonia en Nueva York representa no sólo un homenaje a Leslie, sino también un nuevo capítulo marcado por el cambio y la resiliencia (AP Foto/Yuki Iwamura)

A sus 80 años, Earl Albert enfrenta una serie de desafíos personales que le añaden aún más emotividad a la donación del árbol. Recientemente, Albert sufrió un derrame cerebral que ha afectado su movilidad, requiriendo atención médica. Según informaron sus familiares a TODAY, este evento de salud ha cambiado significativamente su vida cotidiana y le ha obligado a depender del cuidado constante. Sin embargo, el deseo de honrar la memoria de su esposa Leslie le ha dado nuevas fuerzas, y su determinación de presenciar la ceremonia de iluminación del árbol en Rockefeller Center se ha convertido en una meta de superación personal.

Albert ha iniciado un proceso de rehabilitación enfocado en recuperar la movilidad suficiente para viajar a Nueva York el próximo 4 de diciembre. Aunque aún enfrenta dificultades físicas, su familia comenta que él está “ansioso por asistir” y hace todo lo posible por estar presente en el evento que inmortalizará el legado de Leslie en uno de los escenarios más emblemáticos de la Navidad. La comunidad y sus allegados lo acompañan en esta lucha, enviando mensajes de apoyo y aliento en espera de que pueda ser testigo de este tributo especial. Con esta ceremonia, Albert no solo rinde homenaje a su esposa, sino que demuestra su propia resiliencia en un momento difícil, recordando la importancia de la unión familiar y el poder de los recuerdos compartidos.

La llegada del tradicional árbol de Navidad al Rockefeller Center en Nueva York es siempre un símbolo de la temporada navideña, pero este año esconde una historia de amor y homenaje. Earl Albert, un residente de West Stockbridge, Massachusetts, ha decidido donar un abeto de Noruega de su jardín en honor a su difunta esposa. Este imponente árbol de 22,5 metros (74 pies), plantado en 1967 cuando la pareja era recién casada, representa ahora una oportunidad para rendirle tributo. Según informó TODAY, este gesto ha conmovido a la comunidad, especialmente porque Earl, quien se ha visto afectado en su estado de salud, está decidido a asistir a la ceremonia de iluminación para honrar a quien fue su compañera de vida y el legado que compartieron.

Donar el abeto de Noruega es para Earl Albert no sólo un homenaje a su esposa, sino un símbolo de su propia superación y la reafirmación del amor familiar. (Cortesía de Tishman Speyer vía AP)
Donar el abeto de Noruega es para Earl Albert no sólo un homenaje a su esposa, sino un símbolo de su propia superación y la reafirmación del amor familiar. (Cortesía de Tishman Speyer vía AP)

Un árbol que creció junto a la familia Albert

El abeto que ahora embellecerá Rockefeller Center fue plantado hace 57 años, al inicio del matrimonio de Earl y Leslie. Durante décadas, este árbol ha sido parte de la vida de la familia Albert, una constante en su jardín que ellos mismos decoraban en las primeras Navidades. Con el paso de los años, el árbol alcanzó un tamaño que lo hacía difícil de adornar, pero seguía siendo un símbolo de los recuerdos compartidos. Tras el fallecimiento de Leslie, la decisión de Earl de donar el árbol se convirtió en una forma de preservar su memoria, y él mismo considera este homenaje como uno de los mayores honores de su vida.

La ceremonia de iluminación y el esfuerzo de Earl por estar presente

La ceremonia de iluminación es uno de los eventos navideños más esperados en Nueva York, y este año tiene un significado especial para la familia Albert. A pesar de sus problemas de salud, Earl se esfuerza por estar presente en la ceremonia para ver el abeto brillar con las 50 mil luces LED multicolores y la estrella Swarovski tridimensional que lo coronará. Según los informes, este evento representa para él una oportunidad de conmemorar a Leslie y compartir su historia con los miles de visitantes que acuden al Rockefeller Center en esta época del año.

Un abeto de Noruega de 22.5 metros llegará al Rockefeller Center a encender la navidad. (Rockefeller Center)
Un abeto de Noruega de 22.5 metros llegará al Rockefeller Center a encender la navidad. (Rockefeller Center)

Un homenaje y un nuevo comienzo para la familia

Para los Albert, el árbol no solo simboliza un homenaje a Leslie, sino también un nuevo comienzo. Michael Albert, el hijo de la pareja, ha comentado que la llegada del árbol a Nueva York es algo simbólico, un cambio que coincide con la transformación que atraviesa su familia. La familia planea también construir un pequeño monumento en el lugar original donde el árbol fue plantado, en Massachusetts, como un recordatorio del amor y la vida compartidos por Earl y Leslie.

La historia del árbol de los Albert y su destino en Nueva York ha resonado en la comunidad. El gesto ha inspirado muestras de apoyo para la recuperación de Earl, y las personas han expresado cómo este homenaje conecta con el espíritu de la temporada navideña, generando una ola de solidaridad en torno a una historia de amor y esperanza. La familia describe este momento como un recordatorio espiritual de la presencia de Leslie, expresando que ella habría estado encantada de ver cómo el árbol es apreciado por visitantes de todo el mundo.

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