La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022 de anular Roe v. Wade marcó un punto de inflexión en el acceso al aborto en el país, otorgando a los estados el poder de legislar de forma individual sobre este derecho. Desde entonces, el escenario ha cambiado drásticamente, y en las elecciones de 2024, nuevas iniciativas de voto permitieron que ciudadanos en distintos estados reafirmaran, limitaran o eliminaran derechos relacionados con el aborto.
En esta serie de decisiones votadas el pasado 5 de noviembre, algunos estados optaron por proteger el acceso a este procedimiento, mientras que otros mantuvieron prohibiciones estrictas, perfilando un mapa de acceso dispar que depende del lugar de residencia.
De acuerdo con ABC News, en siete estados, los votantes aprobaron enmiendas para proteger el derecho al aborto en sus constituciones, lo cual establece una base legal firme contra futuras restricciones. Arizona fue uno de los estados donde se reconoció el derecho al aborto hasta la viabilidad o después, si la vida o la salud de la persona embarazada está en riesgo. Además, la enmienda impide penalizar a quienes ayuden a una persona embarazada a ejercer este derecho.
En Colorado, los ciudadanos también respaldaron una medida que reconoce el derecho al aborto y eliminó una disposición constitucional anterior que prohibía la cobertura de servicios de aborto para empleados públicos y beneficiarios de Medicaid.
Asimismo, en Missouri, se aprobó una medida histórica que establece la libertad reproductiva en la constitución estatal, en un contexto donde existía una prohibición casi total. En Montana y Nebraska, iniciativas similares introdujeron protecciones constitucionales para el derecho al aborto en determinados casos.
Estados que mantienen prohibiciones estrictas
Por otro lado, en algunos estados las iniciativas pro-aborto no alcanzaron el apoyo necesario, lo que mantiene en vigor restricciones significativas. En Florida, la propuesta para incluir protecciones al aborto en la constitución estatal no obtuvo el 60% de votos necesarios, lo que deja en pie la ley que prohíbe los abortos después de seis semanas, con algunas excepciones.
En Tennessee y Texas, se mantienen prohibiciones casi totales con excepciones limitadas para salvar la vida o la salud de la persona embarazada. En Dakota del Sur, una propuesta para establecer el derecho al aborto fue rechazada, manteniendo vigente la prohibición completa del procedimiento, salvo en casos de emergencia médica, confirmó NBC News.
El resultado de estas votaciones y de decisiones anteriores ha dejado un escenario fragmentado donde el acceso al aborto depende significativamente de la ubicación geográfica. En estados como California y Nueva York, el aborto es permitido hasta la viabilidad fetal, entre las 24 y 26 semanas de gestación, mientras que en estados como Georgia y Iowa se prohíbe el aborto después de seis semanas, antes de que muchas personas sepan que están embarazadas.
Algunos estados también exigen requisitos específicos, como la realización de una ecografía obligatoria y periodos de espera de hasta 72 horas, incluso si estos procedimientos no son médicamente necesarios. Además, en muchos lugares las restricciones al aborto con medicación a través de telemedicina se suman a los obstáculos, obligando a los pacientes a recibir tratamiento de forma presencial.
Efecto de la anulación de Roe v. Wade
La anulación de Roe v. Wade en 2022 otorgó a los estados una autonomía sin precedentes para legislar sobre el aborto, creando un nuevo escenario de restricciones o protecciones dependiendo de la orientación política y social de cada jurisdicción.
Hasta el momento, 13 estados han dejado de ofrecer servicios de aborto casi en su totalidad, mientras que otros han aprobado prohibiciones tempranas de seis semanas, limitando el acceso a una fracción del período de embarazo. Este cambio legal ha impulsado una serie de medidas para contrarrestar o reforzar estas decisiones, convirtiendo el derecho al aborto en un tema de constante debate en el ámbito estatal y nacional.
El mosaico de leyes y restricciones sobre el aborto en Estados Unidos ha generado una serie de consecuencias para el sistema de salud y para las personas que requieren estos servicios. En los estados donde el aborto está restringido o prohibido, los proveedores de salud y los pacientes enfrentan desafíos únicos.
Según The Associated Press, algunas clínicas han tenido que cerrar o reducir sus servicios en lugares donde las restricciones son más estrictas, y la necesidad de viajar largas distancias para acceder a un aborto se ha convertido en una realidad para muchas personas, especialmente para quienes viven en áreas rurales o en estados con prohibiciones amplias.
Organizaciones a favor de los derechos reproductivos y grupos de apoyo legal han asumido un papel crucial en el nuevo contexto post-Roe v. Wade, brindando asistencia a personas que buscan abortos en condiciones restringidas.
Instituciones como el Instituto Guttmacher y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) están trabajando para monitorear y desafiar las leyes estatales que consideran restrictivas o injustas. Al mismo tiempo, están proporcionando asesoría para aquellas personas que necesitan orientación legal y apoyo económico para obtener un aborto en otros estados.