Jon Miller, un hombre de 84 años residente de Owatonna, Minnesota, fue arrestado por la muerte de Mary K. Schlais, quien fue brutalmente asesinada en Spring Brook, Wisconsin, en febrero de 1974.
Schlais, quien al momento del crimen tenía 25 años, fue hallada muerta a un costado de la carretera mientras viajaba haciendo autostop hacia Chicago para asistir a una exposición de arte. Desde entonces, el caso quedó sin resolver. Sin embargo, un reciente avance en técnicas de genealogía genética forense permitió identificar, 50 años después, al principal sospechoso del crimen.
El sheriff del condado de Dunn, Kevin Bygd, detalló que el avance se logró mediante la colaboración entre el Departamento del Sheriff y un equipo de genealogistas del Ramapo College en Mahwah, Nueva Jersey.
La genealogía genética forense utiliza bases de datos de ADN para rastrear coincidencias familiares, lo cual permite identificar posibles familiares de un sospechoso y vincularlos con crímenes antiguos. Este mismo método fue recientemente empleado en Arizona para identificar a una persona conocida como “John Doe”, cuyos restos fueron hallados cerca de la presa Hoover hace más de una década.
Mediante esta tecnología, los investigadores lograron rastrear el ADN encontrado en la escena del crimen de Schlais. Tras localizar a Miller en su apartamento de Minnesota, el sospechoso confirmó su implicación en el homicidio de Mary.
El sheriff Bygd expresó el impacto emocional de este momento tras décadas de búsqueda sin resultados: “Tuve dificultades para controlar mi emoción”, reconoció el oficial, quien lleva más de 35 años trabajando en el departamento. “Es una gran victoria para nuestra agencia”, añadió, subrayando la perseverancia y dedicación de los equipos de investigación a lo largo de las décadas.
Bygd explicó que, en lugar de incurrir en costos elevados de laboratorio, contaron con el apoyo de una universidad dispuesta a colaborar en el análisis genético. “Las agencias pueden gastar miles y miles de dólares enviando muestras de ADN a laboratorios privados en todo el país para intentar obtener resultados, pero tuvimos una universidad muy dispuesta a ayudarnos con este proceso”, señaló.
Aunque la oficina del sheriff evitó precisar cuál fue la evidencia exacta de ADN utilizada ni el proceso específico de genealogía genética que permitió identificar al sospechoso, indicaron que esos detalles se abordarían en la conferencia de prensa programada por Ramapo College para el lunes.
Don Schlais, hermano de la víctima, expresó a NBC News su asombro y alivio por el arresto, reconociendo que nunca imaginó que se resolvería el caso tras casi medio siglo. “Es surrealista. No lo esperas después de tanto tiempo”, confesó Don, quien describió a su hermana como una mujer “apasionada por el arte y los caballos”. Asimismo, agradeció el esfuerzo de las autoridades y del equipo forense que lograron este avance. “Voy a dejar ir y dejar que Dios actúe”, señaló en referencia al futuro judicial de Miller.
El acusado se encuentra actualmente bajo custodia y en espera de extradición a Wisconsin para enfrentar cargos por asesinato.
Este caso se ha convertido en uno de los ejemplos más notorios de cómo la tecnología de ADN puede ser una herramienta poderosa en la resolución de casos antiguos, impulsando investigaciones y permitiendo que familiares de las víctimas encuentren finalmente un cierre en historias que parecían condenadas al olvido.