Los agentes a cargo de la seguridad en Mar-a-Lago, la residencia de Donald Trump en Palm Beach, Florida, han implementado nuevas medidas de alta tecnología para reforzar la protección del lugar tras su reciente victoria en las elecciones presidenciales.
Según informó The Hill, ahora se emplean robots caninos que patrullan los alrededores de la propiedad junto a agentes del Servicio Secreto, una medida que revela los avances en los protocolos de protección presidencial y marca una nueva era en la seguridad de los jefes de Estado en EEUU.
Anthony Guglielmi, director de comunicaciones del Servicio Secreto, afirmó a Nexstar que “salvaguardar al presidente electo es una máxima prioridad”, aunque evitó entrar en detalles sobre el funcionamiento de los nuevos dispositivos.
Estos “perros de alta tecnología”, como se les conoce, son parte del programa ASTRO (Sistemas Autónomos y Operación Robótica Técnica) y están equipados con sensores avanzados para detectar amenazas, como explosivos y sustancias químicas. Además, cuentan con cámaras térmicas y sistemas de zoom de alta resolución que les permiten monitorear grandes áreas con precisión.
Durante la Cumbre de la OTAN 2024 en Washington D.C., un funcionario del Servicio Secreto expresó su entusiasmo por el uso de tecnología robótica y destacó que los prototipos siguen mejorando su rendimiento gracias a las actualizaciones de software, lo que les permite ajustar y optimizar sus capacidades.
Además de los robots caninos, el esquema de seguridad en Mar-a-Lago incluye la presencia de la Guardia Costera en el Lago Worth Lagoon. Esta patrulla adicional se suma a un robusto sistema de protección que se ha reforzado tras intentos previos de atentar contra la vida de Trump.
En 2023, el FBI desmanteló un complot que implicaba a tres personas en un plan, presuntamente apoyado por Irán, para asesinar al mandatario electo.
Tecnología innovadora en la protección presidencial
El despliegue de esta tecnología representa un avance en los métodos de protección del Servicio Secreto, destacando el uso de sensores avanzados y software de última generación para anticipar y responder ante posibles amenazas.
En declaraciones a The Hill, Guglielmi resaltó la capacidad de los robots caninos, indicando que “están equipados con tecnología de vigilancia y una serie de sensores avanzados que respaldan nuestras operaciones de protección”. Este uso de tecnología avanzada, que se integra con métodos de vigilancia convencionales, se presenta como una solución innovadora que responde a la necesidad de protección ante los crecientes riesgos a los que se enfrenta Trump.
A medida que el Servicio Secreto incrementa las medidas para proteger al presidente electo, el uso de estos dispositivos tecnológicos permite una cobertura más amplia del perímetro, brindando una respuesta rápida a situaciones de riesgo y minimizando la exposición de agentes humanos a posibles peligros. La combinación de estos “caninos de alta tecnología” con las patrullas de la Guardia Costera y la vigilancia armada en tierra y mar refuerza el enfoque de seguridad en Mar-a-Lago, en una clara demostración de cómo las nuevas tecnologías se están integrando en los esfuerzos de protección estatal para líderes de alto perfil.