Un jurado de Alabama declaró no culpable a Marvin “Skip” McClendon Jr. del asesinato de Melissa Ann Tremblay, una niña de 11 años de New Hampshire, cuya muerte ocurrió hace más de 35 años en Lawrence, Massachusetts. El veredicto se alcanzó el martes tras seis días de deliberación en el Tribunal Superior de Essex, después de que los jurados informaran el lunes que estaban en un punto muerto.
El caso giró en torno a si el jurado creía que el ADN encontrado bajo las uñas de Tremblay pertenecía a McClendon, quien fue arrestado en 2022 en Alabama con base en esta evidencia. A pesar de que el fiscal adjunto del condado de Essex, Jessica Strasnick, argumentó que el ADN excluía al 99.8% de la población masculina y que el acusado tenía conocimientos detallados del crimen, la defensa sostuvo que la prueba de ADN no era concluyente y que un agresor diestro podría haber cometido el asesinato, mientras que McClendon es zurdo.
En el juicio contra Marvin “Skip” McClendon Jr., los argumentos de la fiscalía y la defensa se centraron en su conexión con el crimen y en la interpretación de las pruebas de ADN. Para la fiscalía, liderada por la asistente del fiscal del distrito, Jessica Strasnick, McClendon había demostrado un conocimiento detallado de los hechos del asesinato, lo que sugería su implicación directa.
Según Strasnick, el acusado parecía “fijado en el hecho de que ella había sido golpeada”, un detalle que, según la fiscalía, solo el asesino podría conocer. Además, resaltaron que el perfil genético de McClendon coincidía con restos de ADN hallados bajo las uñas de Melissa Tremblay, lo cual, afirmaron, ubicaba al acusado en la escena del crimen, publicó NBC News.
La defensa, a cargo del abogado Henry Fasoldt, cuestionó firmemente la interpretación de la fiscalía sobre la evidencia de ADN. Argumentaron que no existía garantía de que la muestra se hubiera obtenido de debajo de las uñas de Tremblay, y plantearon dudas sobre su precisión al señalar a McClendon como culpable. La defensa también subrayó que la muestra no era suficiente para establecer una conexión concluyente entre el acusado y el asesinato, especialmente porque el ADN hallado podría haber sido contaminado o transferido de otra manera.
Otro punto de desacuerdo fue la naturaleza de la herida que causó la muerte de Tremblay. Mientras la fiscalía sostenía que el asesino era zurdo, como McClendon, la defensa planteó que una persona diestra también podría haber perpetrado el ataque. Fasoldt afirmó que esta y otras inconsistencias debían generar dudas razonables sobre la culpabilidad de su cliente.
Henry Fasoldt, abogado defensor de McClendon, expresó que su cliente estaba “profundamente aliviado” con el veredicto y planeaba regresar a Alabama tras dos años y medio en prisión preventiva, reseñó NBC News. Fasoldt también cuestionó la supuesta conexión de McClendon con Lawrence, argumentando que su única relación con la zona era haber vivido a unos 25 kilómetros de distancia, en Chelmsford, lo que, según su defensa, era insuficiente para probar su relación con el crimen.
Por su parte, el fiscal del condado de Essex, Paul F. Tucker, manifestó su “decepción con el veredicto”, pero reconoció el trabajo del jurado y de los equipos de fiscales y policías que investigaron el caso. “Mis pensamientos están con la familia de Melissa Ann Tremblay, quienes han sufrido enormemente por el crimen que le quitó la vida”, citó CBS News
La familia de Tremblay, en una declaración pública, expresó respeto por el proceso judicial, pero insistió en que creen en la culpabilidad de McClendon debido a los resultados de ADN. “El ADN fue la forma en que Missy intentó decirnos quién la mató”, expresó la familia en su comunicado. Agregaron que, aunque McClendon fue absuelto en los tribunales, creen que “pagará por su crimen en el juicio final ante Dios”.
En septiembre de 1988, un caso estremeció a la comunidad de Lawrence, Massachusetts: el cuerpo de Melissa Ann Tremblay, una niña de once años, fue encontrado en un railyard de la ciudad. Melissa, oriunda de Salem, New Hampshire, había acompañado a su madre y al novio de esta a un club social cercano, donde fue vista con vida por última vez. La niña, que decidió salir a jugar mientras los adultos permanecían en el club, no regresó esa noche. La desaparición y posterior hallazgo de su cuerpo marcaron a la comunidad, que se vio sacudida por un crimen brutal que permaneció sin resolver durante décadas.