Las autoridades de Carolina del Norte han alertado a la población sobre un incremento en el número de mapaches infectados con moquillo canino en la localidad costera de Nags Head. Este virus altamente contagioso representa un riesgo significativo para perros, especialmente aquellos sin vacunación adecuada, según informó el Departamento de Policía de Nags Head en su página de Facebook. Los casos han sido confirmados en el condado de Dare, en la región de Outer Banks, donde se ha registrado un aumento en las llamadas de residentes reportando avistamientos de mapaches enfermos. La Comisión de Recursos de Vida Silvestre de Carolina del Norte corroboró estos datos y advirtió sobre el peligro que supone este brote para mascotas y fauna local.
El moquillo canino, que afecta tanto a perros como a mapaches y otros mamíferos, es un virus que ataca el sistema respiratorio, gastrointestinal y nervioso de los animales infectados. De acuerdo con la Asociación Americana de Medicina Veterinaria AVMA, los síntomas incluyen secreciones en nariz y ojos, pérdida de peso y cambios en el comportamiento que pueden parecerse a los de la rabia, lo cual puede generar confusión entre el público. En casos avanzados, el moquillo canino produce síntomas neurológicos como tambaleos, caminata en círculos y convulsiones, lo cual hace que los animales infectados parezcan desorientados o agresivos, según reportaron diversas fuentes.
Miranda Turner, bióloga de la Comisión de Recursos de Vida Silvestre de Carolina del Norte, explicó a USA Today que el moquillo canino tiende a manifestarse en ciclos, afectando a poblaciones de fauna cada cinco a siete años. Según Turner, estos brotes ocurren cuando hay suficientes animales jóvenes sin inmunidad en una región específica, lo cual permite la rápida propagación del virus. Esta situación ha afectado especialmente a los mapaches en la costa este del estado, donde el número de casos reportados en la región es significativamente mayor al de otros años, indicó.
El moquillo canino se transmite principalmente a través del contacto con fluidos corporales de un animal infectado, incluyendo saliva, orina y heces. Los perros que no han sido vacunados están en alto riesgo, y las autoridades han subrayado la importancia de mantener a las mascotas alejadas de la fauna silvestre para evitar posibles contagios. Según el Departamento de Policía de Nags Head, los residentes y visitantes deben prestar especial atención a sus mascotas y no permitirles acercarse a animales salvajes. La Comisión de Recursos de Vida Silvestre ha aconsejado a los dueños de mascotas asegurarse de que sus perros estén vacunados, dado que esta es la mejor medida de prevención.
A pesar de que el moquillo no representa una amenaza directa para los humanos, las autoridades advierten que el comportamiento de los animales infectados puede ser impredecible, lo que representa un riesgo indirecto para las personas, especialmente niños, que pudieran acercarse a un mapache u otro animal infectado. Turner indicó que la gente suele asociar los síntomas de tambaleo o desorientación en mapaches con la rabia, cuando en realidad, la mayoría de estos casos en la región se deben al moquillo canino. Las autoridades recomiendan a los residentes informar a los servicios de vida silvestre si detectan animales con estos síntomas para prevenir mayores contagios.
Las recomendaciones para la población de Nags Head incluyen medidas preventivas como asegurar los contenedores de basura, evitar dejar alimentos para mascotas al aire libre y abstenerse de alimentar a los mapaches u otra fauna local. La Comisión de Recursos de Vida Silvestre señaló que el acceso a fuentes de alimento artificiales puede contribuir a la sobrepoblación de animales como los mapaches, facilitando la propagación de enfermedades como el moquillo. Además, las autoridades sugieren a los residentes instalar cercas y estructuras protectoras en jardines y huertos para evitar el ingreso de estos animales a las propiedades.
Turner, quien ha seguido el desarrollo de este brote desde el verano, mencionó que rastrear la cantidad exacta de animales afectados es difícil debido a la naturaleza dispersa y a veces efímera de los casos en la fauna silvestre. No obstante, el brote ha mantenido ocupados a los servicios de vida silvestre locales, que han respondido a numerosos llamados de ciudadanos preocupados. Turner explicó que este tipo de brotes suelen disminuir cuando llega el invierno, ya que las bajas temperaturas llevan a muchos animales a refugiarse, lo cual podría contribuir a reducir la transmisión del virus en las próximas semanas.
Entre las recomendaciones adicionales para los dueños de mascotas, la Comisión sugirió que los perros estén siempre en áreas cercadas o bajo supervisión y que se utilicen métodos de disuasión, como ruido o agua, para ahuyentar a animales salvajes de las zonas residenciales. La Comisión también alentó a los residentes a informar a sus vecinos sobre la presencia de animales enfermos y a tomar precauciones para evitar el contacto entre mascotas y fauna infectada. La línea de ayuda de vida silvestre de Carolina del Norte se encuentra disponible para que los residentes puedan recibir orientación en caso de observar animales sospechosos de estar infectados, de acuerdo con la Comisión de Recursos de Vida Silvestre.