Hoy Estados Unidos enfrenta una elección decisiva en la que se definirá la composición del Congreso, un escenario que podría determinar el futuro legislativo del país. Cada uno de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado están en juego en esta contienda que, según NBC News, plantea altas apuestas en un panorama polarizado y competitivo. Este proceso decidirá el balance de poder en el Congreso y, con ello, la viabilidad de las principales políticas y reformas de la próxima administración, sea encabezada por Kamala Harris o por Donald Trump.
Control del Senado: ventaja republicana en un mapa desafiante para los demócratas
Los demócratas, actualmente en control del Senado con una mayoría de 51-49, enfrentan dificultades para mantener su ventaja en una elección que, según analistas de NBC News, favorece a los republicanos. La contienda se centra en varios estados clave y en un mapa electoral que, en términos de analistas de la política estadounidense, es uno de los más complicados para el Partido Demócrata en las últimas décadas. En Virginia Occidental, un estado tradicionalmente republicano, el retiro del senador Joe Manchin, que pasó de demócrata a independiente, deja un escaño vulnerable que los republicanos esperan asegurar.
Este escaño podría ser decisivo en caso de una victoria de Donald Trump, ya que en una cámara dividida 50-50 el vicepresidente republicano JD Vance sería quien emita el voto decisivo. Si Harris ganara la presidencia, los republicanos necesitarían al menos un escaño más para tomar el control efectivo del Senado. En este escenario, los republicanos han centrado sus recursos en estados como Montana y Ohio, donde los senadores demócratas Jon Tester y Sherrod Brown enfrentan reelecciones complicadas en territorios donde Trump tiene una ventaja significativa en las encuestas.
Escaños disputados en estados pendulares
Además de los estados republicanos, los demócratas deben defender varios escaños en estados considerados pendulares, los cuales son decisivos en las elecciones presidenciales. Según NBC News, entre los escaños vulnerables se encuentran los de los senadores Bob Casey en Pennsylvania, Debbie Stabenow en Michigan, quien se retira, Tammy Baldwin en Wisconsin, y Jacky Rosen en Nevada. También está en disputa el escaño de la senadora independiente Kyrsten Sinema en Arizona, quien también ha optado por no buscar la reelección.
Para los demócratas, Texas y Florida representan las mejores oportunidades para arrebatar escaños a los republicanos. En Texas, el senador Ted Cruz busca un tercer mandato, mientras que en Florida, Rick Scott intenta asegurar un segundo término. Sin embargo, estos dos estados tienen un historial de votación conservador, lo cual hace que las posibilidades de éxito demócrata sean bajas.
La Cámara de Representantes: un escenario de competencia cerrada
En la Cámara de Representantes, los republicanos actualmente mantienen una ligera mayoría de 220 a 212, con tres vacantes que representan escaños en distritos seguros, dos para los demócratas y uno para los republicanos. Esto significa que los demócratas necesitan una ganancia neta de cuatro escaños para recuperar la mayoría en la cámara baja, donde también se definen presidencias de comités y la elección del presidente de la Cámara, puesto que actualmente ocupa el republicano Mike Johnson, de acuerdo con NBC News.
Según el Cook Political Report, hay 22 escaños en disputa directa, de los cuales 12 pertenecen a republicanos y 10 a demócratas. Nueva York y California, dos estados tradicionalmente demócratas, se encuentran entre los territorios más disputados en esta elección, con un total de 10 distritos de alta competitividad. En Nueva York, los republicanos buscan retener los escaños de los representantes Marc Molinaro, Mike Lawler, Anthony D’Esposito y Brandon Williams, ganados en las elecciones de medio término de 2022. D’Esposito y Williams enfrentan candidatos demócratas como Laura Gillen y John Mannion, respectivamente, mientras que Lawler disputa su escaño en un distrito donde se prevé una competencia cerrada.
En California, los republicanos están en riesgo de perder escaños en al menos cinco distritos altamente competitivos, entre ellos los de los representantes John Duarte, David Valadao, Mike Garcia, Ken Calvert y Michelle Steel. Los demócratas han presentado candidatos fuertes en cada uno de estos distritos, buscando recuperar terreno en el estado más poblado del país, explica NBC News.
Preparativos de las campañas y estrategias de ambos partidos
De cara a los resultados, el presidente de la campaña demócrata para la Cámara, la representante Suzan DelBene, ha señalado una estrategia enfocada en la movilización del voto y la comunicación directa con los electores, principalmente en distritos de alta competitividad. En declaraciones a NBC News, DelBene afirmó que los demócratas se encuentran en una “posición sólida”, con recursos significativos y una campaña centrada en conectar con las preocupaciones del votante medio estadounidense.
En tanto, el portavoz de la Cámara, Mike Johnson, y el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, han recorrido distritos en los estados de Pennsylvania, Michigan, Arizona, Nevada y la región noroeste del Pacífico, donde se concentran varias contiendas clave. Johnson, ha expresado que, en caso de una mayoría republicana, su partido buscará impulsar una reforma significativa del sistema de salud, incluida una revisión de la Ley de Cuidado Asequible (ACA, por sus siglas en inglés).
Las primeras acciones de un Congreso con nuevos representantes
El nuevo Congreso tendrá como primeras responsabilidades aprobar las nominaciones del próximo presidente para los puestos judiciales y del gabinete, además de confirmar a los altos funcionarios de otras dependencias políticas. De acuerdo con el acuerdo alcanzado previamente por el presidente Joe Biden y el entonces portavoz de la Cámara, Kevin McCarthy, el límite de deuda de EE.UU. se extendió hasta enero de 2025, lo que permitirá al Departamento del Tesoro recurrir a medidas extraordinarias para evitar un incumplimiento catastrófico de la deuda. Sin embargo, será necesaria una nueva negociación bipartidista para evitar un colapso financiero.
Si los republicanos logran un control unificado de la Casa Blanca y el Congreso, podrían valerse del proceso de reconciliación presupuestaria para acelerar la aprobación de proyectos de ley sin necesidad del apoyo demócrata. En este caso, una de las primeras medidas podría ser una nueva ronda de recortes fiscales similares a los aprobados durante el mandato de Trump. También podrían buscar, nuevamente, derogar o modificar sustancialmente la ACA, una reforma que fue desechada en 2017.
Por otro lado, si los demócratas obtienen el control, es probable que prioricen proyectos de ley en áreas como derechos reproductivos, buscando codificar el derecho al aborto a nivel federal, y la implementación de una ambiciosa agenda económica que atienda la inflación y busque aumentar el acceso a servicios básicos. La senadora Casey y otros líderes demócratas han manifestado que, en un escenario de control demócrata, se impulsarían varias reformas que quedaron en suspenso durante los años anteriores, reporta NBC News.