Dos policías en Canton, Ohio, enfrentan cargos de homicidio imprudente tras la muerte de Frank E. Tyson, un hombre afroamericano de cincuenta y tres años, quien falleció después de un enfrentamiento con la policía. Los oficiales Camden Burch y Beau Schoenegge fueron acusados por un gran jurado luego de que las investigaciones revelaran que Tyson fue esposado y dejó de recibir auxilio mientras estaba boca abajo, informaron las autoridades.
De ser hallados culpables, podrían enfrentar hasta tres años de prisión y una multa de 10 mil dólares cada uno. La fiscalía del condado de Stark, representada por Kyle Stone, presentó estos cargos tras la decisión de un jurado popular.
Las autoridades aseguraron que las imputaciones son resultado de una investigación del Buró de Investigación Criminal de Ohio. “La fiscalía actuó con valentía para presentar cargos al gran jurado”, declaró Stone según NBC News, resaltando la importancia de proceder judicialmente en casos de uso excesivo de la fuerza policial.
¿Cómo murió Frank E. Tyson?
Los incidentes que llevaron a los cargos ocurrieron después de que Tyson fuera involucrado en un accidente vehicular que dañó un poste de servicios públicos el pasado 18 de abril . En el lugar del accidente, los oficiales respondieron a la emergencia y se encontraron con Tyson en un club social donde, según la versión dada a los medios, “los oficiales lo dejaron esposado y boca abajo en el suelo del club social en Canton, mientras Tyson decía “I can’t breathe” (no puedo respirar)”. NBC News añadió que “Tyson fue visto derribando un taburete de bar, solicitando que llamen al sheriff y diciendo ‘Están tratando de matarme’”.
Las grabaciones de las cámaras corporales de los oficiales juegan un papel crucial en el caso. Muestran a Tyson resistiéndose al arresto y repitiendo: “No puedo respirar”, un recordatorio escalofriante de otras muertes de afroamericanos en encuentros con la policía, como George Floyd y Eric Garner. En el video, se observa cómo Schoenegge coloca su rodilla sobre el cuerpo superior de Tyson durante unos treinta segundos, después de lo cual Tyson queda sin auxilio durante unos cinco minutos, antes de recibir maniobras de reanimación cardiopulmonar.
La investigación del caso, que fue llevada a cabo por la Oficina de Investigación Criminal de Ohio, concluyó en agosto, coincidiendo con el fallo del médico forense que calificó la muerte como un homicidio. Se identificaron factores contribuyentes adicionales como una afección cardíaca, intoxicación por cocaína y alcohol. Según NBC News, “el informe de autopsia preliminar lista como causa de muerte un paro cardiopulmonar asociado con alteración física y sujeción en posición prona”.
Habrá justicia para Tyson y consuelo para su familia
Héctor McDaniel, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) del condado, realizó declaraciones para NBC News y expresó su aprobación sobre los cargos, señalando que son “consistentes con el comportamiento que vimos”.
Por otro lado, la familia Tyson, representada por el abogado Bobby DiCello, encuentra un consuelo parcial en estos acontecimientos. DiCello comentó a CBS News que las detenciones trajeron alivio porque “los oficiales involucrados en la muerte inhumana y brutal de Tyson no escaparán a la persecución”. El hermano de la víctima, John Tyson, declaró a los medios que, aunque los cargos no son la victoria que esperaban, “tomarán este pequeño avance y continuarán construyendo sobre él”.
El caso también ha sido motivo de controversia en el ámbito político. Craig M. Riley, presidente del Consejo Laboral de la Orden Fraternal de Policía de Ohio, criticó a los fiscales de utilizar a los oficiales como “chivos expiatorios oportunos para ganar puntos políticos”. Estas declaraciones reflejan la tensión política que a menudo acompaña casos de brutalidad policial.
Actualmente, los oficiales han sido puestos en licencia administrativa pagada, de acuerdo con la política del departamento de policía de Canton, mientras prosiguen las investigaciones.