Sarah Libbey Greenhalgh, de 48 años, era una reportera del periódico The Winchester Star que fue encontrada muerta el 9 de julio de 2012 en su casa de Upperville, Virginia. Lo que inicialmente parecía un incendio en su cabaña reveló un crimen más oscuro cuando las autoridades descubrieron que fue asesinada de un disparo. Su muerte conmocionó a la comunidad local y capturó la atención pública.
Uno de los elementos más intrigantes de la investigación fue un mensaje en Facebook que la periodista publicó horas antes de su muerte. Según la revista People, este post proporcionó pistas significativas para los investigadores.
La madre de Sarah, Sara Lee Greenhalgh, expresó su incredulidad ante el asesinato de su hija, afirmando que le resultaba imposible comprender que alguien pudiera querer hacerle daño. Fueron los funcionarios de la Oficina del Sheriff del Condado de Fauquier quienes estuvieron a cargo de los esfuerzos de investigación para encontrar al culpable del crimen.
El misterioso mensaje de Greenhalgh
James Hartman, sargento retirado y entonces oficial de información pública de la Oficina del Sheriff, reveló durante un diálogo con el medio que la periodista publicó en redes sociales un último mensaje alrededor de las 23:00 horas la noche anterior al descubrimiento de su cuerpo sin vida.
En aquella enigmática publicación escribió: “Voy a dormir con la ventana bien abierta. Ahora, si este loco me dejara en paz... descansaré un poco, porque mañana es lunes y tengo un montón de trabajo que hacer”.
Melissa Boughton, ex compañera de trabajo de Greenhalgh, afirmó que el post en redes sociales era “bastante críptico” y señaló que eso es, “hasta donde sabemos, lo último que Sarah escribió”.
Hartman detalló que el mensaje “fue muy revelador” a la vez que “preocupante”, por lo que querían saber “quién era ese chico loco”. El ignoto resultó ser John Kearns, un hombre de 50 años que solía salir con la víctima antes de su muerte y que fue visto discutiendo con ella la noche anterior, según reportó People.
Fue señalado como sospechoso de la muerte de Greenhalgh, según una declaración jurada de la Oficina del Sheriff del Condado de Fauquier. A pesar de esto, no fue acusado formalmente y se negó a dar declaraciones al medio.
Un reporte de The Washington Post de 2012 habló sobre la relación que tenía la víctima con su familia y amigos, quienes la recordaron como una mujer valiente amante de los viajes y los caballos que tenía una gran dedicación por su trabajo.
Kate Langton, hermana de Greenhalgh, dijo que ella “no rehuía de lo complicado”, sino que “miraba a la oscuridad directamente a la cara. Desafortunadamente, parece que la oscuridad comenzó a mirarla a ella también”.
Un caso sin resolver
El documento oficial detalla que Kearns presentaba “heridas significativas” en ambos puños, las cuales él atribuyó a su entrenamiento en artes marciales. Además, se alega que había borrado correos electrónicos enviados y recibidos por la periodista.
Sin embargo, no se encontró evidencia de incendio provocado ni de una “lucha violenta” en el cuerpo de la mujer ni en su Jeep, de acuerdo con el escrito.
Luego de que la historia saliera nuevamente a la luz de la mano de un capítulo del programa de televisión “People Magazine Investigates”, Jeremy Falls, actual sheriff del condado de Fauquier expresó en un comunicado emitido el 1 de noviembre que se siente “agradecido” de que el caso fuera compartido a nivel nacional. “Esperamos que renueve el interés del público en este suceso”, añadió.
Falls reveló que el incidente aún se investiga de manera activa y que las autoridades continúan “trabajando diligentemente” en ese y otros casos sin resolver “para buscar justicia para las víctimas y sus familias”.