Este domingo finalizó el horario de verano, por lo que muchos estadounidenses retrasaron sus relojes y consiguieron una hora extra de descanso. El horario de invierno estará vigente hasta el próximo domingo 9 de marzo de 2025, cuando el tiempo “se adelante” 60 minutos. Sin embargo, esto no es obligatorio para todos los ciudadanos, ya que algunos territorios no participan en estos cambios.
Las leyes vigentes permiten a los estados eximirse de participar en el horario de verano; sin embargo, pese a varias iniciativas presentadas ante el Congreso, no es legal que se queden en este horario durante todo el año. Esto fue establecido en la Ley de Horario Uniforme de 1966, tras reformar los mandatos promulgados luego de la Primera Guerra Mundial.
Debido a esto, a partir de 1967 estados como Arizona y Hawái decidieron no participar en el cambio de horario debido a que consideraron que no les aportaba ninguna ventaja. Sin embargo, en la actualidad no son los únicos territorios que no adelantan sus relojes cada marzo.
¿Qué estados no participan en el cambio de horario?
- Arizona
- Hawái
- Samoa Americana
- Guam
- Islas Marinas del Norte
- Puerto Rico
- Islas Vírgenes de Estados Unidos
¿Por qué Arizona y Hawái no participan en el cambio de horario?
En 1967, Hawái decidió eliminar el cambio de horario debido a su ubicación geográfica cerca del trópico de Cáncer que provoca que amanezca y anochezca casi a la misma hora durante todo el año, por lo que un cambio de “aprovechar más luz” sería innecesario y torpe.
Por su parte, Arizona decidió no participar en el horario de verano en 1968, con los mismos argumentos que Hawái. Ya que se ubica sobre un enorme desierto, recibe enormes cantidades de luz y calor durante todo el año. Pero cabe destacar que hay una parte de Arizona que sí participa en el horario de verano y es la Nación Navajo que también comprende parte de Utah y Nuevo México.
En el caso de Puerto Rico y otros territorios federales también que señala que el retrasar y adelantar relojes no aporta ningún beneficio energético a su cotidianidad y tampoco ayuda a su salud, por lo que han optado por permanecer todo el año con el horario estándar.
Durante la Primera Guerra Mundial, la idea del horario de verano surgió como parte de una estrategia para ahorrar combustible, un concepto que ha sido cada vez más cuestionado debido a que ya no se materializa en beneficios energéticos y en vez de ello provoca efectos adversos a la salud, como han señalado algunos expertos.
Existen muchas iniciativas que proponen la permanencia del horario de verano; sin embargo, todas las propuestas han sido rechazadas por el Congreso, por lo que no parece que vaya a suceder pronto. Ante esto, más de treinta estados han mostrado interés en acabar con el cambio de hora dos veces al año, pero no todos coinciden en cómo hacerlo. Un grupo de estados inclina hacia el horario estándar, mientras que otros estados cuelgan sus esperanzas en un cambio federal hacia la permanencia del horario de verano.
Mientras tanto, entidades como Carolina del Sur, Maine, Massachusetts, Minnesota, Nueva York, Oklahoma, Pennsylvania, Tennessee y Vermont han considerado atenerse a los recursos legales que poseen y comenzar a legislar sobre su permanencia en el horario estándar, en el cual tienen derecho a permanecer todo el año.
La discusión también ha abierto la puerta a una investigación más profunda sobre cómo el cambio de hora impacta la vida diaria y la salud pública de los ciudadanos estadounidenses. La búsqueda de maximizar el bienestar ahora parece depender no solo del ahorro de energía, sino también de beneficiar la calidad de vida de la población.