En enero de 2011, la ciudad de Filadelfia quedó conmocionada tras la muerte de Ellen Greenberg, una joven maestra de 27 años, quien fue encontrada en su apartamento con 20 puñaladas repartidas por todo su cuerpo, incluidas algunas en la parte posterior de la cabeza.
A pesar de la brutalidad del ataque y de que el cuerpo presentaba múltiples moretones en distintas fases de curación, las autoridades locales decidieron calificar su muerte como un suicidio. Esta conclusión ha sido objeto de duras críticas y sospechas desde entonces, en particular por parte de los padres de Ellen, quienes han luchado durante más de una década para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento.
El caso cobró relevancia recientemente debido a las acusaciones de los padres de Ellen en torno al rol que tuvo el juez y tío de Sam Goldberg, el prometido de Ellen, en la investigación. Según los Greenberg, Jim Schwartzman, un juez destacado en Pensilvania, fue autorizado por la policía para retirar varios objetos del apartamento de Ellen antes de que se realizara una búsqueda oficial, lo que ha provocado serias dudas sobre la integridad de la cadena de custodia y sobre el manejo de las pruebas.
El Dr. Josh Greenberg, padre de Ellen, expresó su indignación en una entrevista con FOX News, afirmando que Schwartzman retiró computadores, teléfonos y el bolso de su hija, sin su autorización y antes de que la escena fuera completamente procesada. “La cadena de custodia se rompió desde el principio”, denunció, insinuando que este fue solo el primer error en una serie de fallos graves en la investigación.
Por su parte, el representante de Schwartzman justificó las acciones del juez, explicando que la policía le había dado permiso para retirar ciertos artículos personales con el fin de evitar robos, dado que la puerta del apartamento estaba dañada y desprotegida.
Este episodio ha alimentado las preocupaciones de los Greenberg, quienes insisten en que la investigación de la muerte de su hija fue inadecuada y apresurada. No solo consideran inaceptable que Schwartzman haya retirado objetos sin consultar con ellos, sino que también han señalado la falta de rigor en el examen forense.
De acuerdo con su abogado, Joe Podraza, los investigadores no utilizaron luminol, un químico clave para detectar sangre en escenas del crimen, y ni siquiera se tomaron huellas dactilares del cuchillo encontrado en el pecho de Ellen. Además, señalan la posibilidad de que hubiera una segunda arma que nunca fue investigada.
El dolor de la familia se ve agravado por las inconsistencias en la versión oficial de los hechos. Inicialmente, el forense de la ciudad, el Dr. Marlon Osbourne, calificó la muerte de Ellen como un homicidio, pero cambió su veredicto tras una reunión privada con la policía, declarando su muerte como un suicidio. Los padres de Ellen han criticado abiertamente este cambio, sugiriendo que la presión policial podría haber influido en la decisión.
Uno de los aspectos más desconcertantes del caso es la falta de acceso a pruebas cruciales. Los Greenberg han denunciado que, además de los objetos personales de su hija, las autoridades han retenido videos de vigilancia del edificio donde vivía Ellen, lo que consideran un obstáculo injustificado para comprender qué sucedió realmente. “Queremos ver todo el metraje”, declaró Sandee Greenberg, la madre de Ellen. “No deberían ocultarnos esta información”.
En medio de esta batalla legal, la familia también ha contado con el apoyo de investigadores independientes y de una creciente comunidad de personas que se han sumergido en el caso a través de internet, revisando horas de videos y recolectando información. Uno de estos videos parece mostrar a un hombre comportándose de manera sospechosa en el vestíbulo del edificio, lo que ha generado más dudas sobre las personas que estuvieron presentes en el lugar antes de la llegada de la policía.
Los Greenberg también han cuestionado el manejo de la escena del crimen. Según documentos judiciales, un equipo de limpieza especializado llegó al apartamento para limpiar la sangre antes de que la policía regresara con una orden de registro.
El caso de Ellen Greenberg ha pasado por varias manos. En los últimos años, la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Chester ha llevado a cabo una investigación independiente, después de que tanto el fiscal de Filadelfia, Larry Krasner, como el exfiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, ahora gobernador, se recusaran del caso.
“Algunas personas me dicen que ya debería rendirme”, comentó Sandee Greenberg. “Pero no quiero que nadie más pase por lo que nosotros hemos pasado. Esto es una misión para nosotros porque lo que le sucedió a Ellen está mal, es profundamente injusto”, dijo a FOX News.