Qué son las ‘glitter freckles’, la tendencia viral que incluso Taylor Swift usa

La moda y el maquillaje siempre está a la vanguardia de lo que las superestrellas decidan ponerse en los eventos más importantes, o en su día a día. Eso lo saben Aliett Buttelman y Nina LaBruna, dos jóvenes empresarias de veintiocho años que han alcanzado un hito significativo en sus “glitter freckles” (pecas de brillantina) gracias a la influencia de una de las celebridades más icónicas del mundo, Taylor Swift.

Fazit, la compañía de este par de emprendedoras, experimentó un aumento vertiginoso del 2500% en ventas después de que la “Miss Americana” luciera sus parches de maquillaje de “glitter freckles”. Esta acción aparentemente sencilla catapultó a la pequeña startup a una fama global. Las pequeñas empresarias se mostraron su entusiasmo por el hecho de que los medios de belleza más importantes hablaran de su producto.

El producto consiste en una especie de mascarilla que se coloca sobre la nariz y mejillas. Luego de presionar unos segundos, unos puntos brillantes quedarán pegados sobre la piel para dar un efecto de luminosidad y fantasía al rostro y al maquillaje que decida usarse.

Sin embargo, ante el obstáculo de los envíos, se puede optar por recrearlas a través de sombra líquida brillante, delineador líquido o iluminador dorado líquido. En cualquier caso, estos productos suelen incluir un aplicador que permite controlar mejor el tamaño y distribución de las “pecas”.

El fenómeno de que un producto se beneficie exponencialmente tras ser usado o recomendado por la intérprete de “Blank Space” ha sido denominado “Taylor Swift Effect” (efecto Taylor Swift). De acuerdo con los analistas de tendencias, este hecho va mucho más allá de la popularidad. Las celebridades no solo elevan las ventas de un producto, sino que también incrementan la visibilidad y el alcance global de una marca.

Esta tendencia se confirma con estudios que resaltan cómo el uso de un producto por parte de una figura pública puede aumentar las ventas en porcentajes aparentemente menores que se traducen en ganancias millonarias para muchas marcas.

Pero no solo se trata de números. Esta historia de éxito inesperado también es reflejo del auge de las redes sociales y de cómo pueden transformar la trayectoria de una marca. Aliett Buttelman compartió en redes su emoción por el impacto mediático, afirmando que “Taylor Swift tiene la capacidad de hacer que cualquier cosa que use, mencione o apoye, se vuelva viral instantáneamente”.

Cabe destacar que no se trata del primer caso en el que Taylor Swift dispara las ventas de un producto. Al comienzo de su exitosa gira mundial, “The Eras Tour”, la artista popularizó bisutería hecha por sus propios fans con cuentas y pedrería de colores. Los diseños que se han conocido como “friendship bracelets” (brazaletes de la amistad) se realizaron de una forma tan masiva que varias tiendas de joyería de fantasía agotaron sus insumos en más de una ocasión. Los “swifties” intercambian estas pulseras antes de cada concierto de Taylor.

Si bien las pecas de brillantina, ya populares en TikTok, se convirtieron en un accesorio perfecto para el “outfit” de Taylor Swift durante un partido de futbol americano de su pareja, Travis Kelce, hace algunas semanas. Durante el evento, además de las pecas, Swift complementó su atuendo con un top de cuadros de la diseñadora Vivienne Westwood y una minifalda.

En este contexto, la capacidad de adaptación de Fazit fue puesta a prueba. Al enfrentarse a un alto y repentino incremento de la demanda, tuvieron que reorganizar rápidamente su cadena de suministro para satisfacer las necesidades de sus clientes. Cuando eso sucede, se destaca la urgencia de gestionar la atención al cliente y garantizar la disponibilidad del producto, elementos críticos cuando se enfrentan a este nivel de visibilidad.

La inesperada repercusión no vino sin sus desafíos. A medida que las ventas aumentaban, la empresa tuvo que lidiar con desafíos logísticos para mantener el ritmo de producción y entrega. “Mi Instagram estaba yendo a mil por hora”, relató Aliett a The Mirror. La atención mediática y el repentino éxito pusieron a prueba la infraestructura de la compañía, requiriendo una rápida adaptación para satisfacer un aumento de la demanda que simplemente explotó de un día para otro.

Este caso es un ejemplo claro de cómo la viralidad, impulsada por una figura pública, puede ser tanto una bendición como un reto para los negocios pequeños. No solo se trata del brillo del éxito, sino de la presión que conlleva mantener la confianza de nuevos clientes atraídos por la fama, tal como lo señalaron las emprendedoras en sus declaraciones. Artistas como Taylor Swift pueden, con simple elección, cambiar el destino de una marca y convertirla en una historia inspiradora para emprendedores en todo el mundo.