Este año, Halloween no traerá el frío característico de la temporada, sino una ola de calor que está rompiendo récords históricos en todo Estados Unidos. Desde el lunes hasta el jueves de esta semana, más de 100 ciudades desde las llanuras del sur hasta los Grandes Lagos experimentarán temperaturas inusualmente altas, creando un ambiente más propio del verano que del final de octubre. Ciudades como Washington DC y Nueva York podrían alcanzar temperaturas cercanas a los 27 grados Celsius, evocando más un Día del Trabajo que una noche de Halloween.
El lunes, el termómetro subió entre 15 y 25 grados por encima del promedio en las Grandes Llanuras y partes del sur y medio oeste del país. Las ciudades de Little Rock, Wichita, Shreveport, Memphis y Austin comenzaron la semana con récords de calor, con temperaturas que oscilaron entre los 21 y los 32 grados. A medida que avanza la semana, el calor se traslada hacia el este, alcanzando la región de los Grandes Lagos y el Valle de Ohio, donde se esperan temperaturas récord en Minneapolis, Chicago, Cleveland y St. Louis.
Para el jueves, el calor extremo se extenderá hasta el Atlántico medio y el noreste de Estados Unidos. Ciudades como Buffalo, Albany, Washington DC y Burlington podrían recibir a los pequeños “truco o trato” con temperaturas récord, según el pronóstico de NBC News.
Aunque este calor puede parecer una buena noticia para quienes prefieren disfrazarse sin necesidad de abrigos, es una señal preocupante del calentamiento global y los efectos cada vez más evidentes del cambio climático. Según Climate Central, las noches de octubre en 216 ciudades estadounidenses han aumentado en promedio 1,83 grados Celsius desde 1970, lo que indica una tendencia de noches cada vez más cálidas en este mes históricamente frías.
El calor también afectará a la costa este, donde ciudades como Nueva York, Filadelfia y Boston podrían experimentar sus Halloween más cálidos registrados. En Nueva York, se espera que el jueves las temperaturas lleguen a los 28 grados Celsius, muy por encima de la media normal de 15 grados para esta época del año. Boston, por su parte, podría alcanzar los 25 grados, y Filadelfia también llegaría a los 28 grados.
El noreste de Estados Unidos, que comenzó la semana con algunas nevadas ligeras, podría ver un cambio drástico hacia finales de semana con temperaturas cálidas, lo que generará uno de los Halloween más calurosos de la historia reciente en ciudades como Providence, donde se prevé la segunda temperatura más alta registrada para esa fecha desde 1946, cuando alcanzó los 28,3 grados.
El cambio climático en acción
El inusual calor de este Halloween no es solo un fenómeno meteorológico aislado. Cada vez es más evidente que el cambio climático está afectando a los patrones de temperatura en todo el país. Los científicos advierten que este tipo de eventos extremos serán más comunes en el futuro si las emisiones de gases de efecto invernadero no se reducen de forma limitada.
Paul Pastelok, un experto en clima de AccuWeather, señaló que las temperaturas de 8 a 13 grados Celsius por encima del promedio no son solo una anomalía, sino un claro indicio del calentamiento global.
Las temperaturas cálidas también están acompañadas por una sequía generalizada que afecta a gran parte de Estados Unidos. Según el Monitor de Sequía de Estados Unidos, solo ocho de los 48 estados continentales no están experimentando condiciones de sequía moderada o más severa.
En el este del país, muchas áreas, incluidas ciudades como Filadelfia y Nueva York, no han visto lluvias significativas en semanas. En Central Park, en la Gran Manzana, no se ha registrado lluvia medible en todo octubre, lo que podría convertir a este mes en el más seco desde que comenzaron los registros en 1869, según reportó ABC News.
Según científicos, el calentamiento global está haciendo que las estaciones cambien de manera notable, con veranos más largos y otoños más cálidos. Si bien algunos pueden disfrutar del calor en una fecha tradicionalmente asociada al frío, los expertos advierten que estos cambios tienen serias implicaciones para el clima mundial.
El calor extremo también tiene consecuencias en la salud pública, especialmente para las personas vulnerables, como los ancianos o aquellos con condiciones preexistentes. Además, puede afectar la infraestructura urbana y aumentar el riesgo de incendios forestales en áreas propensas a la sequía.