(Desde Estados Unidos, Washington) A una semana de los comicios, Kamala Harris y Donald Trump extreman su cautela para evitar que un mínimo desliz político complique su carrera hacia la Casa Blanca. Acorde al promedio de las últimas 12 encuestas publicadas, la candidata demócrata y su adversario republicano están empatados, y cada voto cuenta para entrar triunfante al Salón Oval.
En este contexto, Harris cierra hoy su campaña en Washington y excluyó del escenario a Joe Biden, mientras que Trump intenta contener la fuga de votos latinos causada por el discurso del humorista Tony Hinchcliffe, que participó en su acto del Madison Square Garden.
Biden tiene imagen política negativa, y para evitar mayores costos electorales, Harris -que es su vicepresidenta- optó por excluirlo de su cierra de campaña frente a la Casa Blanca. Desde hace semanas que Biden intenta participar en la campaña de Harris, pero ella cerró todas las puertas. La vicepresidenta eligió a Barack Obama, quien junto a Bruce Springsteen protagonizan ciertos eventos en los estados que disputa voto a voto con Trump.
Harris habla hoy en el Elipse (19.30, hora del este), y el escenario elegido tiene su razón política: el 6 de enero de 2021, en ese mismo lugar, Trump pronunció un discurso exigiendo que el Congreso rechazara la designación de Biden como presidente de los Estados Unidos. Minutos después una turba republicana asaltaba el Capitolio.
Cuando Harris pronuncie su discurso, Biden estará en Baltimore (a 70 kilómetros de distancia,) cumpliendo con su agenda doméstica.
La carrera presidencial se define en siete estados clave. Uno de ellos es Pensilvania, que otorga 19 electores y tiene una fuerte presencia hispana. El domingo pasado, durante un acto masivo en el Madison Square Garden, Tony Hinchcliffe sostuvo que Puerto Rico es “una isla flotante de basura en medio del océano”.
Ese discurso discriminatorio pegó de lleno en la campaña republicana. Hinchcliffe fue convocado por su llegada a los adolescentes, y los organizadores no sabían qué iba a decir. Ahora, el comité campaña está en una batalla desigual para contener el daño causado: en Pensilvania hay una fuerte comunidad latina, y el Discurso Hinchcliffe inició una fuga de votos con final incierto.
No es habitual que los asesores de campaña de Trump pidan disculpas por las expresiones políticas. En esta oportunidad hubo una excepción con Danielle Alvarez, asesora principal del candidato republicano, quien dijo que la posición de Hinchcliffe “no refleja las opiniones del presidente Trump”.
Y completó Marco Rubio: “Puerto Rico no es basura, es el hogar de conciudadanos estadounidenses que han hecho enormes contribuciones a nuestro país. Esas no fueron palabras de Trump. Fueron chistes de un comediante de insultos que ofende”, sostuvo el senador en su cuenta oficial de X.
Estas declaraciones no alcanzaron para contener la crisis interna.
El titular del Partido Republicano de Puerto Rico, Angel Cintrón, sostuvo anoche que no votará por Trump el 5 de noviembre, sino pide disculpas en público. Un acto simbólico que refleja el malestar social que hay en Puerto Rico por el discurso del humorista republicano.
Trump habla esta noche Allentown, (Pensilvania), y allí tendría oportunidad de cerrar la crisis de campaña. “No sabemos qué va a hacer, siempre define sobre la marcha”, comentó a Infobae un asesor de campaña del Partido Republicano.
No sólo las encuestas públicas exhiben la paridad entre Harris y Trump. A pocos días de las elecciones, 50 millones de estadounidenses han emitido su voto anticipado. Eso incluye casi 12 millones de votos, en los siete estados que van a definir las elecciones: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
Acorde ha un trabajo estadístico realizado por el Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida, 39,8 por ciento de los votos anticipados eligió a Harris, mientras que 36 por ciento votó a Trump.
Harris y Trump ya saben que la elección se gana por los grupos etarios que aún no resolvieron su voto. Podrían pesar las comunidades latinas o afroamericanas molestas por el discurso de Hinchcliffe, o la posición final que asuman los votantes independientes que cuestionan a la administración Biden por la situación económica.
A siete días de los comicios, el resultado todavía es un incognita.