La organización filantrópica GiveDirectly anunció el envío de pagos en efectivo de USD 1,000 a aproximadamente 1,000 hogares en Carolina del Norte y Florida, impactados por los huracanes Helene y Milton. Este programa busca proporcionar asistencia rápida y directa a familias de bajos ingresos en áreas devastadas por las tormentas. La implementación de esta iniciativa se basa en el uso de una herramienta de inteligencia artificial (IA) desarrollada por Google, que identifica comunidades con altos niveles de pobreza y daños significativos, según CBS News.
La entidad benéfica comenzó a realizar los pagos esta semana, utilizando un enfoque que difiere de los métodos tradicionales de asistencia en desastres. La institución evita la burocracia habitual y permite que las familias reciban fondos de forma incondicional a través de la aplicación Propel, que se usa para gestionar beneficios como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). Esta aplicación facilita el acceso a los recursos financieros sin la necesidad de presentar documentación extensa, de acuerdo con The Associated Press.
La herramienta de IA utilizada por la fundación analiza imágenes satelitales para evaluar los daños causados por los huracanes, como inundaciones y destrucción de techos. Estos datos se combinan con información sobre las tasas de pobreza en diversas áreas, permitiendo a la agrupación identificar los hogares que más necesitan asistencia. Dustin Palmer, director de programas en Estados Unidos para esta ONG, destacó que esta metodología permite una respuesta más rápida y efectiva a las necesidades de las comunidades afectadas, según CBS News.
Los primeros pagos comenzaron a distribuirse el viernes y continuarán durante el fin de semana. Los fondos se depositarán directamente en cuentas vinculadas a tarjetas de débito virtual que se gestionan a través de Propel. Este enfoque permite que las familias accedan a los recursos de manera inmediata, lo que es esencial en situaciones de emergencia, según The Associated Press.
La organización humanitaria tiene como objetivo ampliar su modelo de asistencia a otros desastres futuros. La colectividad está recaudando fondos para una segunda ronda de ayuda, que podría proporcionar asistencia adicional a las familias afectadas. Palmer enfatizó que una suma de USD 1,000 puede ser crucial para ayudar a las personas a cubrir necesidades básicas o salir de situaciones de riesgo, como encontrar alojamiento temporal, de acuerdo con CBS News.
A pesar de los beneficios, el grupo reconoce algunas limitaciones en el uso de la tecnología. La dependencia de dispositivos móviles y aplicaciones puede excluir a ciertas poblaciones, incluidas aquellas sin acceso a smartphones o conexión a internet. Aunque Propel atiende a aproximadamente 5 millones de personas, muchos hogares de bajos ingresos pueden no estar incluidos.
Stacia West, directora del Centro de Investigación de Renta Garantizada de la Universidad de Pensilvania, comentó que los pagos en efectivo pueden ser particularmente efectivos para ayudar a las familias a recuperarse de desastres. La investigación muestra que los beneficiarios suelen destinar los fondos a necesidades inmediatas como alimentos, vivienda y transporte. West indicó que este enfoque podría tener un impacto más profundo si se implementa de manera sostenida en el tiempo, según CBS News.
La asociación también planea desarrollar programas de preparación para desastres en el futuro, lo que permitiría a las familias fortificar sus hogares o evacuar antes de que ocurra un desastre. La estrategia de enviar dinero antes de un evento catastrófico está diseñada para ayudar a las comunidades a ser más resilientes ante los efectos del cambio climático.
Hasta el momento, la ONG ha recaudado USD 1.2 millones para su campaña actual, incluidos USD 300,000 de la Fundación Conrad N. Hilton. La corporación espera que su modelo de asistencia inspire a otros programas a adoptar métodos similares, mejorando la rapidez y eficiencia en la ayuda a comunidades afectadas por desastres, según CBS News.
Este enfoque ha evolucionado desde 2017, cuando la institución probó por primera vez la entrega de pagos en efectivo en respuesta a desastres, tras los huracanes Harvey en Texas y María en Puerto Rico. La experiencia previa ha llevado al colectivo a optimizar su metodología, permitiendo un despliegue más ágil y efectivo en situaciones críticas.