El 31 de octubre, Halloween tiene sus raíces en la antigua festividad celta de Samhain. Esta celebración marcaba el final de la cosecha y el comienzo del invierno, con una conexión especial entre los vivos y los muertos. Según la astróloga Chani Nicholas, en esta época del año se cree que el velo entre los mundos se adelgaza, facilitando la comunicación con aquellos que han fallecido, de acuerdo con información de Vogue.
Orígenes celtas de Halloween
Samhain, pronunciado “sow-un”, se celebraba el 31 de octubre, señalando el inicio de un nuevo año celta. Los celtas realizaban hogueras, música y danzas para conmemorar la transición de las estaciones y honrar a los muertos. Dan Morris, presentador del podcast “Tracing The Path”, señala que este fenómeno astronómico simbolizaba un momento de reflexión sobre la vida y la muerte. Los antiguos celtas creían que los espíritus de los difuntos regresaban durante esta celebración, lo que les llevó a vestirse con pieles y cabezas de animales para camuflarse y evitar el contacto con los espectros malignos, según Vogue.
Influencias cristianas en la celebración
Con la expansión del cristianismo en Europa, la Iglesia comenzó a absorber diversas tradiciones paganas. En el siglo VIII, el Papa Gregorio III trasladó el Día de Todos los Santos al 1 de noviembre. Esta fecha coincidía con la celebración de Samhain, lo que resultó en la transformación de la víspera de Todos los Santos en “All Hallows’ Eve”, que finalmente se acortó a la festividad. Nick Wells, fundador de Flame Tree, explica que esta fusión de festividades tuvo lugar para integrar las creencias paganas en la práctica cristiana, permitiendo que las comunidades continuaran celebrando de una forma aceptable para la Iglesia, de acuerdo con Vogue.
La llegada a Estados Unidos
La modernización de esta fiesta en Estados Unidos se debe en gran parte a la migración irlandesa durante la Gran Hambruna de la Patata en la década de 1840. Aproximadamente 1,5 millones de irlandeses emigraron a Estados Unidos, llevando consigo sus costumbres y tradiciones, que jugaron un papel crucial en la evolución del evento en el país. Chelsea Loren, experta en historia del arte y diseño de vestuario, indica que en sus primeras etapas, la festividad era celebrada principalmente en comunidades rurales, antes de expandirse a áreas urbanas, según Vogue.
Evolución hacia la festividad moderna
Durante las primeras décadas del siglo XX, la celebración comenzó a transformarse en una festividad más centrada en la familia. A medida que se desarrollaron festivales de otoño y reuniones comunitarias, las celebraciones se volvieron más organizadas. Steven Intermill, director del Museo Buckland de Brujería y Magia, comenta que para la década de 1920, la festividad había adoptado un enfoque más seguro y accesible, minimizando las travesuras y el vandalismo.
La introducción de publicaciones como “The Book of Hallowe’en” y “Dennison’s Bogie Book for Halloween” contribuyó a esta transformación, proporcionando ideas para fiestas, juegos y decoraciones, y fomentando un ambiente más festivo y menos caótico (Intermill, 2024). Sin embargo, a lo largo de las décadas de 1920 y 1930, las travesuras continuaron siendo una parte de esta fiesta, con actos de vandalismo que llevaron a las comunidades a formalizar las celebraciones para mantener el control.
Comercialización de la festividad
A mediados del siglo XX, el evento comenzó a ser comercializado de manera significativa. Las grandes compañías de entretenimiento, como Warner Brothers y Disney, introdujeron personajes de dibujos animados que representaban arquetipos de la celebración de forma más amigable. Series como “Casper, el fantasma amistoso” y “Charlie Brown y la gran calabaza” ayudaron a establecer la festividad como un evento familiar.
La tradición de tallar calabazas, que se originó con el uso de nabos en Irlanda, también se popularizó en Estados Unidos. Según Intermill, las Jack-O-Lanterns modernas se utilizan para alejar a los espíritus malignos, un reflejo de las antiguas creencias celtas. Este cambio en la percepción de la celebración ha llevado a la actualidad, donde se conmemora de diversas maneras en todo el mundo.
Celebraciones contemporáneas
En la actualidad, la fiesta es reconocida como una festividad global que incluye actividades como el “truco o trato”, fiestas de disfraces y decoraciones espeluznantes. Las estadísticas indican que, en 2023, 133,2 millones de unidades de vivienda en Estados Unidos estaban disponibles para que los niños pidieran dulces, de acuerdo con US Census. Se estima que 72,8 millones de niños estadounidenses menores de 18 años participan en las celebraciones, lo que refleja la popularidad de esta festividad en la cultura estadounidense.
La celebración también ha demostrado ser un motor económico. En 2023, se estima que los consumidores gastaron más de 12,2 mil millones de dólares en actividades relacionadas, incluyendo decoraciones, disfraces y dulces, según National Retail Federation. Este auge en el gasto muestra cómo el evento se ha transformado en un suceso importante en el calendario comercial de muchos países.
La historia de esta celebración es un ejemplo de cómo las tradiciones pueden evolucionar y adaptarse a través del tiempo y las culturas. Desde sus orígenes celtas hasta su transformación en una festividad familiar y comercial, la fecha continúa siendo un reflejo de la interacción entre lo antiguo y lo moderno.