Estados Unidos se refirió a la réplica que Israel lanzó sobre Irán en respuesta al ataque del pasado 1 de octubre y aseguró que se trata de un “ejercicio de autodefensa”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett, declaró a la prensa este viernes por la noche que “entendemos que Israel está llevando a cabo ataques selectivos contra objetivos militares en Irán como un ejercicio de autodefensa y en respuesta al ataque con misiles balísticos de Irán contra Israel el 1 de octubre” aunque se limitó a brindar mayores detalles al respecto.
“Los remitimos al Gobierno israelí para más información sobre su operación”, agregó, mientras omitía confirmar si la Casa Blanca había sido notificada previo inicio de las maniobras, tal como reportó Fox News.
Mas temprano, medios iraníes e israelíes habían reportado algunas explosiones en Teherán, tras lo que las Fuerzas de Defensa confirmaron en un breve video que, efectivamente, estaban realizando maniobras en territorio persa.
“En respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento, las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán. Nuestras capacidades defensivas y ofensivas están plenamente movilizadas”, comenzó diciendo el portavoz Daniel Hagari quien, a continuación, recordó que “el régimen de Irán y sus apoderados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre, en siete frentes, incluyendo ataques directos desde suelo iraní”.
“Como cualquier otro país soberano del mundo, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de responder”, destacando que “haremos todo lo que sea necesario para defender al país y al pueblo”, insistió en ese sentido.
Toda la secuencia fue monitoreada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant, el general Herzi Halevi, el jefe de la Fuerza Aérea, general Tomer Bar, y demás funcionarios del Ejército, desde un bunker cerca de la base militar de Kirya en Tel Aviv.
Estados Unidos había ordenado este viernes por la tarde el despliegue de más aviones de combate F-16 de su flota de la Fuerza Aérea que mantiene en Medio Oriente, lo que sugería que podría ocurrir alguna ofensiva de esta naturaleza a la brevedad. La decisión ocurrió tras semanas de diálogo entre Netanyahu y el presidente Joe Biden, en las que buscaron ajustar el ataque para ser lo suficientemente fuerte como para enviar un mensaje al régimen persa pero evitar que desencadene una escalada regional significativa.
Así, según los primeros informes, los lineamientos del Ejército de las últimas horas se ajustaron a los límites acordados con la Casa Blanca, descartándose instalaciones petroleras y objetivos nucleares, que habrían representado un alto riesgo para el mundo. En su lugar, las ofensivas estuvieron dirigidas a bases militares del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, gracias a las que se habría conseguido limitar las capacidades de Irán ante una ofensiva futura.
Estos ataques precisos no implicaron ningún cambio en las directrices del frente interno aunque desde las FDI estresaron la necesidad de mantenerse alertas por cualquier acción que pudiera surgir en las próximas horas.
“Las FDI están totalmente preparadas para atacar y defenderse. Estamos siguiendo los acontecimientos que se producen en Irán y sus aliados en la región. Estamos evaluando continuamente la situación en el frente interno y, en este momento, no hay cambios en las instrucciones del Comando del Frente Interno. Deben seguir estando alerta y vigilantes y obedecer las directrices del Comando del Frente Interno”, agregó Hagari.