A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales, las autoridades estadounidenses están enfrentando un aumento sin precedentes en las amenazas de violencia, tanto internas como externas.
De acuerdo con altos funcionarios de seguridad, los riesgos de ataques violentos durante y después de los comicios del próximo 5 de noviembre provienen de una confluencia de actores con motivaciones diversas: extremistas solitarios, grupos conspiracionistas y actores internacionales, como Rusia e Irán, interesados en sembrar caos en el proceso electoral.
Uno de los casos reportados por The Wall Street Journal es el de Nasir Ahmad Tawhedi, un conductor de Lyft en Oklahoma City y presunto colaborador del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS). Tawhedi, de 27 años, fue arrestado este mes luego de intentar adquirir rifles automáticos a través de un agente encubierto del FBI. Según los fiscales, planeaba llevar a cabo un ataque armado en un lugar público el día de las elecciones.
En mensajes en Telegram, Tawhedi expresó su deseo de perpetrar un acto violento “con la ayuda de Dios” el 5 de noviembre. Según documentos judiciales, Tawhedi mantenía contacto con el Estado Islámico y había realizado donaciones en criptomonedas a una organización siria vinculada al grupo terrorista. Las autoridades descubrieron también un video en el que Tawhedi instruye a su hija sobre los beneficios del martirio.
Tawhedi fue interceptado gracias a un informante del FBI que se hizo pasar por un vendedor de armas. Después de su arresto, el joven confesó a las autoridades que esperaba morir en su intento y “ser mártir”. En una audiencia reciente, un agente del FBI afirmó que el hombre tenía conexiones con una investigación en Francia que llevó al arresto de tres personas, entre ellas dos hermanos suyos, por planear un ataque similar.
Además de individuos como Tawhedi, las autoridades estadounidenses advierten que otros actores, incluidos Rusia e Irán, están diseminando contenidos falsos y amplificando narrativas divisivas en redes sociales para influir en los votantes. Esta semana, la inteligencia estadounidense reportó que actores rusos estaban detrás de la creación de contenido viral falso relacionado con el candidato demócrata a la vicepresidencia, Tim Walz, en un aparente intento de manipular el discurso público y dividir aún más a la sociedad.
Aumentan medidas de seguridad ante posibles brotes de violencia
Lisa Monaco, vicefiscal general de los Estados Unidos, destacó la preocupación sin precedentes que enfrenta el país en este ciclo electoral: “No había visto una época con amenazas tan diversas y agresivas, alimentadas por una polarización extrema”, expresó durante un evento reciente, citado por The Washington Post. Para contrarrestar el impacto de la desinformación, el gobierno ha comenzado a compartir más información con el público, con la esperanza de que los votantes puedan identificar contenidos engañosos.
Las autoridades también han reforzado las medidas de seguridad de cara a la certificación de resultados el próximo 6 de enero, fecha en la que esperan un aumento de tensiones. La misma jornada en 2021 estuvo marcada por el asalto al Capitolio por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump.
Entre los desafíos más serios están los extremistas conocidos como “lobos solitarios”, individuos o pequeños grupos sin vínculos claros con organizaciones que actúan de forma independiente y son difíciles de identificar antes de que perpetren sus ataques. Esta semana, el Departamento de Justicia presentó cargos contra Ryan Wesley Routh, de Filadelfia, acusado de enviar amenazas de muerte a un funcionario estatal que había publicado información sobre la formación de observadores electorales.
Según los fiscales, Routh fingió interés en el entrenamiento y luego amenazó con “desollar vivo” al funcionario si no respondía a su mensaje. Además, se le acusa de haber intentado matar a Donald Trump en septiembre, cuando fue arrestado con un rifle cerca de una cancha de golf donde se encontraba el expresidente.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional también emitieron un memorando en el que advierten que los extremistas inspirados por desinformación sobre el fraude electoral, el odio hacia figuras políticas rivales y otras quejas relacionadas con el proceso electoral podrían actuar desde el 5 de noviembre hasta la toma de posesión del 20 de enero. Los puntos de votación y las ubicaciones de recolección de boletas podrían ser objetivos de estos ataques, según alertaron las autoridades.
La administración nacional ha desplegado personal adicional en los puntos de votación y se han creado equipos de respuesta rápida para enfrentar posibles incidentes de violencia. Los analistas advierten que este podría ser uno de los procesos electorales más complejos y desafiantes de la historia reciente de Estados Unidos, con implicaciones serias tanto para la seguridad nacional como para la confianza en la democracia.