Ozempic podría reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 70% en personas con diabetes tipo 2

Un nuevo estudio sugiere que el medicamento Ozempic, utilizado para tratar la diabetes tipo 2, podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar Alzheimer. La investigación fue conducida por un equipo de la Universidad Case Western Reserve, que analizó los registros electrónicos de salud de aproximadamente un millón de estadounidenses con la enfermedad, informó NBC News.

Los resultados, publicados en la revista Alzheimer’s & Dementia, muestran que el tratamiento con semaglutida, el ingrediente activo de Ozempic, se asocia con un riesgo reducido del 40% al 70% de un diagnóstico inicial de Alzheimer, especialmente en comparación con la insulina y otros medicamentos para la diabetes.

La investigación se centró en los efectos de los medicamentos que imitan la hormona natural GLP-1 del cuerpo, como semaglutida y liraglutida. Se encontró que esta clase de medicamentos podría tener beneficios neurológicos adicionales.

En julio, durante una conferencia internacional sobre esta enfermedad progresiva contra la memoria, se señaló que un medicamento similar a la semaglutida estaba relacionado con un declive cognitivo más lento en pacientes con este mal y que no tenían diabetes.

El profesor Rong Xu, líder del equipo de investigación, comentó que estos resultados proporcionan “evidencia real de su impacto en la enfermedad de Alzheimer”. También señaló que, aunque los efectos neuroprotectores positivos de la semaglutida sorprendieron incluso a los investigadores, “es necesario continuar investigando a través de ensayos clínicos aleatorios”.

El riesgo de Alzheimer está incrementado en personas con diabetes debido a los altos niveles de azúcar en sangre, que pueden dañar los vasos sanguíneos cerebrales y promover la inflamación. El uso de fármacos para bajar de peso ofrece un potencial mitigador a través de la pérdida de kilos y la reducción de la inflamación, tal como indicó NBC News.

El doctor Stephen Salloway, profesor de neurología en la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown, considera que si los próximos ensayos dan resultados positivos, “la semaglutida sería un cambio de juego”, añadiendo una opción de tratamiento que actualmente no existe. Sin embargo, Alberto Espay, neurólogo en la Universidad de Cincinnati, destacó que aún se necesita más investigación para confirmar si los medicamentos funcionan efectivamente contra el Alzheimer, recordando que otros tratamientos prometedores en estudios iniciales no han tenido éxito en el pasado.

Novo Nordisk, el fabricante de Ozempic, está realizando actualmente dos ensayos clínicos fase 3 sobre la semaglutida en pacientes con deterioro cognitivo leve o Alzheimer en etapa temprana, cuyos resultados se esperan para el próximo año. La empresa declaró a NBC News que “acoge con satisfacción la investigación independiente que investiga la seguridad, eficacia y utilidad clínica de nuestros productos”, reiterando su compromiso con la investigación en este campo.

La importancia del estudio radica en su posible contribución a la creación del primer tratamiento preventivo contra el Alzheimer, en un momento en el que los tratamientos existentes solo logran retrasar marginalmente la progresión de la enfermedad. Biogen’s Leqembi y Lilly’s Kisunla, aprobados por la FDA, presentan serios efectos secundarios, lo que refuerza la relevancia de seguir investigando alternativas más seguras y efectivas.

El interés en los efectos de los medicamentos GLP-1 sobre el Alzheimer ha ido creciendo, ya que están implicados en la mejora de factores de riesgo relacionados con esta enfermedad, como la inflamación, la diabetes y la obesidad. Sin embargo, como enfatiza NBC News, "aún no se sabe exactamente cómo protege el cerebro contra el Alzheimer".

La enfermedad se origina por una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que afectan el cerebro con el tiempo. En su desarrollo se observan cambios como la acumulación de placas amiloides y ovillos neurofibrilares en el cerebro, lo cual lleva a la muerte de las neuronas y al deterioro de las funciones cognitivas. Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos, estos procesos anormales pueden comenzar mucho antes de que aparezcan los síntomas.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, para prevenir la aparición de este mal, se recomienda mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y granos enteros, así como disminuir el consumo de azúcares y grasas saturadas. Además, es fundamental realizar actividad física regular, mantener un peso saludable y evitar el consumo de tabaco.