Nueva York es conocido por su diversidad y su vibrante vida urbana. Sin embargo, también alberga un conjunto de leyes que pueden parecer peculiares o incluso absurdas a quienes no están familiarizados con ellas. Estas normativas, a menudo desconcertantes, reflejan la historia, la cultura y los esfuerzos por mantener el orden en una de las ciudades más pobladas del mundo.
A lo largo de los años, muchas de estas leyes han surgido en respuesta a comportamientos específicos que las autoridades consideraron problemáticos, lo que demuestra cómo la legislación puede evolucionar para abordar las dinámicas sociales cambiantes. Este artículo revisa algunas de las leyes más inusuales en el estado, proporcionando contexto y origen para cada una.
Prohibición de lanzar pelotas en parques
Una de las leyes más extrañas prohíbe lanzar una pelota en los parques públicos. Según el Código Penal de Nueva York, específicamente el artículo 245.05, lanzar una pelota a otra persona puede resultar en sanciones. La legislación establece que “una persona es sometida a ridículo o desprecio al someterse voluntariamente a indignidades como el lanzamiento de pelotas u otros artículos”, de acuerdo con el Estado de Nueva York. Esta norma tiene como objetivo prevenir lesiones accidentales y comportamientos agresivos en espacios públicos.
Ley de selfies con tigres
En un contexto más contemporáneo, la ley que prohíbe tomarse selfies con tigres es notable. En 2014, el entonces gobernador Andrew Cuomo firmó un proyecto de ley que establece que tomar fotografías con tigres es ilegal. Esta normativa surgió a raíz de un aumento en el uso de estas imágenes en aplicaciones de citas como Tinder y OKCupid. La legisladora Linda B. Rosenthal, patrocinadora de la ley, comentó que se trata de una medida de protección tanto para los consumidores como para los animales, según Syracuse.com. Las multas por esta infracción pueden oscilar entre USD 500 para los primeros infractores y USD 1,000 para reincidentes.
Prohibición de venta de pieles de perros y gatos
Otra ley que genera interés es la que prohíbe la venta de pieles de perros y gatos. Según la sección 379 del Artículo 26 de Agricultura y Mercados de Nueva York, la venta de “piel, pelo, piel o carne de un perro o gato” está prohibida. Esta legislación tiene como objetivo proteger a los animales y evitar prácticas crueles, de acuerdo con el Estado de Nueva York. Las sanciones por violar esta ley pueden llegar a ser significativas, con multas de hasta USD 1,000 para individuos y USD 5,000 para corporaciones en su primer delito.
Regulaciones sobre el uso del claxon
Además, las leyes sobre el uso del claxon en Nueva York son otro ejemplo de normativas inusuales. Desde 1936, el “toque prolongado y razonable de la bocina” se considera ilegal según el código de ruido de la ciudad. La normativa establece que el uso del claxon solo es permitido como una advertencia de peligro, según el New York Times. Las quejas sobre el ruido, que incluyen el sonido de motores en marcha o música alta, pueden ser reportadas a la policía. En la actualidad, se están utilizando cámaras de ruido para detectar violaciones, con multas que pueden variar entre USD 800 y USD 2,500.
Normativa sobre la cría de animales
Las leyes sobre la convivencia y la protección animal también se reflejan en la normativa sobre la cría de animales en la ciudad. Las regulaciones exigen que los dueños de mascotas mantengan un registro de sus animales y garanticen su bienestar. Estas leyes se implementan para asegurar que los animales tengan acceso a atención veterinaria adecuada y un ambiente saludable, de acuerdo con el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York.
Prohibición de venta de chicles
Otra regulación poco común prohíbe la venta de chicles en ciertas zonas de la ciudad. La legislación, que data de varias décadas atrás, busca mantener la limpieza y el orden en áreas de alta afluencia turística. Las multas por esta infracción pueden ser impuestas a comerciantes que no cumplan con las normativas de higiene establecidas, según el Consejo de la Ciudad de Nueva York.
A pesar de su rareza, estas leyes reflejan un esfuerzo por parte de las autoridades para regular comportamientos que puedan afectar la seguridad y el bienestar de la comunidad. Además, la aplicación de estas leyes a menudo depende de la denuncia de los ciudadanos y de la disponibilidad de recursos policiales para hacer cumplir las normativas.
Las leyes inusuales de Nueva York no solo sorprenden a los residentes y visitantes, sino que también ilustran el compromiso del estado con la seguridad pública y el bienestar animal. A través de estas normativas, las autoridades buscan fomentar una convivencia armoniosa en una de las ciudades más densamente pobladas del mundo.