El príncipe Harry enfrenta un nuevo revés en la investigación sobre su estado migratorio en EEUU

El caso de la visa estadounidense del príncipe Harry enfrenta un nuevo revés, ya que la organización Heritage Foundation quiere reabrir su demanda para que se haga público su solicitud de visa estadounidense tras sus confesiones de consumo de drogas en su libro “Spare”.

La organización de Washington D.C. presentó una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) cuando se rechazó su solicitud de acceso a la información. Heritage consideró que los documentos de Harry eran de “enorme interés público”, especialmente después de que el príncipe admitiera en sus memorias el uso de cocaína y marihuana.

Newsweek informa que Heritage Foundation argumenta que la negativa a proporcionar los documentos obstaculiza su capacidad para preparar argumentos en la apelación y cita que “compromete severamente” sus recursos disponibles y argumentos que le permitan ganar el caso.

El juez Carl Nichols, quien desestimó el caso el pasado 23 de septiembre, declaró que “la privacidad del duque (de Sussex) supera cualquier interés público en esos registros”. Consideró que es prioritaria la privacidad del príncipe Harry sobre su estatus migratorio y sus registros por encima de cualquier interés marginal de alguna organización en particular.

Esto significa que, a pesar de las declaraciones públicas de Harry sobre su consumo de drogas, no queda eliminada su privacidad en lo que respecta a su estado de inmigración, así como otros documentos personales como estudios clínicos y constancias laborales.

Sin embargo, Newsweek asegura que la fundación sigue adelante con una nueva presentación judicial, buscando anular el fallo anterior y desclasificar la correspondencia privada entre el DHS y el juez. En documentos judiciales, citados por Newsweek, los abogados de Heritage alegan “amplias evidencias de mala fe por parte de la agencia”. También señalaron que el enfoque del tribunal no se alinea con el sistema adversarial propiamente dicho, por la negativa de la documentación migratoria del duque de Sussex.

Uno de los aspectos más debatidos del caso es cómo el duque pudo haber obtenido un visado cuando las leyes de Estados Unidos exigen a los solicitantes declarar si han consumido drogas, ya que el incumplimiento puede resultar en la deportación.

Tal como reportó Newsweek, la Heritage Foundation busca determinar si el príncipe Harry recibió un trato preferencial debido a su estatus real o si la administración del presidente Biden ha operado con falta de transparencia.

La situación ha capturado la atención mediática, con personalidades como el expresidente Donald Trump también sugiriendo que Harry podría haberse beneficiado de un trato preferencial debido a su estatus real. Trump dijo a GB News que “si mintió, deberán tomar las medidas apropiadas” respecto a su posible deportación. Esta polémica subraya las implicaciones legales de las declaraciones de Harry y subraya las preocupaciones sobre la integridad de los procesos de inmigración de Estados Unidos.

En paralelo, ha surgido otro debate acerca de las leyes de privacidad de inmigración en los Estados Unidos. Melania Trump, la ex primera dama, expresó indignación por la decisión del DHS de publicar los registros de inmigración de su madre, Amalija Knavs.

El Daily Mail citó al abogado de inmigración de la familia, quien describió la divulgación como “un ataque ultrajante, no solo a la señora Knavs y su familia, sino también a la noción de confidencialidad y privacidad”. Se publica que Knavs falleció a los 78 años en enero, y su archivo incluía datos personales como pasaportes y registros médicos.

La divulgación de los registros de inmigración de Amalija Knavs ha reavivado el debate y se ha utilizado como argumento en el caso del príncipe Harry. Los documentos liberados de la madre de Melania también incluyen su dirección en Eslovenia, así como exámenes médicos como una prueba de VIH con resultado negativo.

El caso de la Fundación Heritage destaca por la paradoja implícita en la liberación de documentos personales, donde la brecha entre la privacidad y el interés público se vuelve evidente en las disputas judiciales prolongadas. La suerte del caso de Harry, que por el momento permanece sellado, podría resurgir dependiendo de los desarrollos en la apelación prevista y el enfoque futuro del DHS hacia los archivos de migración, teniendo en cuenta la notable difusión que han recibido situaciones similares, como la de la madre de Melania Trump.