Una profesora de Texas, Ashley DeSkeere, experimentó un aterrador episodio de síndrome de shock tóxico (TSS) tras asistir a una boda, lo que casi le costó la vida. People informó que la docente, de 43 años, comenzó a sentir escalofríos severos y náuseas intensas, pensando inicialmente que había contraído una infección estomacal. Sin embargo, al tercer día, su presión arterial cayó drásticamente, lo que le llevó a buscar atención médica urgente.
Los médicos determinaron que el problema había sido causado por el uso prolongado de un tampón durante ocho horas en la boda, lo cual superó a su hábito de cambiarlos cada cuatro horas.
“Le dije a mi esposo que creía que me estaba muriendo”, comentó DeSkeere a People. La mujer fue ingresada en la unidad de cuidados intensivos, donde permaneció durante cinco días, recibiendo tratamiento con antibióticos por vía intravenosa y medicamentos para estabilizar su presión arterial.
“Llegué al hospital justo a tiempo”, comentó la profesora, añadiendo que los médicos le dijeron que, si hubiera esperado más tiempo, “no habrían podido hacer nada por ella”. Su historia generó un fuerte impacto, tanto que su familia creó una cuenta en GoFundMe para ayudar a cubrir los costos médicos.
En palabras de DeSkeere al Daily Mail, ella nunca antes había sentido una sensación de enfermedad tan extrema y ha decidido no volver a usar tampones. Ahora advierte a las mujeres sobre la necesidad de cambiarlos con frecuencia para prevenir infecciones peligrosas. “Mi consejo para quienes deseen usar tampones es cambiarlos cada vez que vayan al baño”, enfatizó la afectada.
La devastadora experiencia de la docente es un recordatorio de que el TSS, aunque raro, puede desarrollarse de manera rápida y tener consecuencias graves si no se trata rápidamente. “Estoy agradecida de seguir aquí y mejorando día a día”, expresó a los medios, indicando que la recuperación ha sido más dura de lo esperado, pero cada jornada representa un avance.
Cómo usar correctamente los tampones
Los tampones son un medio diseñado para absorber el flujo menstrual durante el período y se insertan en la vagina, con o sin aplicador. Clasificados como dispositivos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), estos artículos deben usarse una sola vez y luego desecharse para evitar riesgos de infección.
Actualmente, la FDA no recomienda el uso de tampones reutilizables debido a riesgos asociados, como infecciones por levaduras o bacterias, que podrían derivar en complicaciones como el TSS. Por ende, se aconseja seguir las instrucciones de uso y cambiar el tampón cada 4 a 8 horas y usar siempre el de menor absorción necesario.
Es fundamental lavarse las manos antes y después de su uso para prevenir infecciones y estar atento a cualquier síntoma inusual, comunicándose con un proveedor de atención médica si es necesario.
Qué es el síndrome de shock tóxico
El síndrome de shock tóxico o TSS es una enfermedad poco común, pero grave, causada por toxinas producidas por ciertas bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes. Estas toxinas pueden llevar a una disminución rápida de la presión arterial y afectar a múltiples órganos del cuerpo, lo que puede resultar en un fallo multiorgánico potencialmente mortal.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los síntomas incluyen fiebre alta, erupciones cutáneas, hipotensión, y pueden progresar rápidamente a complicaciones más severas.
El tratamiento del síndrome de shock tóxico requiere atención médica urgente. Los CDC recomiendan:
- Hospitalización y Cuidados Intensivos: Para monitorear y estabilizar las funciones vitales.
- Antibióticos: Administración de antibióticos para combatir la infección bacteriana subyacente.
- Terapia de Soporte: Incluye el suministro de líquidos intravenosos para mantener la presión arterial y prevenir el fallo orgánico.
- Intervenciones Quirúrgicas: En algunos casos, puede ser necesario desbridar o eliminar el tejido infectado.
- Inmunoglobulina intravenosa (IVIG): Puede ser utilizada en casos severos para neutralizar las toxinas bacterianas.