Estados Unidos advirtió este miércoles a Corea del Norte que los oficiales que planea enviar al campo de batalla en Ucrania para brindar apoyo a las Fuerzas Armadas de Rusia se convertirán en objetivos militares legítimos y quedarán a merced de las reglas de la guerra.
A través del portavoz del Consejo de Seguridad, John Kirby, la Casa Blanca señaló que “si estos soldados norcoreanos deciden unirse a los combates contra Ucrania, se convertirán en objetivos militares legítimos” e intentó, así, disuadir al régimen de Kim Jong-un de avanzar con esta decisión, que cambiaría las reglas del juego y podría representar un problema grave.
Esta semana, informes de inteligencia de Corea del Sur expusieron que Pyongyang había enviado unas 3.000 tropas especiales a Moscú -de un total de 10.000 al que se aspira llegar para diciembre-, a lo que se sumaron declaraciones del bando ucraniano asintiendo estas denuncias. Con el correr de los días, la OTAN y Washington sumaron sus propias verificaciones, puntualizando en el caso de la Casa Blanca, que hay evidencias de que miles de soldados norcoreanos están recibiendo entrenamiento para el uso de drones y equipos en Rusia, previo a su despliegue en el frente.
Esta cooperación formaría parte del acuerdo alcanzado en el último tiempo por los regímenes, que incluye una cláusula de mutua defensa a cambio de -posiblemente- tecnología de punta que podría impulsar el programa balístico y nuclear de Kim.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, confirmó la información surgida de los informes aunque sumó que aún falta verificar a detalle cuáles son los planes de estas tropas. “¿Qué están haciendo exactamente? Está por verse. Son cosas que tenemos que resolver”, dijo aunque aseguró que si efectivamente se unen a la guerra, será “un problema muy, muy grave”, cuyo impacto llegaría tanto a Europa como a la región del Indo-Pacífico.
En ese mismo sentido, la Alianza advirtió que este paso “marcaría una escalada significativa en el apoyo de Corea del Norte a la guerra ilegal de Rusia” y confirmaría “las importantes pérdidas” del Kremlin en el campo de batalla.
A la par de estas declaraciones, la agencia de inteligencia militar ucraniana (GUR) apeló por sus propios medios a los posibles combatientes norcoreanos y los instó tomar distancia de las Fuerzas Armadas rusas y deponer las armas una vez desplegados. Por medio de un video locutado en coreano en el que se ven las raciones de comida y los dormitorios en los que Kiev mantiene a los prisioneros enemigos, la oficina prometió protección a cambio de abandonar la lucha, advirtiendo, de lo contrario, de su destino.
“Nos dirigimos a los soldados del Ejército Popular de Corea que han sido enviados a ayudar al régimen de Putin. No deben morir sin sentido en tierra de otros”, se escucha en el mensaje que menciona que “los campos de prisioneros de guerra ucranianos están preparados para aceptar soldados de cualquier nacionalidad, religión e ideología”.
Es por ello que, a continuación, los llamó a “rendirse” a cambio de comida y alojamiento: “Miles de soldados rusos tomaron la decisión correcta y ahora esperan el final de la guerra en cómodos cuarteles, con tres comidas al día y asistencia médica”.
Hasta el momento, tanto Pyongyang como Moscú han desmentido las acusaciones.
(Con información de AFP y Europa Press)