Con la llegada de noviembre, el Caribe podría enfrentar una nueva fase de actividad ciclónica, a pesar de que el huracán Oscar dejó de ser una amenaza. A medida que se cierra la temporada de huracanes, los meteorólogos están atentos a las condiciones que podrían dar lugar a la formación de un nuevo ciclón.
Aunque el Centro Nacional de Huracanes confirmó que no se prevé desarrollo tropical en la próxima semana, los expertos de FOX Weather advierten que la calma podría ser temporal. En este momento, una masa de aire descendente predomina en el Caribe y el Golfo de México, dificultando la formación de ciclones. Sin embargo, se anticipa que la oscilación Madden-Julian, un patrón climático global que afecta la dinámica del aire cada 30 a 90 días, traerá aire en ascenso a la región hacia finales de octubre.
Este fenómeno se alinea con el regreso del Giro Centroamericano, que ha sido responsable de la creación de huracanes como Helene y Milton, así como de la tormenta tropical Nadine. Steve Bender, meteorólogo de FOX Weather, aseguró que “hacia finales de este mes, podríamos ver una baja presión que se forme de manera similar al Giro Centroamericano, justo en el corazón del Caribe, donde hay mucha humedad tropical disponible”.
Escenarios de desarrollo tropical
Si las condiciones son favorables, podrían emerger nuevos ciclones tropicales, y los modelos de pronóstico sugieren tres posibles escenarios:
- Barricada de Alta Presión: en este primer escenario, un sistema de alta presión podría permanecer sobre el sureste de los Estados Unidos, actuando como un escudo que protegería las costas americanas. Esto podría desviar cualquier ciclón tropical hacia el oeste, posiblemente a Centroamérica.
- Desplazamiento hacia el Este: en un segundo escenario, el sistema de alta presión podría permitir que los ciclones se desplacen hacia el este a través de Cuba y las Antillas Mayores, donde podrían perder fuerza y transformarse en sistemas post-tropicales al ser empujados hacia el Atlántico abierto.
- Riesgo para la Costa Este de EE. UU.: este es el escenario más alarmante. En este caso, una alta presión central en el Atlántico podría canalizar las tormentas hacia la costa este de Estados Unidos, afectando áreas que ya han experimentado daños significativos, como fue el caso del huracán Helene.
Los modelos meteorológicos indican que el 29 de octubre podría ser una fecha clave para el posible desarrollo de tormentas en el sur del Caribe, con mayores probabilidades de actividad en los días siguientes. Bender destacó su preocupación por el primer día de noviembre, señalando que “existe un gran potencial de actividad en el horizonte”.
Cambios en la temperatura del agua del Golfo
La temperatura promedio del agua en el Golfo de México ha bajado por debajo de lo normal por primera vez en más de un año, gracias a la combinación de frentes fríos y los efectos de las tormentas recientes. Durante estos meses, las condiciones climáticas son más favorables para la formación de ciclones tropicales debido a factores como temperaturas del agua más cálidas, baja cizalladura del viento y la humedad en la atmósfera.
Aunque la temperatura media sigue siendo de unos 27 grados Celsius, lo que es adecuado para el desarrollo tropical, las aguas del Caribe se mantienen en niveles récord, alcanzando hasta 30 grados.
La temporada de huracanes en el Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. Históricamente, se han formado dos tormentas nombradas adicionales durante las últimas semanas de octubre y noviembre, siendo una de ellas un huracán importante.
Florida aún se recupera del embate de Helene y Milton, las dos poderosas tormentas tropicales que tocaron tierra en la costa oeste estadounidense como huracanes de categoría cuatro y tres respectivamente. Se estima que la cifra de muertos por Helene asciende a 215 y 23 personas más fallecieron tras el paso de Milton.