La campaña de Kamala Harris recaudó 1.000 millones de dólares y supera por amplio margen la cosecha de Trump

Kamala Harris ha superado a Donald Trump en la recaudación de fondos para la campaña presidencial de Estados Unidos, acumulando casi 1.000 millones de dólares en los últimos tres meses, según un análisis del Financial Times. Desde julio hasta finales de septiembre, la campaña de Harris y los grupos que la apoyan han recaudado 971 millones de dólares, superando los 894 millones obtenidos por Trump desde enero de 2023.

Este logro se produce en un momento crucial, a solo dos semanas de las elecciones del 5 de noviembre, cuando ambos candidatos están recorriendo el país y bombardeando con costosos anuncios a los votantes de los decisivos estados indecisos. Las últimas encuestas sitúan a los dos candidatos codo a codo a nivel nacional y en los siete estados disputados, según el rastreador de sondeos del Financial Times.

La campaña de Harris ha atraído a 4,9 millones donantes desde su entrada en la contienda presidencial el 21 de julio, más del triple que los 1,37 millones de contribuyentes de Trump en el mismo período. Este impulso financiero se ha visto reflejado en la capacidad de Harris para lanzar costosas campañas publicitarias y recorrer el país en busca de apoyo. Las encuestas actuales muestran una contienda reñida entre ambos candidatos a nivel nacional y en los estados clave, según el rastreador de sondeos del Financial Times.

La diferencia en la recaudación de fondos se amplía aún más cuando se consideran los super comités de acción política. Estos grupos han permitido que los partidarios de Harris y el presidente Joe Biden recauden 1.580 millones de dólares desde enero de 2023, superando los 894 millones de Trump por un margen de 686 millones. En total, incluyendo los super PACs, los grupos pro-Biden y Harris han recaudado 1.890 millones de dólares, frente a los 1.520 millones de los grupos pro-Trump.

Los Super PACs, o Comités de Acción Política independientes, son organizaciones que pueden recaudar y gastar cantidades ilimitadas de dinero para influir en elecciones federales en Estados Unidos. A diferencia de los PACs tradicionales, los Super PACs no pueden donar directamente a candidatos o coordinar con sus campañas. Su misión principal es financiar publicidad y otras actividades de apoyo o crítica hacia candidatos políticos. Están autorizados a recibir contribuciones ilimitadas de individuos, corporaciones y sindicatos, y deben reportar sus donantes a la Comisión Federal de Elecciones.

El éxito de Harris en la recaudación de fondos se debe en parte al apoyo de multimillonarios como JB Pritzker y Dustin Moskovitz, quienes han contribuido significativamente a su campaña. Sin embargo, la campaña de Harris también ha dependido en gran medida de pequeños donantes, lo que la diferencia de la campaña de Trump, que ha recibido un apoyo considerable de grandes donantes como Elon Musk y otros multimillonarios.

Desde que Harris anunció su candidatura, ha logrado recaudar más de 1.000 millones de dólares, una cifra que, según The New York Times, podría ser la más rápida en alcanzar las diez cifras en una campaña presidencial. Este logro se ha visto impulsado por un aumento en las donaciones individuales en línea, con el procesador demócrata ActBlue informando que las contribuciones se duplicaron tras la entrada de Harris en la carrera.

El contexto de estas elecciones es el de las más caras en la historia de Estados Unidos, con un gasto total proyectado de 15.900 millones de dólares, superando el récord de 2020, según un informe de OpenSecrets. A pesar de la ventaja financiera de Harris, Trump sigue siendo un contendiente formidable, respaldado por donantes influyentes y una base de apoyo leal.

En el mismo informe de OpenSecrets, revela que entre ambas campañas presidenciales de los principales partidos, sus super PAC relacionados y otros grupos afines gastarán 800 millones de dólares más que en 2020, que había marcado un récord en la historia de las elecciones presidenciales estadounidenses.

En realidad, el informe presenta dos realidades: en primer lugar, el fuerte aumento del gasto, relacionado en muchos aspectos con la inflación, en el gasto de campaña durante el ciclo electoral de 2020, una tendencia que se está enfriando, pero que aún no se ha invertido. Y en segundo lugar, es un signo de la continua destreza de los demócratas en la recaudación de fondos, que han superado a sus oponentes y han liderado al Partido Republicano en dinero recaudado en cada período desde que Kamala Harris ascendió a la cima de la candidatura de su partido.

El papel de la inflación en el gasto de campaña es especialmente evidente: cuando se ajusta al valor actual del dólar, el gasto electoral total del ciclo de 2020 supera de hecho el total previsto para este año. Pero incluso con esos ajustes, la cantidad proyectada es aproximadamente el doble del total ajustado del ciclo de 2016.

En los últimos meses, la campaña de Trump ha enfrentado desafíos financieros, quemando reservas de efectivo y entrando en la recta final con desventajas claras. Sin embargo, estos problemas económico no lo alejan de la carrera ni mucho menos. El ex presidente continúa con sus con esfuerzos para movilizar a sus seguidores en estados críticos como Carolina del Norte.

(Con información de Financial Times y The Independent)