A exactamente dos semanas de que se celebren las elecciones presidenciales, Estados Unidos reiteró su alerta sobre la interferencia de actores extranjeros como Rusia, Irán y China.
Este martes, un funcionario de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional cargó contra estos regímenes autoritarios -principales enemigos de la Casa Blanca- y los acusó de estar trabajando por difundir información falsa y fomentar la polarización en la sociedad, respecto a narrativas que tienden a dividir a Republicanos y Demócratas.
“Los actores extranjeros, en particular Rusia, Irán y China, siguen empeñados en avivar narrativas polarizadoras para dividir a los estadounidenses y socavar su confianza en el sistema democrático de Estados Unidos”, comenzó diciendo el funcionario durante una sesión informativa.
Esta iniciativa se traduce en acciones como amenazas físicas, operaciones de desinformación, siembra de incertidumbre y hasta violencia en el período previo y posterior a los comicios, puntualizó. Para todo ello, es probable que se empleen herramientas de inteligencia artificial, que permiten la creación de un mayor volumen de contenido, de mejor calidad y que es más fácilmente transmitido por redes sociales, principalmente.
“Estas actividades son coherentes con lo que los actores perciben que es en su interés, incluso cuando sus tácticas siguen evolucionando. La comunidad de inteligencia espera que los esfuerzos de influencia extranjera se intensifiquen en el período previo al día de las elecciones, especialmente a través de mensajes en las redes sociales”, sumó el estadounidense.
De hecho, ya a principios de septiembre, otro alto cargo de los servicios de inteligencia en Washington había señalado que Rusia es, de momento, el adversario extranjero más activo a la hora de buscar influir en los comicios del 5 de noviembre, mientras que China está más enfocado en influir en las contiendas electorales e Irán demostró un aumento de sus esfuerzos respecto a ciclos anteriores.
No obstante, ambos funcionarios aseguraron que las agencias estadounidenses han puesto en marcha múltiples sistemas de verificación y monitoreo en línea gracias a los cuales es poco probable que estos intentos de manipulación efectivamente tengan un impacto en los comicios.
El pueblo estadounidense, sin embargo, no es el único blanco de estos grupos; en lo que va de la campaña, los propios equipos de Trump y Harris se han visto alcanzados por estas operaciones.
Por ejemplo, a mediados de agosto, desde el bando republicano denunciaron que “algunas de sus comunicaciones” habían sido hackeadas por piratas informáticos persas, mientras que el sitio de noticias Politico dijo haber recibido en julio correos electrónicos en los que se ofrecía un informe sobre las “potenciales vulnerabilidades” del aspirante a la vicepresidencia rojo, JD Vance.
“Estos documentos fueron obtenidos ilegalmente de fuentes extranjeras hostiles a Estados Unidos, con la intención de interferir en las elecciones de 2024 y sembrar caos en todo nuestro proceso democrático”, dijo el vocero del empresario republicano, Steven Cheung.
La carrera por la Casa Blanca, ya entrando en sus últimas etapas, sigue aún muy pareja. El último sondeo realizado por Reuters/Ipsos expuso que Harris lleva una leve ventaja del tres puntos porcentuales frente a Trump, con el 46% y el 43% respectivamente.
Sin embargo, entre las preguntas se identificó que la mayoría de los encuestados tenían una opinión negativa sobre el estado de la economía y la inmigración, lo que favorecía el discurso del republicano. Así, 70% se mostró insatisfecho con las políticas empleadas para intentar detener el aumento del costo de vida, mientras que el 65% opinó de manera equivalente en lo que respecta al control de las fronteras.
(Con información de Reuters)