Tras la experiencia devastadora de la pandemia de COVID-19, los científicos advirtieron que el mundo debía estar mejor preparado para futuras emergencias de salud pública. Ahora, dos nuevos brotes virales en África están despertando serias preocupaciones entre los funcionarios de salud global.
En Ruanda, el país enfrenta su primer brote de virus de Marburgo, un pariente cercano del ébola, considerado uno de los virus más mortales conocidos. Con una tasa de letalidad cercana al 88%, Marburgo ha cobrado la vida de 15 personas en el país desde el inicio de este brote, de acuerdo con cifras del diario The Guardian.
Según el Ministro de Salud de Ruanda, el doctor Sabin Nsanzimana, se han confirmado 62 casos, de los cuales 38 pacientes se han recuperado. “Nueve personas siguen en tratamiento, pero la mayoría está mejorando”, informó Nsanzimana en una rueda de prensa virtual.
Brotes mortales de virus de Marburgo
El brote fue declarado oficialmente el 27 de septiembre de este año, después de que las autoridades de salud notaron que el tratamiento para malaria que estaban administrando no estaba dando resultados. A estas alturas, algunos trabajadores de la salud ya habían sido contagiados.
Sin embargo, el ministro afirmó que la respuesta al brote ha mejorado significativamente en las últimas semanas. “Estamos viendo una tendencia positiva: los nuevos contagios han disminuido en más del 50% en comparación con las primeras dos semanas. En los últimos días consecutivos, no hemos detectado nuevos casos”, dijo, añadiendo que en la última semana las personas que se han recuperado superan en número a las fallecidas.
Actualmente, no existen vacunas o tratamientos aprobados para el virus de Marburgo, aunque varias ya están en fases iniciales de ensayos clínicos. Una de ellas, desarrollada por el Instituto Sabin de Vacunas, ya ha entregado 1,800 dosis a Ruanda, y 856 personas en grupos de alto riesgo, como contactos cercanos y personal de salud, han recibido una dosis de esta vacuna experimental.
Nuevas medidas de control en Estados Unidos
Ante el brote en Ruanda, Estados Unidos ha implementado nuevas medidas de control sanitario para los viajeros que lleguen desde este país. A partir del 15 de octubre, todos los pasajeros que hayan estado en Ruanda en los últimos 21 días deberán aterrizar en uno de tres aeropuertos designados: el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York, O’Hare en Chicago, o Dulles en Washington, donde se les realizarán controles médicos adicionales, según CBS News.
De acuerdo con el portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), David Daigle, el riesgo de que el virus de Marburgo llegue a Estados Unidos es bajo, pero las medidas se toman “por precaución”. Los pasajeros serán sometidos a controles de temperatura y deberán responder preguntas sobre posibles síntomas o exposiciones al virus.
Aquellos que presenten fiebre, escalofríos, dolores de cabeza u otros síntomas comunes de la enfermedad después de haber pasado los controles deberán aislarse inmediatamente y buscar atención médica.
En Ruanda, el gobierno sigue rastreando los posibles focos de infección y ha implementado pruebas para todos los viajeros, tanto en el Aeropuerto Internacional de Kigali como en las fronteras terrestres, con el fin de contener el virus lo antes posible.
El virus de Marburgo se transmite a través del contacto con fluidos corporales como saliva, semen, orina y sudor, lo que facilita su contención una vez que se detecta. Inicialmente, sus síntomas se parecen a los de muchas otras enfermedades, con fiebre y dolores de cabeza, pero si no se trata, puede derivar en náuseas, diarrea y hemorragias. El virus suele encontrarse en murciélagos frugívoros y puede transmitirse a los humanos a través de mordeduras o consumo de carne infectada.
Crecientes brotes de mpox en África
Mientras que el virus de Marburgo concentra la atención de las autoridades sanitarias en África, otro brote viral sigue propagándose silenciosamente: la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono. En la última semana, Zambia y Zimbabue confirmaron sus primeros casos, sumándose a los 17 países africanos donde la enfermedad ya está presente.
El Dr. Jean Kaseya, director general del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (Africa CDC), advirtió que la viruela símica, especialmente una nueva variante llamada Clado 1b, está fuera de control y que, de no actuar rápido, las muertes continuarán aumentando.
Según The Associated Press, más de 900 personas han fallecido este año, en su mayoría niños, con la República Democrática del Congo como epicentro del brote. La falta de inmunidad debido a la interrupción de la vacunación contra la viruela en los años 80 ha dejado a la población infantil particularmente vulnerable.
Para contener el brote, Kaseya señaló que África necesita alrededor de 10 millones de dosis de vacunas y 600 millones de dólares, pero la falta de financiación y el acaparamiento de vacunas por parte de los países ricos ha retrasado la respuesta. Mientras tanto, países como Ruanda y la República Democrática del Congo ya han comenzado a administrar las vacunas disponibles.
Kaseya instó a la comunidad internacional a intensificar los esfuerzos para evitar que la crisis sanitaria empeore en el continente.