(Washington, Estados Unidos) Joe Biden y Benjamín Netanyahu reiniciaron las negociaciones para acordar una propuesta de cese del fuego que se propondrá al grupo terrorista Hamas a través de Qatar y Egipto, que representan sus intereses en las conversaciones diplomáticas con Estados Unidos e Israel.
Biden y Netanyahu coinciden en que la muerte de Yahya Sinwar abrió una abrupta instancia de diálogo con Hamas -que es apoyado por Irán- para lograr una tregua que permita liberar a los 101 rehenes que están secuestrados en Gaza. Pero esa es la única coincidencia política entre el Presidente de Estados Unidos y el premier israelí, ante un escenario caótico en Medio Oriente que incluye conflictos abiertos con Irán, Líbano, Siria, Irak, Cisjordania y Yemen.
Netanyahu está empoderado por la muerte de Sinwar y siempre tuvo una perspectiva más agresiva que Biden para encontrar la salida a cada uno de los conflictos regionales que protagonizan -en distinta forma- Israel e irán. Esto no implica que Washington deja librado al azar a Jerusalem, sino que las propuestas de ambos mandatarios en el terreno difieren y causan innumerables roces diplomáticos y personales.
Netanyahu desea la libertad de los rehenes, pero no cederá el control militar en Gaza, no suspenderá la ofensiva en el Líbano y tampoco descartará un ataque a blancos iraníes vinculados al desarrollo nuclear o al sistema de producción petrolera. Esta posición omnicomprensiva del líder israel sobre la situación en Medio Oriente, no es apoyada in totum por la administración demócrata.
Biden asume que todos los temas están vinculados y que necesariamente Irán atará todos los asuntos ante la ofensiva exitosa que Israel protagoniza en cada uno de los frentes de combate. Pero a su vez considera que hay que desescalar el conflicto regional por etapas, que el capítulo Hamas-Gaza debería ser el comienzo de una negociación que a posteriori incluya El Líbano, el probable ataque de Israel a Irán y la compleja situación de los Hutíes en Yemen.
“Los dos líderes coincidieron en que existe una oportunidad para promover la liberación de los secuestrados y que trabajarán juntos para lograr este objetivo”, afirmó en un comunicado la oficina del primer ministro israelí tras la conversación que mantuvo Netanyahu con Biden.
“Es hora de que esta guerra termine y traigamos a estos rehenes a casa. Así que eso es lo que estamos listos para hacer”, dijo Biden cuando llegó a Berlín, después de haber hablado con Netanyahu durante su vuelo de Estados Unidos a Alemania.
En este contexto, Antony Blinken viajará a Israel en los próximos días para mantener un cónclave con Netanyahu. Será la novena gira a Medio Oriente que realice el secretario de Estado luego del ataque ejecutado por Hamas a principios de octubre de 2023. Esa operación terrorista diseñada por Sinwar causó mas de 2.000 muertos, incontables de heridos y mutilados, y más de doscientos secuestrados en los túneles de Gaza.
La misión diplomática de Blinken es incierta. No solo debe acordar con Netanyahu las condiciones de la tregua, sino que además debe convencer a Qatar y Egipto que median con Irán y Hamas. Es un laberinto geopolítico con escasas salidas.
La muerte de Sinwar descomprime una eventual mesa negociación, ya que su posición era intransigente y alimentaba la intransigencia de Netanyahu. Pero Hamas es una organización terrorista vertical bajo las órdenes de Irán, adonde una pieza caída es reemplaza por otra pieza que tiene idéntica carga ideológica. El sucesor de Sinwar no será una paloma, si así lo decide el régimen de los ayatollahs.
“A la gente de Gaza, tengo un mensaje simple: Esta guerra puede terminar mañana. Puede terminar si Hamás depone las armas y devuelve a nuestros rehenes”, afirmó Netanyahu en su última presentación pública.
“Los mártires de los crímenes del régimen sionista, especialmente el mártir Sayyed Hassan Nasrallah, son consideradas grandes perdidas para los movimientos y el pueblo islámicos. Su martirio no significa el fin de la resistencia y la lucha continuará”, dijo el general Mohammad Baqer Ghalibaf, portavoz conservador del Parlamento iraní, en referencia a la muerte de Sinwar y del líder de Hezbollah.
Para quebrar esta dialéctica, y evitar los fracasos anteriores, Blinken ayer mantuvo conversaciones telefónicas con el canciller saudí Faisal bin Farhan Al Saud y el primer ministro de Qatar Mohammed bin Abdulrahman Al Thani. Los dos se pusieron a disposición, y es probable que Blinken extienda su gira desde Jerusalem a Riad y Doha.
La negociación entre Biden y Netanyahu para proponer a Irán y Hamas un cese del fuego en Gaza llevará un tiempo prudencial, frente a una fecha clave que puede frenar este nuevo proceso de negociación en Medio Oriente. Se trata del 5 de noviembre, día de los comicios presidenciales en Estados Unidos.
Si vence Kamala Harris, las conversaciones podrían continuar: ella es vicepresidente de Biden. En cambio, si vence Donald Trump, el proceso se detendrá inexorablemente. El candidato republicano tiene otra perspectiva de los hechos, y nada se moverá públicamente hasta que asuma en la Casa Blanca.