Florida, un estado que durante años atrajo a miles de nuevos residentes por su clima cálido, beneficios fiscales y oportunidades laborales, está viviendo un giro inesperado en su mercado inmobiliario. La combinación de un exceso de inventario de viviendas, altos costos de seguros y un clima cada vez más extremo ha comenzado a enfriar lo que antes era un robusto auge inmobiliario.
Anthony Holmes, quien en 2021 dejó Virginia para mudarse a una comunidad cerrada en Tampa, es uno de los muchos que se enfrenta a esta nueva realidad. Tras invertir 600,000 dólares en una casa de cinco habitaciones, incluidas mejoras significativas, Holmes tuvo que regresar a Virginia por trabajo. Con la esperanza de vender su casa rápidamente, la listó en febrero, solo para encontrar un mercado cada vez más apático.
A pesar de reducir el precio hasta en cinco ocasiones, no ha recibido ni una sola oferta. “No puedo deshacerme de ella”, lamenta. “En ocho meses, no he tenido ninguna oferta. Nadie se presentó a las jornadas de puertas abiertas”, contó a The Wall Street Journal (WSJ).
La situación de Holmes es un reflejo de lo que está ocurriendo en gran parte de Florida, especialmente en la costa oeste, donde el exceso de inventario y la disminución del interés de los compradores están ralentizando las ventas. Este fenómeno está enfriando un mercado que había sido uno de los más dinámicos del país en la última década. Las tormentas tropicales y huracanes, que cada vez impactan más a la costa oeste del estado, han agravado la situación.
De acuerdo con CBS News, entre 2021 y 2023, Florida experimentó un auge poblacional sin precedentes, convirtiéndose en el estado de más rápido crecimiento en el país. Este aumento se vio impulsado por la posibilidad del trabajo remoto y el deseo de un estilo de vida más atractivo tras la pandemia. Sin embargo, la combinación de altos precios de viviendas, costos de seguros en aumento y tasas de interés hipotecarias elevadas ha llevado a muchos a reevaluar su sueño de vivir en el estado del sol.
Los precios de las viviendas en Florida se duplicaron entre 2017 y 2024, pero desde marzo de 2023 han permanecido relativamente estables. Con los hogares alcanzando precios récord en muchas áreas, los analistas advierten que una corrección de precios podría estar a la vuelta de la esquina. “Definitivamente ha habido un aumento considerable en el inventario, lo que nos diferencia de otros estados”, comentó al WSJ Brad O’Connor, economista jefe de Florida Realtors. “Podríamos ver un deterioro de precios en algunas áreas.”
La situación es más grave en el sector de seguros, donde las primas han aumentado hasta un 400% en los últimos cinco años, convirtiendo a Florida en uno de los estados con los costos de seguros más altos del país. Estas cifras están destinadas a aumentar aún más tras la temporada de huracanes, lo que podría llevar a una mayor desaceleración en el mercado inmobiliario.
Katherine Frattarola, quien asesora a propietarios adinerados, señala que muchos de sus clientes han reconsiderado sus planes de mudarse a propiedades frente al mar en Florida. Algunos están optando por mudarse hacia el interior o incluso a otros estados.
En áreas como Tampa, Orlando y la Costa Espacial, el inventario de viviendas unifamiliares y condominios ha aumentado más del 50% en comparación con el año anterior, mientras que la demanda ha disminuido en un 10% o más.
Aproximadamente la mitad de las casas en venta en Tampa han experimentado reducciones de precio, situándose entre las tres principales áreas metropolitanas de Estados Unidos en este aspecto, según USA Today. Mientras tanto, el mercado de condominios también enfrenta su propia crisis. La reciente legislación destinada a reforzar la seguridad de estos edificios tras el colapso de un condominio en Miami ha resultado en gastos adicionales que han perjudicado a muchos propietarios.
El impacto en el mercado ha sido tal que incluso los inversionistas institucionales, que tradicionalmente habían visto a Florida como un lugar atractivo para invertir, están comenzando a vender. En ciudades como Tampa y Orlando, las carteras de viviendas unifamiliares de estos inversores representan aproximadamente una de cada 20 propiedades en venta, y han sido vendedores netos en los últimos meses.