La sorprendente llegada de la primera nevada significativa desde 2010 ha impactado a los estados del noreste de Estados Unidos, particularmente Vermont y el norte de Nueva York. Los residentes se despertaron sorprendidos el jueves 17 de octubre por la mañana al encontrar que el terreno estaba cubierto de nieve, algo inusual para este tiempo del año.
De acuerdo con ABC News, en los picos más altos de la cordillera de las Green Mountains, se observaron acumulaciones de nieve sin precedentes para su fecha más temprana en 14 años. En el monte Mansfield, el pico más alto de Vermont, la nieve alcanzó los 30 centímetros (12 pulgadas), mientras que en la cumbre del monte Whiteface, en las montañas Adirondack de Nueva York, acumuló 38 centímetros (15 pulgadas).
En un acontecimiento que parecía anticipar las heladas invernales, millones de habitantes desde Oklahoma hasta Maine se enfrentaron al aire frío más intenso visto esta temporada. Dicho fenómeno llevó a emitir alertas por heladas y congelamientos que afectarán alrededor de la mitad del país, indicando condiciones meteorológicas extremas en 20 estados del Este. Acorde a las declaraciones del Servicio Meteorológico Nacional en Burlington, Vermont, recogidas por ABC News, “el clima nevado empata con el año 2010 como la fecha más temprana en que la profundidad de la nieve en el Monte Mansfield alcanzó un pie”.
El oeste del país no fue ajeno a las inclemencias del tiempo. Desde Oregón hasta Colorado, se activaron alertas y advertencias de tormenta invernal, prediciendo una nevada que podría llegar a superar los 60 centímetros (24 pulgadas) en las Montañas Rocosas antes del fin de semana.
Este fenómeno pronosticó bajas temperaturas extremas e incluso emitió advertencias de bandera roja que señalaban un alto riesgo de incendios en regiones como el área de la bahía de San Francisco y gran parte del norte de California. Según ABC News, la situación se tornó especialmente crítica en partes de Colorado y Minnesota, donde se previó un peligro extremo de incendio en Nebraska.
ABC News afirmó que el aire frío también afectó al sureste. Muchas ciudades como Little Rock, Arkansas, Birmingham, Alabama y Atlanta se encontraron bajo alertas de heladas. En Asheville, Carolina del Norte, que aún está en proceso de recuperarse de las devastadoras inundaciones provocadas por el huracán Helene a finales de septiembre, la alerta por heladas se activó el jueves. Además, en la Bahía de Tampa, Florida, las temperaturas mínimas sorprendieron al descender a 10 grados Celsius (50 °F).
Sin embargo, este episodio marcado de frío parece ser transitorio. En los próximos días, se espera un aumento de las temperaturas en gran parte de la mitad oriental del país. Con base en las previsiones meteorológicas citadas por ABC News, “se pronostica que las temperaturas subirán a los 21 grados Celsius (70 °F) en el noreste y los 27 grados Celsius (80 °F) en el sur durante el fin de semana”. En ciudades clave como Nueva York, se anticipa que el domingo 20 de octubre las temperaturas bajen hasta los 23 grados Celsius (73 °F), mientras que en Tampa, podrían alcanzar los 28 grados Celsius (83 °F).
Por su parte, el noroeste del Pacífico se preparaba para recibir su primera gran tormenta invernal de la temporada el jueves. Este fenómeno se desarrolló en un contexto de vientos fuertes y condiciones secas que impulsaron alertas meteorológicas por riesgo de incendios en toda la costa oeste. Además, los fuertes vientos y el estado de la vegetación seca aumentan los peligros potenciales de incendios forestales, especialmente en estados occidentales como California y Colorado.