La Universidad de Harvard fue criticada luego de que el presidente del Comité Selecto sobre el Partido Comunista Chino (CCP) de la Cámara de Representantes, John Moolenaar, diera a conocer que el centro educativo impuso medidas disciplinarias contra dos estudiantes, de origen taiwanés y tibetano, que protestaron contra el gobierno de Xi Jinping durante una conferencia del embajador de China, ocurrida en abril de este año.
Tanto Moolenaar, como la congresista Virginia Foxx, presidenta del Comité de Educación y Trabajo, criticaron lo que consideraron un trato desigual y permisivo hacia los estudiantes a favor del PCC, ya que de acuerdo con su propia investigación, no se tomaron medidas contra un estudiante que las agredió físicamente.
El incidente ocurrió el 20 de abril de 2024, cuando Cosette Wu interrumpió el discurso del embajador Xie Feng con gritos para denunciar presuntas violaciones a los derechos humanos registradas en Taiwán por parte del gobierno de Xi. Durante la manifestación, un estudiante de origen chino identificado como Zou Hongji tomó el brazo a Wu y la arrastró fuera del recinto, un hecho que fue captado en video y reportado como agresión física ante la policía de Massachusetts.
Mientras Wu era arrastrada fuera del auditorio, Tsering Yangchen, integrante del Comité de Estudiantes por un Tíbet Libre de Boston, se levantó de su lugar y mostró una pancarta con la leyenda “la gente muere (people die)”, sumándose a gritar consignas contra el gobierno de China. La joven también fue escoltada fuera del recinto para que el embajador pudiera continuar con su presentación.
Yangchen declaró a Voice of America que el día del incidente un estudiante de origen chino, quien parecía ser otro de los organizadores, se le acercó y le exigió que le diera los nombres de los manifestantes. Luego, cuando ella iba hacia afuera del recinto, esa persona la siguió, lo que le hizo sentir miedo.
De acuerdo con los documentos citados por el Comité Selecto sobre el Partido Comunista Chino (CCP), Harvard, que originalmente había recomendado una amonestación para las estudiantes, cambió la medida por una sanción por “conducta inapropiada”.
Según Taiwan News, la junta disciplinaria de la universidad decidió imponerle una sanción por violar las reglas de la universidad sobre la libertad de expresión, aunque no especificó qué directrices había quebrantado. Wu explicó al medio que su intención principal era “proteger la libertad de expresión” al mostrar disenso hacia el representante del Partido Comunista Chino (PCC), con el objetivo de incitar al público a reflexionar críticamente sobre el discurso del embajador. Además, afirmó no ser consciente de que sus acciones infringían las normas de la universidad y sostuvo que no había impedido al embajador hablar. La identidad de un tercer estudiante que también fue sancionado no fue revelada.
Zou fue doxxeado (investigado por usuarios de redes sociales y sus datos revelados en línea) luego del incidente. Se le identificó como maestrante en la Escuela de Graduados en Educación de Harvard y miembro de la Asociación de Estudiantes y Académicos Chinos (vinculada al PCC), también fue notificado por la escuela, vía correo electrónico, de que había violado la política universitaria sobre violencia física.
Harvard no le impuso sanciones debido a las repercusiones negativas que Zou sufrió en redes sociales. Martin West, decano académico, indicó que debido a esto, la escuela sólo emitiría una carta de censura y se disculpó por el daño que él y su familia habían sufrido tras el incidente.
El congresista Moolenaar aseguró que Harvard tuvo un trato preferencial hacia los estudiantes que apoyan al Partido Comunista Chino, lo que criticó fuertemente como presidente del Comité Selecto: “No podemos permitir que nuestras instituciones educativas se conviertan en herramientas del régimen comunista chino”.
Moolenaar, a través de un comunicado oficial, afirmó que la medida más severa fue aplicada contra Wu, quien fue notificada de estar bajo probatoria disciplinaria al menos durante cuatro días. Según el Manual de Harvard College, esta medida se convierte en una nota permanente en su expediente y debe ser mencionada en todas las cartas de recomendación emitidas por la universidad.
El caso ha provocado una división de opiniones en las redes sociales y en el Congreso estadounidense, donde la influencia del CCP en las universidades estadounidenses está siendo investigada.
¿Qué dice el reglamento de Harvard sobre la libertad de expresión?
Las Directrices sobre la Libertad de Expresión de Harvard destacan la importancia fundamental del libre intercambio de ideas para su misión de investigación, enseñanza y aprendizaje. De acuerdo con sus normas, restringir la libertad de expresión socava la libertad intelectual y niega a los individuos la oportunidad de expresar o escuchar opiniones impopulares.
Los lineamientos establecen que la universidad promueve el discurso racional en lugar de la censura, apostando por los beneficios a largo plazo de permitir la expresión de ideas nocivas.
El documento enfatiza que el derecho a disentir debe ser equilibrado con el derecho de los oradores y audiencias a expresarse y escuchar sin interrupciones. Un discurso solo se considera interrumpido cuando una acción es repetida o continua, impidiendo la comunicación clara. Para evitar confusiones, se recomienda un procedimiento de advertencia ante disrupciones.
Sin embargo, Harvard se reserva el derecho a implementar medidas de seguridad cuando sea necesario y, en casos de violencia o disrupciones graves, sancionar a los responsables. Estas sanciones van desde amonestaciones hasta la expulsión temporal o definitiva.
Cronología del incidente
- Estudiantes de Harvard organiza una conferencia en abril de 2024 con la presencia del embajador chino Xie Feng. La Asociación de Estudiantes y Académicos Chinos, liderada por Zou Hongji, participa en la organización del evento.
- En el trasfondo están las tensiones entre el gobierno de China y los activistas de derechos humanos, especialmente los estudiantes de origen taiwanés, quienes denuncian violaciones a los derechos humanos en Taiwán y Tíbet.
2. 20 de abril de 2024: Día del incidente
- Cosette Wu, estudiante de origen taiwanés, interrumpe el discurso del embajador Xie Feng en Harvard, gritando en contra del régimen de Xi Jinping y acusando al gobierno chino de violaciones a los derechos humanos en Taiwán.
- Mientras Wu protesta, Zou Hongji toma su brazo y la arrastra fuera del auditorio. Este momento queda registrado en video y más tarde es denunciado como agresión física.
- Mientras tanto, Tsering Yangchen, otra estudiante, se levanta y despliega una pancarta con el mensaje. Se une a los gritos en contra del gobierno chino, siendo escoltada fuera del recinto por personal de seguridad.
3. Las repercusiones inmediatas
- La agresión contra Cosette Wu es reportada a la policía de Massachusetts, lo que genera atención mediática y una respuesta dentro de la universidad.
- Harvard inicialmente recomienda una simple amonestación para Wu y Yangchen por interrumpir el evento, pero luego decide imponer una sanción más severa por “conducta inapropiada”.
- Zou es víctima de doxxing y su información personal es publicada en línea.
4. Investigación y denuncias de trato desigual
- El Comité Selecto sobre el Partido Comunista Chino (CCP) en la Cámara de Representantes, liderado por John Moolenaar, critica a Harvard por lo que consideran un tratamiento desigual: Cosette Wu y Tsering Yangchen reciben sanciones por su protesta. Zou Hongji, el estudiante que agredió a Wu, solo recibe una carta de censura y no enfrenta mayores consecuencias.
- Además, Yangchen denuncia que un estudiante chino, posiblemente otro organizador, la intimidó para obtener los nombres de los manifestantes y la siguió hasta fuera del recinto, haciéndola sentir amenazada.
- Moolenaar y Virginia Foxx, presidenta del Comité de Educación y Trabajo, critican públicamente a Harvard por lo que perciben como un trato preferencial hacia los estudiantes alineados con el Partido Comunista Chino.
Las políticas de China hacia el Tíbet y Taiwán
La situación política entre China, Taiwán y el Tíbet está marcada por tensiones históricas y políticas que afectan la estabilidad de la región y las relaciones internacionales de Beijing, particularmente con Washington.
El Tíbet, anexionado por China en la década de los 50, ha visto en los últimos años esfuerzos por parte de Pekín para relocalizar de forma forzada a aldeanos y pastores tibetanos, a lo que se suman las políticas oficiales para controlar su idioma y cultura budista tradicional.
Las reubicaciones se ajustan a un patrón de demandas del gobierno chino para que las minorías étnicas adopten el idioma estatal, el mandarín, y prometan lealtad al gobernante Partido Comunista en los territorios del oeste y del norte del país, que incluyen a millones de tibetanos, uigures de Xinjiang, mongoles y otras minorías.
De acuerdo con varias ONG, más de tres millones de los más de 4,5 millones de tibetanos que viven en zonas rurales se han visto obligados a abandonar su estilo de vida nómadas tradicionales basados en el pastoreo de yaks y la agricultura para asentarse en las provincias vecinas de Sichuan, Yunnan y Qinghai.
La relación con Taiwán, por otro lado, es también tirante ya que China ve a la isla como un territorio rebelde que busca el reconocimiento internacional, aunque no ha declarado formalmente su independencia para evitar un conflicto militar. Estados Unidos ha jugado un rol clave, apoyando militarmente a través de la Ley de Relaciones con Taiwán al gobierno autónomo de la isla, pero sin reconocer oficialmente su independencia.
El régimen de Xi Jinping ha intensificado su actividad militar en torno a Taiwán en los últimos años, enviando aviones de guerra y otras aeronaves militares, mientras sus barcos mantienen una presencia casi constante en torno a las aguas de la isla.
La situación en ambos territorios es un punto clave en la política exterior de China, que busca reafirmar su soberanía e impedir cualquier intento de independencia, mientras que en el ámbito internacional, especialmente en relación con Taiwán, las tensiones siguen creciendo en un contexto de rivalidad con potencias occidentales.