Un joven de 14 años ha sido arrestado en el condado de Anne Arundel, convirtiéndose en el segundo sospechoso vinculado al asesinato de Kendrick McLellan, un hombre de 26 años que fue encontrado muerto en un automóvil en Columbia, Maryland. La detención se produjo el 16 de octubre de 2024 en su escuela secundaria en Severn, Maryland, según informó la policía del condado de Howard.
McLellan fue hallado sin vida en su vehículo a las 2:14 a.m. del 12 de octubre en un estacionamiento de un edificio de oficinas ubicado en la cuadra 8800 de Centre Park Drive. Las fuerzas de seguridad indicaron que la víctima había sido reportada como desaparecida días antes y que el tiroteo en el que perdió la vida ocurrió el 9 de octubre alrededor de las 5 p.m. en el mismo lugar donde se descubrió su cuerpo, de acuerdo con The Baltimore Banner.
Las autoridades también arrestaron a un joven de 17 años el 15 de octubre en la escuela secundaria Howard, donde asistía. Durante este arresto, se encontró un arma cargada en su mochila, la cual había sido modificada para ser completamente automática y contenía un cargador extendido. Este joven estaba bajo la supervisión del Departamento de Servicios Juveniles de Maryland y tenía un dispositivo de monitoreo en el tobillo debido a un incidente previo en otra jurisdicción, según informó CBS News.
Ambos jóvenes enfrentan cargos de homicidio en primer grado y se encuentran detenidos sin derecho a fianza en el Centro de Detención del Condado de Howard. Las fuerzas de seguridad han señalado que McLellan y los sospechosos se conocían, aunque los detalles de su relación y el motivo del crimen siguen siendo objeto de investigación, según WMAR.
Los eventos que llevaron a este homicidio comenzaron cuando, de acuerdo con las autoridades, McLellan habría recogido a los dos jóvenes en una residencia en Ellicott City antes de trasladarse al lugar del tiroteo. La madre de McLellan expresó su dolor en un comunicado, pidiendo que se respetara la privacidad de su familia. Destacó que su hijo era un padre cariñoso y extrovertido y pidió justicia por su muerte, según The Baltimore Banner.
El superintendente escolar del condado de Howard, Bill Barnes, comentó que el joven de 17 años había sido transferido desde otro distrito escolar y que el personal educativo no tenía información sobre su historial delictivo hasta una audiencia de fianza. Indicó que si hubieran tenido acceso a esos datos, no habría sido aprobado para asistir a la institución educativa Howard, de acuerdo con CBS News.
Barnes también destacó que hay actualmente 48 alumnos en las escuelas del condado que tienen delitos denunciables o están bajo la custodia de la agencia de menores. A raíz de esta situación, ha anunciado la creación de un grupo asesor para abordar la seguridad escolar, que estará compuesto por alumnos, padres, las fuerzas de seguridad y otros miembros de la comunidad, según WMAR.
Las autoridades del condado de Howard están trabajando en estrecha colaboración con la agencia de menores para identificar y gestionar los casos de jóvenes que presentan antecedentes delictivos. Este enfoque busca mejorar la seguridad en las escuelas y evitar que alumnos en riesgo lleven armas o realicen actos violentos, de acuerdo con The Baltimore Banner.
Desde el descubrimiento del cuerpo de McLellan, se han realizado diversas actividades de control y vigilancia en la zona por parte de las fuerzas de seguridad. Las autoridades han instado a la comunidad a estar alerta y a reportar cualquier comportamiento sospechoso. La investigación sobre el homicidio continúa activa, con un enfoque en reunir más pruebas y testimonios que puedan esclarecer los motivos y circunstancias que rodean este caso, según CBS News.
Las autoridades han reafirmado su compromiso con la seguridad de los alumnos y la comunidad en general. Están trabajando para cerrar las brechas en el sistema que permitieron la falta de información sobre el historial delictivo del joven de 17 años, con la intención de prevenir futuros incidentes en el ámbito escolar, según WMAR.
A medida que se desarrolla esta situación, las autoridades y la comunidad permanecen en estado de alerta ante el aumento de la violencia juvenil y la necesidad de estrategias más efectivas para garantizar la seguridad en los entornos educativos.