Un maestro sustituto en Woodbury High School fue acusado de realizar una representación del asesinato de George Floyd durante una clase, un incidente que ha generado una investigación policial y el rechazo de la comunidad educativa. Según informó CBS News, el incidente se desarrolló en una clase de inglés para estudiantes de décimo y duodécimo grado, y fue considerado por la directora del colegio, Sarah Sorenson-Wagner, como un acto no provocado.
El maestro, Steven Williams, un oficial en Prescott, Wisconsin, fue puesto en licencia administrativa. En una conferencia de prensa, el jefe de policía de Prescott, Eric Michaels, señaló que “las acusaciones actuales, si son ciertas, son muy perturbadoras y reprensibles”.
El incidente conmocionó a los estudiantes, quienes señalaron que el maestro intentó recrear las acciones policiales que llevaron a la muerte de Floyd. El medio local KSTP indicó que también se recibieron acusaciones sobre la actuación de Williams, incluyendo cómo arrojó a un estudiante al suelo y las demostraciones de puntos de presión en el rostro y la barbilla.
Además, se le acusa de realizar comentarios racistas y chistes sexistas, afirmando que “la brutalidad policial no es real” y que “los policías serían los mejores criminales” porque “saben cómo librarse de las cosas”.
Tras el incidente, la comunidad educativa de South Washington County Schools tomó medidas inmediatas. En una carta dirigida a estudiantes y familias, las autoridades informaron que el maestro ha sido prohibido de acceder a cualquier propiedad del distrito. Según CBS News, esta situación llevó a que Teachers on Call, la agencia de contratación que colocó a Williams en la escuela, terminara su empleo.
Danielle Nixon, portavoz de la agencia, declaró que Williams “ya no es un empleado”, reafirmando su política de tolerancia cero ante cualquier forma de conducta violenta o dañina.
El Departamento de Policía de Woodbury está a cargo de la investigación y mostró su inquietud por los datos preliminares. En un comunicado, el jefe de policía, Jason Posel, expresó que continuarán investigando “con compasión hacia los estudiantes afectados”. La administración del distrito también informó al Departamento de Educación de Minnesota sobre el evento, el cual ofrece apoyo a las personas involucradas.
La historia de George Floyd, cuya muerte a manos de un oficial policial fue capturada en un video visto mundialmente, generó un debate nacional sobre la discriminación racial y la mala conducta policial. Manifestaciones y ajustes de cuenta se realizaron en todo el país, contando también con respaldo de figuras públicas y autoridades afroamericanas que abogaban por la equidad. En este contexto, la representación inapropiada del maestro sustituto abrió heridas y generó tensiones en la comunidad educativa.
Conforme a lo informado por KSTP, las autoridades locales han ofrecido recursos adicionales para ayudar a los estudiantes y sus familias a lidiar con el impacto del incidente. La directora Sorenson-Wagner subrayó la importancia de escuchar a los alumnos, afirmando que continuarán las reuniones para abordar el daño ocasionado: “Este comportamiento reportado es reprensible. Estoy avergonzada y lamento que esto haya sucedido a nuestros estudiantes”, escribió en su carta a la comunidad.
Woodbury High School, situada en los suburbios del sudeste de Saint Paul, atiende a cerca de 18.700 estudiantes, de los cuales el 37% se identifica con razas diferentes a la blanca. Como parte del apoyo continuo, el distrito sigue trabajando con la policía y aprovechando los recursos ofrecidos por el Departamento de Educación de Minnesota para mitigar el impacto de este evento y fomentar un ambiente de reconciliación y aprendizaje.