Dos sistemas en el Atlántico siguen captando la atención de los meteorólogos, aunque el escenario para el fortalecimiento de estos disturbios es incierto.
Al punto: El Centro Nacional de Huracanes (NHC) rastrea una “extensa área de baja presión” situada en el Atlántico central tropical. Esta área podría convertirse en una depresión tropical, ya que está generando “chubascos y tormentas eléctricas desorganizadas”. Sin embargo, el experto en huracanes de AccuWeather, Alex DaSilva, señaló al medio que “parece que cualquier desarrollo en los próximos días será lento,” y agregó que “es posible que el fenómeno se intensifique rápidamente a una depresión tropical o tormenta tropical,” aunque condiciones hostiles podrían entorpecer su crecimiento más adelante.
Por qué es importante: Aunque inicialmente se consideró una alta probabilidad de que el sistema evolucionara a tormenta tropical, las condiciones actuales han disminuido esas expectativas. El NHC redujo las probabilidades del sistema en el Atlántico a un 40% en los próximos siete días y solo un 30% en los próximos dos. Jim Cantore de Weather Channel comentó: “Las condiciones delante de la tormenta cambiaron” y explicó que “un bajo superior está acercándose, trayendo una deformación que desestabiliza las condiciones”.
- El pronóstico resalta un camino menos amenazante hacia Florida, reduciendo preocupación para los estados costeros de Estados Unidos
- Cambios en las condiciones del Atlántico central impactan las expectativas iniciales de desarrollo de tormentas.
- El nombre Nadine está listo para el próximo fenómeno en alcanzar categoría de tormenta en la temporada 2024.
La situación en el Caribe
En cuanto al otro sistema, ubicado en el suroeste del Caribe, los pronósticos indican un potencial muy limitado de transformación en una depresión tropical, especialmente si permanece sobre el agua. Aun así, podría provocar lluvias intensas, incluso si no se desarrolla significativamente. Los modelos computacionales citados por Tampa Bay Times ven más probable que el sistema afecte con lluvias intensas a Centroamérica que un crecimiento hacia algo más organizado.
Mientras que el nombre Nadine está preparado para el siguiente sistema que acumule suficiente fuerza para ser clasificado, USA Today alertó que este sería el decimocuarto ciclón nombrado en la temporada de huracanes en el Atlántico del 2024, un conteo que se alinea con el promedio histórico.
Los expertos como DaSilva, sin embargo, advierten que la ventana de condiciones propicias para el desarrollo de una nueva tormenta se está cerrando rápidamente, una situación distinta a lo que muchos modelos predijeran inicialmente.
El pronóstico para el Caribe presenta un escenario mixto, donde Cantore de Weather Channel opina que, aunque se sigue “monitoreando”, no ve “una ventana hacia Florida desde el este”, sugiriendo un camino menos amenazante para Estados Unidos continental. Esto se destaca como un aspecto positivo, ya que disminuye la posibilidad de que estos sistemas se conviertan en una preocupación mayor para las regiones costeras.
Queda por ver si alguno de estos sistemas logrará superar las barreras atmosféricas para alcanzar un nivel de alerta mayor en su trayectoria hacia el Caribe y potencialmente más allá.
El paso mortal de los huracanes
Helene, el huracán más letal de este año en el Atlántico, ha sido responsable de la muerte de al menos 228 personas. La temporada de huracanes, que comenzó el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, ha registrado un total de 13 tormentas con nombre, de las cuales ocho han tenido consecuencias mortales.
Este año, dos huracanes, Beryl y Helene, han marcado picos significativos en la temporada de huracanes, sumando casi 300 víctimas mortales en la Caribe y los Estados Unidos. Beryl fue el punto de inicio al ser anunciada en junio junto con la tormenta tropical Alberto.
Los datos del NHC, citados por USA Today, indicaron que la temporada de huracanes del Atlántico ha causado la pérdida directa de 326 vidas, a falta de unas semanas para su final.