Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, encarcelados por el asesinato de sus padres en Beverly Hills hace más de tres décadas, están nuevamente en el centro de atención pública. El caso, que capturó el interés nacional, fue reabierto por la Fiscalía del Condado de Los Ángeles tras la aparición de nueva evidencia. A raíz de esto, la familia de ambos llevará a cabo una conferencia de prensa en el centro de Los Ángeles, solicitando a las autoridades que reconsideren las condenas a cadena perpetua que enfrentan, informó NBC News.
Se prevé que una veintena de familiares ofrezcan una conferencia de prensa este miércoles a la 1 p.m. (PT) frente al Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz. La movilización tiene como objetivo pedir un cambio en la sentencia antes del Día de Acción de Gracias. Estarán presentes el abogado de los hermanos, Mark Geragos, y la famosa defensora Rosie O’Donnell.
Los hermanos argumentaron que las acciones que tomaron en 1989 fueron en defensa propia, tras vivir años de abusos físicos, emocionales y sexuales por parte de sus padres. En un reporte de ABC News, se destacó que un nuevo documento, una carta escrita por Erik, respalda las acusaciones de violación por parte de su padre.
En palabras del fiscal George Gascón, citadas por dicho medio, “estamos revisando información y no hemos decidido un resultado”. Esta revisión se enmarca dentro de un contexto de reexaminación de antiguos casos a la luz de las nuevas perspectivas sociales sobre el abuso sexual.
Mientras tanto, la familia Menéndez reafirmó su apoyo a los hermanos. El abogado de la familia, Bryan Freedman, expresó que tanto él como sus representados han creído desde el inicio que los hermanos debieron ser acusados de homicidio involuntario en lugar de asesinato. Durante el juicio inicial, el jurado no tuvo la opción de considerar una pena por dicho cargo. Al respecto, el defensor legal Mark Geragos comentó a ABC News: “Nunca había visto una situación donde las víctimas firmaran unánimemente diciendo ‘Ya es suficiente, queremos que salgan’”.
El caso Menéndez volvió a captar el interés popular con la emisión en Netflix del drama de crimen Monsters: The Lyle y Erik Menéndez Story. En una declaración recogida por The Guardian, Gascón explicó que “no hay duda de que los hermanos cometieron los homicidios de 1989″, pero que su despacho reevaluará la nueva evidencia presentada. Las nuevas pruebas plantean la posibilidad de una nueva sentencia, una medida que podría cambiar el rumbo de las vidas de Lyle, ahora de 56 años, y Erik, de 53.
Algunos analistas y figuras públicas también han expresado su apoyo a los hermanos. En un ensayo personal compartido por NBC News, la figura televisiva Kim Kardashian criticó el efecto que la atención mediática desproporcionada tuvo sobre el juicio, argumentando que la representación que se dio de ellos impidió un juicio justo. La celebridad escribió que “no había espacio para la empatía, y mucho menos para la simpatía”.
Erik y Lyle Menéndez admitieron haber disparado fatalmente a sus padres, José y Kitty Menéndez, basando su defensa en el miedo de que sus padres planeaban asesinarlos para evitar que se revelaran los abusos sexuales continuos que sufrían. Sin embargo, durante el juicio de 1996, los fiscales aseguraron que no había pruebas de tal abuso, afirmando que los hermanos actuaron por avaricia para quedarse con la herencia multimillonaria de sus padres. A pesar de estas acusaciones, el jurado optó por cadena perpetua en lugar de la pena de muerte.
En un momento histórico donde revaluaciones legales han llevado a la re-sentencia de más de 300 personas, como indicó Gascón a principios del mes, el destino de los Menéndez pende de un hilo. La audiencia programada para el 29 de noviembre podría ser decisiva. En última instancia, el reinicio de este caso refleja un panorama legal, en cambio, donde delitos del pasado son revisados bajo nuevos paradigmas judiciales y mayor entendimiento de los derechos humanos.