A pocas semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el juez Robert McBurney del Tribunal Superior del condado de Fulton bloqueó una medida que exigía el conteo manual de los votos en Georgia, uno de los estados decisivos que podría definir el resultado de los comicios del próximo 5 de noviembre.
“Cualquier cosa que agregue incertidumbre y desorden al proceso electoral perjudica a los ciudadanos”, señaló McBurney en su fallo, subrayando que esta norma afectaba negativamente la logística del proceso.
La disposición, impulsada por la junta electoral estatal en septiembre y respaldada en su mayoría por aliados de Trump, buscaba que todos los votos fueran contados manualmente en los condados de Georgia. Sin embargo, funcionarios electorales del estado argumentaron que el uso de máquinas para el conteo ya garantiza la precisión y que esta medida solo contribuiría a retrasar los resultados y fomentar la desinformación.
“Era innecesaria y abría la puerta a más dudas en un proceso ya tenso”, indicaron fuentes de la administración electoral.
El fallo de McBurney se suma a otra decisión tomada el lunes, en la que ordenó a los miembros de las juntas electorales locales que deben certificar los resultados una vez finalizado el proceso, una medida clave que podría influir en la disputa electoral.
La sentencia responde, en parte, al precedente de este año, cuando un miembro republicano de la junta electoral del condado de Fulton, que incluye parte de Atlanta, se negó a certificar los resultados de las primarias presidenciales.
Mientras tanto, las autoridades de Georgia informaron de un récord de participación durante la jornada de votación anticipada, con más de 328.000 votos emitidos hasta el momento, más del doble en comparación con las elecciones de 2020.
“Con el primer día de votación anticipada, que ha batido récords, y los votos en ausencia ya recibidos, hemos superado los 328.000 votos”, escribió Gabe Sterling, funcionario de la Oficina del secretario del estado de Georgia, en su cuenta en la red social X.
Georgia es uno de los estados más disputados en esta elección. En 2020, Donald Trump perdió allí por 11.779 votos, lo que desencadenó sus intentos de revertir los resultados, por los que actualmente enfrenta cargos penales.
Por otro lado, un juez de este estado dictó este martes que los miembros de la junta electoral local deben certificar los resultados de los comicios aunque sospechen fraude y error, en cuyo caso han de recurrir a los tribunales.
La responsable electoral republicana Julie Adams pedía al tribunal que declarara que la certificación de los resultados electorales era “discrecional”.
En las últimas semanas, tanto Trump como la vicepresidenta Kamala Harris han intensificado sus campañas en el estado, conscientes de lo que está en juego. Las encuestas más recientes muestran una contienda ajustada, con Trump liderando por apenas un punto porcentual.
(Con información de Europa Press y AFP)