Capturaron a dos hombres que se hicieron pasar por trabajadores de servicios públicos para robar a una pareja de ancianos

El pasado viernes 11 de octubre, un tranquilo barrio suburbano de Rochester Hills, Michigan, fue sacudido por una brutal invasión a una vivienda. Dos hombres que se hicieron pasar por trabajadores de servicios públicos entraron en la casa de una pareja de 72 años, lo que tuvo como resultado el asesinato del marido y el trauma de su esposa.

Según informó The New York Times, el jueves 10 de octubre por la tarde, dos hombres llegaron a la casa de Hussein Murray y su esposa, también de 72 años, ambos miembros respetados de su comunidad. Los hombres, que vestían chalecos amarillos y llevaban una tablilla con el logotipo de DTE, afirmaron que estaban allí para inspeccionar una fuga de gas denunciada.

Hussein y su esposa desconfiaron de ellos y les impidieron la entrada esa noche. Sin embargo, los hombres prometieron volver a la mañana siguiente para continuar con su “inspección”. Sobre las diez de la mañana del día siguiente, los dos individuos, fieles a su palabra, regresaron.

Esta vez, tras lo que las autoridades sospechan que fue una orden de trabajo falsificada, Hussein permitió que los hombres entraran en la casa y los acompañó hasta el sótano para comprobar si había una supuesta fuga de gas, según dijo su esposa a la policía.

Una vez que Hussein estuvo en la planta baja de la casa, los hombres reaparecieron arriba sin él y comenzaron a exigirle objetos de valor a su esposa, lo que dio lugar a una escena de violencia y terror. Según CNN, los fiscales revelaron que los intrusos inmediatamente comenzaron a interrogar a la señora Murray sobre la ubicación del dinero y las joyas. Cuando ella se resistió, le ataron las manos y los pies con cinta adhesiva.

Durante el ataque, uno de los hombres, identificado más tarde como Carlos José Hernández, de 37 años, la golpeó en la cara cuando ella gritó pidiendo ayuda. Le quitaron el teléfono y el reloj, dejándola atada antes de escapar en una camioneta blanca marcada con un logotipo falso de DTE.

Mientras tanto, los servicios de emergencia encontraron a Hussein muerto en el sótano. Sus manos y pies también estaban cubiertos con cinta adhesiva, y las autoridades describieron sus heridas como tan graves que no pudieron determinar de inmediato si había recibido disparos o golpes hasta la muerte. Su trágica muerte fue clasificada más tarde como homicidio por el médico forense del condado de Oakland, de acuerdo con NBC News.

Milagrosamente, la señora Murray logró liberarse parcialmente de sus ataduras y alcanzar un teléfono para llamar al 911. Fue hospitalizada brevemente por sus heridas, pero luego fue dada de alta. El sheriff del condado de Oakland, Michael Bouchard, describió la escena como de extrema violencia y enfatizó el terror que la pareja de ancianos enfrentó en lo que debería haber sido la seguridad de su propio hogar.

El atroz crimen desencadenó una persecución generalizada, y las fuerzas del orden utilizaron imágenes de la cámara del timbre Ring de la pareja para ayudar a identificar a los sospechosos. El video captó claramente a los hombres vestidos con chalecos de alta visibilidad, con máscaras e intentando tranquilizar a la pareja diciéndoles que eran trabajadores legítimos de servicios públicos.

También mostró a Hernández sosteniendo un portapapeles con una orden de trabajo falsificada de DTE Energy. El hombre fue arrestado al día siguiente en Shreveport, Louisiana, después de que las autoridades detectaran su vehículo dirigiéndose hacia el sur por la Interestatal 49 desde Arkansas.

El arresto se realizó sin incidentes, pero se descubrió que Hernández era buscado por cargos de robo no relacionados en Ohio, lo que solidificó aún más sus antecedentes penales. El segundo sospechoso, cuya identidad no se ha hecho pública, fue detenido en Plymouth Township, Michigan, tres días después. Él también fue detenido sin resistencia.

Carlos José Hernández fue acusado de homicidio doloso y dos cargos de privación ilegal de libertad. Si es declarado culpable, se enfrenta a una sentencia obligatoria de cadena perpetua sin libertad condicional. La Fiscalía del Condado de Oakland declaró que el segundo sospechoso también enfrentaría cargos en relación con el crimen, aunque los detalles de su acusación aún no se han dado a conocer.

La fiscal del condado de Oakland, Karen McDonald, describió el crimen como un “ataque espantoso contra una pareja de ancianos” y prometió buscar justicia hasta el máximo. “Hemos autorizado el cargo más alto, que conlleva una sentencia obligatoria de cadena perpetua sin libertad condicional por este crimen brutal”, dijo en un comunicado.