Meteorólogos monitorean dos sistemas en el Atlántico; uno podría convertirse en depresión tropical

El Centro Nacional de Huracanes sigue vigilando a Invest 94L y otro sistema en el mar caribeño, ambos con posibilidades de evolución a corto plazo

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El sistema en el Caribe
El sistema en el Caribe occidental puede traer lluvias intensas a Centroamérica, independientemente de su desarrollo. (NHC)

Mientras Invest 94L continúa su formación en el Atlántico, una nueva depresión viene siendo monitoreada por los meteorólogos, en la recta final de la temporada de huracanes 2024 en Estados Unidos.

Al punto: El Centro Nacional de Huracanes (NHC) está actualmente monitoreando dos sistemas en el océano Atlántico, según informó USA Today. Uno de estos, identificado como Invest 94L, presenta un área de baja presión bien definida y está provocando lluvias ocasionales y tormentas eléctricas en su entorno. “Se espera que este sistema avance generalmente hacia el oeste, moviéndose hacia condiciones ambientales más favorables para su desarrollo”, indicó el medio.

Por qué es importante: La probabilidad de que Invest 94L se transforme en una depresión tropical es del 60% en los próximos siete días. “Su desarrollo será lento”, comentó a USA Today Alex DaSilva, un experto en huracanes de AccuWeather. Este sistema podría evolucionar y convertirse en una tormenta tropical hacia el final de la semana, posiblemente el jueves o viernes, cuando se espera que disminuya el cizallamiento del viento.

  • El NHC señaló además que el fenómeno no parece tener un impacto inmediato sobre el estado de Florida, que este año ya ha lidiado con tres huracanes: Debby, Helene y Milton.
  • El nombre Nadine está predefinido para la próxima tormenta del Atlántico 2024.
  • Se vigila una amplia área de baja presión en el mar Caribe para su potencial desarrollo.

Un sistema más en el Caribe

Por otro lado, se está vigilando un “área amplia de baja presión” en el mar del Caribe, área que podría desarrollar condiciones de tormenta hacia la mitad o el fin de semana. Según el NHC, el sistema puede traer lluvias localmente fuertes a sectores de Centroamérica, independientemente de si se desarrolla totalmente o no.

Fox Weather recalcó que este sistema del Caribe occidental tiene una probabilidad baja de desarrollo en la siguiente semana. Sin embargo, si se mantiene sobre aguas cálidas mientras se mueve lentamente hacia el oeste-noroeste, es posible que haya un desarrollo gradual, precisó el NHC.

El nombre predefinido para la siguiente tormenta que se forme será Nadine, y sería la decimocuarta nombrada de la temporada de huracanes en el Atlántico 2024, coincidiendo con el promedio de las anteriores. De acuerdo con información de USA Today, un ciclón podría tomar forma mientras el sistema se acerca o se mueve cerca de las Islas de Sotavento y se adentra en el mar del Caribe.

El NHC sigue enfatizando la importancia de mantenerse atentos a las previsiones, especialmente para aquellos que planean viajar a destinos de clima cálido como Puerto Rico o las Islas Vírgenes.

3: Florida se recupera de
3: Florida se recupera de los impactos consecutivos de los huracanes Helene y Milton. (Bryan R. SMITH/ AFP)

Florida y el azote de dos huracanes seguidos

El paso consecutivo de los huracanes Helene y Milton en un lapso de dos semanas ha dejado a los residentes de Florida sumidos en una ardua labor de reconstrucción. En complejos como el condominio Bahia Vista Gulf, los propietarios se ven obligados a reiniciar los trabajos de limpieza y desinfección tras el azote del segundo ciclón.

La situación es frustrante, pues los esfuerzos previos quedaron anulados por la nueva oleada de escombros y arena. Mientras, en otras áreas, los equipos de rescate evacuaron a más de mil personas y rescataron a 225 animales durante el impacto de Milton.

Más de 818.000 hogares permanecían sin electricidad el pasado domingo, a pesar de haberse restaurado el servicio a 3,25 millones de cuentas. La falta de combustible agrava la crisis, con residentes en largas filas buscando abastecerse.

Las pérdidas económicas se estiman entre USD 50.000 y USD 85.000 millones, incluyendo daños a propiedades por hasta USD 70.000 millones. Comunidades como Cortez y Steinhatchee lidian con montañas de escombros y daños significativos.

A medida que el estado enfrenta la ardua tarea de reconstrucción, sus residentes deberán hacer gala de gran resiliencia para superar esta devastadora secuencia de fenómenos climáticos.

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