El huracán Helene trajo consigo una devastación sin precedentes en Fairview, Carolina del Norte, afectando profundamente a la comunidad de Craigtown. En una trágica mañana, 13 miembros de la comunidad perdieron la vida, incluyendo a 11 integrantes de la familia Craig, residentes de la zona desde hace 80 años. Este evento catastrófico dejó a la comunidad luchando por reconstruir sus vidas. MeKenzie Craig compartió con Fox News Digital que “es literalmente como si nuestro mundo se hubiera puesto patas arriba”.
La magnitud del desastre se reflejó en la pérdida de miembros significativos de la familia, incluidos los padres de Jesse, quien recordó los actos heroicos de ese fatídico día, diciendo al medio que “hubo muchos actos heroicos ese día por parte de muchas personas diferentes”.
A pesar de su propia experiencia cercana con la muerte—su hogar fue dañado por un árbol—, Jesse y MeKenzie se enteraron, a través de una llamada, de que otros miembros de la familia fueron arrasados por los deslizamientos de tierra. “Se han ido”, dijo un hermano de Jesse todavía en estado de shock, según el relato a Fox News Digital.
En los días que siguieron al huracán, la comunidad enfrentó retos colosales. Más de un millón de personas quedaron sin electricidad debido a la tormenta, y el esfuerzo por restablecer el servicio energético implicó largas jornadas para los trabajadores de líneas eléctricas, quienes laboraban hasta 17 horas diarias, informa Fox News Digital. MeKenzie mencionó que, pese a las alertas de inundación recibidas, no había señales que hicieran prever la magnitud del desastre. Declaró que “si alguien hubiera sabido que algo parecido iba a pasar, nadie aquí estaría en casa”.
El paisaje de Craigtown, una vez próspero, ahora muestra signos del desastre: casas destruidas, coches dañados y árboles marcados con X naranja para indicar dónde fueron encontrados cuerpos después de la tormenta. Jesse comentó a Fox News Digital sobre el impacto ambiental, recordando el jardín de su padre donde las papas quedaron expuestas en medio del lodo, un lúgubre recordatorio de lo que una vez fue una próspera comunidad: “Este fue un hermoso y maravilloso trocito de vida en la montaña”, explicó Jesse.
A pesar del dolor, la pareja ha encontrado consuelo en la solidaridad de su comunidad. “Vecinos, equipos de emergencia y distintos departamentos de bomberos de todo el sur y de toda la costa este vinieron a ayudarnos”, relató Jesse a Fox News Digital. Una iglesia local fue descrita como un “Dollar General”, llenándose con una generosa cantidad de suministros donados para los afectados. MeKenzie expresó su gratitud, señalando que las iglesias en el área actuaban como verdaderas tiendas de comestibles, repletas de ayuda esencial.
En un esfuerzo por sobrellevar el dolor, Jesse y MeKenzie han pasado días recogiendo pertenencias de sus familiares en los escombros, mientras que un golden retriever de la familia, llamado Cooper, fue milagrosamente encontrado ileso. MeKenzie, todavía abrumada por la tragedia, reconoció a Fox News Digital la necesidad de apoyo financiero, lanzando una campaña de GoFundMe para cubrir gastos funerarios, de reconstrucción y médicos. “Lo único que necesitamos es ayuda financiera”, comentó.
Este evento impactante ha unido a la comunidad de Craigtown en un lazo de solidaridad y resiliencia, según el relato el mismo medio. A pesar de la devastación, Jesse y MeKenzie continúan encontrando fuerzas en su comunidad unida, y animan a otros necesitados a buscar ayuda localmente. “Encuentra una entidad local y ve”, instó Jesse, subrayando la generosidad que ha emergido tras el desastre.