Huracán Helene dejó una estela de devastación en el sureste de los Estados Unidos, particularmente en Carolina del Norte, donde provocó cientos de deslizamientos de tierra. Según CBS News, geólogos del Servicio Geológico de Estados Unidos están utilizando tecnología avanzada como escáneres láser y cámaras GPS, que tienen una precisión de hasta 2.54 cm, para mapear los deslizamientos ocasionados por el fenómeno.
El doctor Ben Mirus comentó que tras obtener imágenes satelitales, se espera encontrar “cientos, si no miles de deslizamientos”. Además, Francis Rengers, otro investigador, añadió que este evento parece ser histórico por su amplitud de daños en la región, según recogió el mencionado medio.
Desde el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Dalia Kirschbaum, directora de la División de Ciencias de la Tierra, analiza los cambios climáticos desde el espacio.
Kirschbaum señaló a CBS News que “los eventos de lluvia están volviéndose más extremos”, lo que está siendo monitoreado por más de dos decenas de satélites e instrumentos en órbita terrestre. Esto permitirá no solo comprender mejor las condiciones subyacentes a los deslizamientos de tierra, sino también prever su ocurrencia utilizando datos combinados con inteligencia artificial. La investigadora expresó su esperanza de que las comunidades puedan “aplicar eficazmente este modelo” para anticipar y mitigar los riesgos.
El huracán Helene, que tocó tierra en Florida el 26 de septiembre, ha tenido un impacto humano devastador. CBS News informó que el número de víctimas mortales ha aumentado a al menos 241 personas, de las cuales, al menos 122 en Carolina del Norte.
Al respecto, los expertos esperan que el mapeo y estudio de los deslizamientos puedan generar modelos predictivos más precisos. “La esperanza es que una comunidad pueda utilizar este modelo para entender y anticipar mejor dónde pueden ocurrir deslizamientos”, agregó Kirschbaum a la cadena de noticias.
El análisis inicial ya registró más de 600 deslizamientos. Según Mirus, “este evento podría seguir patrones de lluvias previas, donde ocurrieron miles de deslizamientos”, subrayando la magnitud del fenómeno. La investigación en marcha es crucial para la gestión de desastres futuros, ya que se busca mejorar los sistemas de alerta temprana y respuesta ante emergencias. En complemento, la colaboración entre NASA y USGS servirá para avanzar en tecnologías de predicción basadas en datos.
La tarea de Kirschbaum y su equipo en la NASA se centra en comprender las condiciones meteorológicas que provocan los deslizamientos. Ella destacó que con la ayuda de la inteligencia artificial y la extensa red de satélites, es posible obtener una imagen en tiempo real de “dónde está lloviendo y dónde se han producido deslizamientos de tierra”, lo cual es esencial para la mitigación y prevención de desastres en el futuro cercano.
El mapeo que se lleva a cabo no solo es una cuestión académica; tiene un impacto tangible en la seguridad de las comunidades afectadas. La recopilación de estos datos podría ser fundamental para presionar por mejores políticas y prácticas de gestión de la tierra. Como enfatizó la investigadora, cada comunidad debería integrar estos modelos de predicción para “entender e incluso anticipar el mayor riesgo de deslizamientos”, lo cual podría ser una herramienta valiosa para salvar vidas.
El aumento de la frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos exige que científicos y autoridades actúen con diligencia. La importancia de estos esfuerzos radica en la capacidad de proteger a las poblaciones vulnerables a través de la preparación y una respuesta informada. Como advierte CBS News, los eventos climáticos extremos no son solo preocupaciones futuras; ya están transformando el panorama actual y amenazan con empeorar.
El seguimiento y análisis del impacto de Huracán Helene se convierte en un caso de estudio crucial en la lucha contra los desastres naturales. Con un enfoque multidisciplinario, integrando tecnología avanzada y colaboración científica, los expertos esperan mejorar las capacidades de predictibilidad y respuesta a nivel mundial.