El huracán Helene impactó el sureste de Estados Unidos el 26 de septiembre de 2024, tocando tierra como un potente huracán de categoría 4. La tormenta causó severas inundaciones y deslizamientos de tierra, resultando en la muerte de al menos 225 personas en varios estados, entre ellos Carolina del Norte, donde la devastación fue considerable. En total, aproximadamente 1.5 millones de clientes perdieron el suministro eléctrico durante el huracán, y según Poweroutage.us, aún cerca de 23,500 clientes continuaban sin electricidad en el oeste de Carolina del Norte hasta el 13 de octubre de 2024, según CBS News.
Necesidades en comunidades afectadas
Bobby Renfro, un residente de Tipton Hill, estableció un centro de recursos comunitarios en una iglesia local. Este centro ha sido crucial para proporcionar asistencia a vecinos que dependen de equipos médicos esenciales. Renfro mencionó que el generador de gas que utilizaba para suministrar energía a refrigeradores de insulina y otros dispositivos médicos se ha vuelto costoso y ruidoso. El costo del combustible ha aumentado, lo que agrava la situación para aquellos que ya enfrentan escasez de recursos, de acuerdo con información de Associated Press.
Retos en la restauración eléctrica
A medida que las cuadrillas de Duke Energy y las cooperativas eléctricas locales trabajan en la restauración de la red eléctrica, el progreso se ha visto obstaculizado por el daño extensivo en la infraestructura. Según Kristie Aldridge, vicepresidenta de comunicaciones de North Carolina Electric Cooperatives, las cuadrillas están enfocadas en la reconstrucción en lugar de la reparación, debido a la magnitud de la destrucción, de acuerdo con CBS News.
Dependencia de generadores de gas
La dependencia de generadores de gas y diésel ha llevado a que los residentes enfrenten dificultades adicionales, como la toxicidad de los humos y la falta de acceso a combustible, que se ha vuelto escaso y caro. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de soluciones de energía más sostenibles y accesibles, según información de Associated Press.
Respuesta del Footprint Project
En respuesta a estas necesidades, el Footprint Project, una organización sin fines de lucro, ha comenzado a desplegar generadores solares en comunidades afectadas. Recientemente, entregaron un generador solar a Renfro, que incluye seis paneles solares, una batería de 24 voltios y un inversor de corriente alterna. Esta nueva fuente de energía no solo es más limpia, sino que también es gratuita para operar, proporcionando alivio a la comunidad, según CBS News.
Infraestructura móvil sostenible
El Footprint Project, cofundado por Will Heegaard y Jamie Swezey, ha ampliado su respuesta al desastre mediante el uso de infraestructura móvil sostenible. Hasta ahora, han desplegado decenas de microredes solares, generadores solares y máquinas que pueden extraer agua del aire en 33 sitios. La organización ha recibido donaciones de empresas de equipos solares y también ha utilizado fondos donados para adquirir más sistemas de energía solar, de acuerdo con Associated Press.
Coordinación de esfuerzos de voluntarios
Los voluntarios que trabajan con el Footprint Project están coordinando esfuerzos para atender múltiples solicitudes de equipos de energía. En Mars Hill, los fundadores del proyecto establecieron operaciones en un almacén local y comenzaron a recibir pedidos de familias que necesitan energía para equipos médicos, así como de clínicas temporales y centros de distribución de suministros, según CBS News.
Entrega de soluciones energéticas
Los voluntarios, incluidos trabajadores locales y expertos en energía solar, han estado realizando entregas a comunidades aisladas. En un caso, Julie Wiggins, quien dirige un centro comunitario en Bakersville, reportó que las nuevas instalaciones solares han cambiado drásticamente la situación para cerca de 30 familias en su área, de acuerdo con información de Associated Press.
Desafíos logísticos en áreas remotas
La situación en las comunidades montañosas de Carolina del Norte es compleja, ya que muchos residentes han quedado aislados debido a la destrucción de caminos y puentes. Los voluntarios han tenido que utilizar estrategias innovadoras, como el transporte de baterías por medio de mulas y helicópteros, para llegar a quienes más lo necesitan, según CBS News.
Necesidades a largo plazo
La recuperación de Carolina del Norte tras el huracán Helene requerirá un esfuerzo sostenido, especialmente en áreas donde las casas han quedado demasiado dañadas para reestablecer la conexión eléctrica convencional. El Footprint Project ha manifestado su intención de permanecer en la región durante el tiempo que sea necesario para ayudar a las comunidades a recuperarse, de acuerdo con información de Associated Press.