El desastre desatado por el huracán Helene ha dejado una estela de destrucción en Swannanoa, Carolina del Norte, donde las secuelas del fenómeno natural causaron inundaciones devastadoras. Zoe Dadian, residente de la zona afectada, contó su experiencia desoladora a CBS News: “Es como un espectáculo de terror, parado en tierra firme mientras casas enteras flotaban con personas gritando por sus vidas”. La falta de alertas a tiempo solo intensificó el caos vivido en esta comunidad, una situación que, según los residentes, pudo haber salvado vidas.
El sistema de alertas de emergencia integrado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), conocido como IPAWS, es el encargado de enviar mensajes cruciales a teléfonos móviles, televisores y radios en áreas afectadas por desastres.
En el caso de Buncombe, el condado al que pertenece Swannanoa, el mensaje de evacuación obligatoria fue emitido a las 6:15 horas locales, del 27 de septiembre, sin embargo, llegó a los dispositivos de los residentes horas más tarde, alrededor de la 13:00 horas.
“En ese momento, ya había ocurrido el deslizamiento de tierras”, relató Dadian a CBS News. “Estábamos removiendo cuerpos de los escombros y no había lugar a donde evacuar”, resaltó. Esta demora pone de manifiesto los desafíos críticos en la comunicación de alertas en medio de emergencias.
Por qué falló la alerta
La explicación detrás de la fallida entrega de alertas radica, según los funcionarios del condado de Buncombe, en que varias torres de telecomunicaciones quedaron fuera de servicio debido a las inundaciones.
La administradora de FEMA, Deanne Criswell, destacó a CBS News que “las torres de celular son una pieza clave” para avisos oportunos, especialmente durante inundaciones repentinas. “Necesitamos seguir aprendiendo cómo podemos advertir mejor a las personas, incluso si no sabemos exactamente dónde va a ocurrir la inundación repentina”, agregó.
Además de las torres de telecomunicaciones caídas, algunas áreas afectadas no enviaron alertas utilizando el sistema IPAWS. La cadena de noticias informó que de los 43 condados que reportaron muertes durante Helene, 29 no utilizaron esta tecnología para emitir alertas.
Brian Toolan, quien anteriormente fue el jefe de operaciones de emergencia de Connecticut y ahora desarrolla software para alertas locales, sugirió que algunos condados, especialmente aquellos más pequeños, pueden quedar rápidamente “abrumados”, lo que afecta la gestión y divulgación de las alertas.
Durante un análisis de CBS News sobre datos de FEMA, se comparó la situación con el huracán Milton, donde al menos 46 alertas fueron emitidas por 14 condados en Florida, en particular aquellos situados a lo largo de la costa oeste, donde el huracán tocó tierra con mayor fuerza. CBS News destacó que “al menos 25 de esas alertas instruyeron a los residentes a evacuar”, subrayando la efectividad del sistema en esa ocasión.
La importancia no reside únicamente en el envío de alertas por parte de los condados. Es crucial que los teléfonos estén configurados para recibir estos mensajes. Como se menciona en CBS News, si las notificaciones gubernamentales de emergencias están desactivadas, los usuarios no recibirán las alertas.
Por otro lado, hay condados que han desarrollado sistemas propios de alertas que requieren una suscripción previa por parte de los residentes. En situaciones como la de Dadian, “tenía las notificaciones activadas”, pero lamenta no haber sido advertida con mayor anticipación sobre el peligro inminente, según afirmó al medio de prensa.
Este caso resalta la necesidad crítica de mejorar los sistemas de alerta de emergencia a nivel local y federal para reducir los riesgos y salvar vidas en futuros eventos de desastres naturales. La falta de un aviso oportuno puede ser la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de rápida evolución como las causadas por tormentas e inundaciones.