Los restos de una mujer estadounidense de 68 años, fueron descubiertos en el estómago de un tiburón tras desaparecer en Indonesia mientras practicaba buceo.
De acuerdo con información de FOX News, Colleen Monfore desapareció el pasado 26 de septiembre mientras buceaba con amigos cerca de la isla Pulau Reong, en la regencia del suroeste de Maluku, Indonesia. Estas vacaciones de buceo formaban parte de un viaje de siete semanas con su esposo, Mike.
Alrededor de dos semanas después de su desaparición, un pescador encontró un tiburón en mal estado de salud cerca de Timor Oriental, a unos 113 kilómetros del lugar del incidente. Según Asia Pacific Press, el pescador abatió al tiburón, descubriendo los restos de Monfore, junto con su traje de buceo y traje de baño, al abrir el estómago del animal.
A pesar de las primeras hipótesis sobre un ataque de tiburón, Rick Sass, amigo de la familia Monfore, comunicó a NDTV que es improbable que el animal hubiese atacado a Colleen Monfore. “No creemos que esto fuera un ataque de tiburón. Mike piensa que sufrió algún problema médico en el agua”, dijo Sass. El amigo explicó que se había mantenido en contacto regular con la familia desde el trágico suceso.
Una publicación de Kim Sass, amiga cercana de Monfore, en Facebook, sostiene que la evidencia sugiere que Monfore murió posiblemente debido a un problema médico durante el buceo. “El cuerpo de Colleen era identificable. Sus huellas dactilares están siendo utilizadas por nuestra embajada en Estados Unidos y el gobierno local como prueba de muerte”, subrayó Sass en declaraciones recogidas por FOX News.
Los autoridades indonesias continúan investigando las circunstancias de su muerte. Rick Sass y su esposa, Kim, quienes han sido propietarios de una tienda de buceo durante más de cuarenta años, revisaron fotografías y datos del ordenador de buceo, hablando con Mike para intentar esclarecer los eventos del día de la desaparición. “Hemos realizado más de mil inmersiones con esta mujer tan generosa. Ella sabía lo que estaba haciendo”, afirmó Sass a NDTV.
Los informes iniciales sobre las circunstancias de su desaparición indican que Monfore se encontraba a unos siete metros de profundidad cuando el grupo decidió darse la vuelta debido a un cambio en la corriente.
Según Kim Sass, “había una corriente descendente en el punto de retorno, pero era manejable”. A pesar de que cuatro kilómetros por hora es una velocidad común en corrientes marinas considerables, el grupo había decidido dar la vuelta por precaución.
Rick Sass añadió que en 30 años de expediciones de buceo con Monfore a lugares como Bali, Filipinas y el Atolón Bikini, nunca habían tenido problemas con tiburones. Destacó a NDTV que “las ataques de tiburones a buceadores son extremadamente raros. Y los tiburones no actúan de esa manera”. Comentó también que Monfore era una ferviente amante de la naturaleza y los animales, asegurando que “jamás habría querido que un tiburón fuera culpado por esta tragedia”.
Imágenes del lugar muestran al tiburón abierto, con los restos humanos identificables y un traje de buceo negro cercano. “Pensamos que había tragado plástico o una red de pesca”, comentó el pescador que halló al animal a Asia Pacific Press.