La región de Tampa Bay es considerada una de las más vulnerables en los Estados Unidos a las inundaciones catastróficas provocadas por huracanes. Según destaca The Washington Post, la combinación de su geografía, con más de 1.100 kilómetros de costa, y el incremento del nivel del mar ha exacerbado el riesgo en la zona.
La topografía de Tampa Bay actúa como una trampa natural para el agua, lo que provoca que las marejadas ciclónicas alcancen niveles peligrosamente altos cuando un huracán empuja el agua hacia la costa.
Además, se estima que más de 3 millones de personas viven en la región, lo que aumenta significativamente la exposición a un desastre si Milton toca tierra cerca de la bahía. El impacto de una marejada ciclónica de esta magnitud no solo afectaría a las zonas costeras, sino también a los barrios interiores, que no han experimentado inundaciones graves en décadas.
Efecto devastador de la marejada ciclónica
El mayor temor que genera el Huracán Milton en la región de Tampa Bay es la potencial marejada ciclónica. Según los expertos, si Milton toca tierra directamente en esta zona o justo al norte, las consecuencias podrían ser devastadoras. El Golfo de México tiene aguas relativamente poco profundas cerca de la costa, lo que facilita que los fuertes vientos de un huracán empujen enormes masas de agua hacia tierra firme. Este efecto se magnifica en la bahía de Tampa, donde el agua quedaría atrapada, elevando aún más los niveles de la marejada.
El profesor Bob Weisberg, especialista en marejadas ciclónicas de la Universidad del Sur de Florida, advirtió sobre los peligros de esta situación. “El agua será empujada hacia la costa, seguida por las olas, y esas olas son las que causan la verdadera destrucción”, explicó Weisberg a The Washington Post. Este tipo de marejadas no solo provoca inundaciones, sino que también arrastra olas devastadoras que pueden destruir estructuras costeras, lo que agrava el peligro para la población.
Crecimiento poblacional y desarrollo en zonas vulnerables
El crecimiento explosivo de la población en la región de Tampa Bay ha contribuido a incrementar el riesgo de un desastre potencial ante la llegada del Huracán Milton. Desde 1970, el área metropolitana de Tampa-St. Petersburg-Clearwater ha visto un aumento poblacional de más del 187%, lo que ha llevado a que ahora resida en la zona más de 3,2 millones de personas. Esta expansión ha impulsado una oleada de desarrollos inmobiliarios, especialmente en las frágiles islas barrera y zonas costeras bajas.
Pinellas County, uno de los condados más vulnerables, ha visto la construcción de viviendas frente a la playa, hoteles y negocios a lo largo de una estrecha cadena de 11 islas barrera. Estas áreas están particularmente expuestas a las marejadas ciclónicas y a la destrucción por las olas, como lo demostraron las recientes inundaciones causadas por el huracán Helene. Además, en el centro de St. Petersburg, el desarrollo de condominios de gran altura en zonas bajas ha transformado el paisaje urbano, pero ha puesto a más personas en riesgo.
Según Stephen Strader, geógrafo especializado en riesgos de desastres, este crecimiento descontrolado, sumado a la falta de huracanes significativos en la región en décadas, ha creado una falsa sensación de seguridad. “Las personas y los desarrolladores han bajado la guardia ante el riesgo, lo que hace que un impacto directo sea potencialmente catastrófico”, advirtió Strader.
El impacto de huracanes recientes: la sombra de Helene
Aunque el Huracán Helene no golpeó directamente la región de Tampa Bay cuando tocó tierra en el Big Bend de Florida como huracán de categoría 4, su marejada ciclónica y fuertes lluvias provocaron una devastación sin precedentes en las comunidades costeras. The Washington Post señala que la región experimentó niveles de inundación nunca antes vistos, con más de 60 centímetros (2 pies) de agua sobrepasando el récord anterior, establecido durante el huracán Elena en 1985.
Helene destruyó cientos de hogares en comunidades que nunca antes habían sufrido inundaciones graves, lo que puso en evidencia la vulnerabilidad de la región ante tormentas cada vez más poderosas, acentuada por el aumento del nivel del mar. Incluso sin un impacto directo, las marejadas causaron caos en las zonas costeras, con al menos una docena de personas fallecidas debido a las inundaciones y la destrucción de infraestructura.
Aún más preocupante es que Tampa Bay y sus alrededores apenas han comenzado a recuperarse de los efectos de Helene. Pilas de escombros, restos de árboles caídos y muebles destruidos por las inundaciones aún permanecen en las calles, esperando ser recogidos. Las autoridades temen que los fuertes vientos de Milton conviertan estos escombros en proyectiles peligrosos, sumando un nuevo nivel de destrucción al daño existente.
El riesgo creciente por el aumento del nivel del mar
El impacto de las tormentas en la región de Tampa Bay se ha agravado por el aumento del nivel del mar, que ha intensificado los efectos incluso de tormentas menores. Según un análisis de The Washington Post, desde 2010 el Golfo de México ha experimentado un aumento del nivel del mar al doble de la tasa global promedio. En la costa de Tampa Bay, el nivel del agua es ahora casi 12 centímetros (5 pulgadas) más alto que hace poco más de una década.
Este incremento, junto con el crecimiento de la población y la construcción en zonas bajas, ha creado una situación en la que incluso las marejadas ciclónicas más pequeñas pueden provocar graves inundaciones. Las calles se inundan con mayor frecuencia durante las mareas altas, y las aseguradoras han comenzado a aumentar las tarifas o abandonar áreas propensas a inundaciones, dejando a los residentes en una posición vulnerable.
Este aumento del nivel del mar no solo exacerba los riesgos de Huracán Milton, sino que también asegura que futuros eventos climáticos tengan un impacto cada vez mayor en la región. Lo que en el pasado hubiera sido un huracán moderado ahora tiene el potencial de causar daños significativos debido a la mayor cantidad de agua desplazada hacia las zonas costeras y urbanas.
Preocupaciones de los expertos: una falsa sensación de seguridad
A pesar del riesgo evidente, la falta de huracanes devastadores en la región de Tampa Bay en las últimas décadas ha generado una peligrosa sensación de seguridad, tanto entre residentes como entre desarrolladores. Según el profesor Bob Weisberg, especialista en marejadas ciclónicas de la Universidad del Sur de Florida, esta falsa tranquilidad ha incentivado un crecimiento descontrolado en áreas altamente vulnerables. “Estoy más preocupado ahora que antes de la llegada de Helene”, afirmó Weisberg, señalando que Milton podría causar daños mucho mayores si toca tierra cerca de la bahía.
La construcción masiva de viviendas, hoteles y comercios en las islas barrera y otras zonas bajas ha aumentado significativamente la cantidad de personas y propiedades en riesgo de inundaciones y marejadas ciclónicas. El geógrafo Stephen Strader, de la Universidad de Villanova, subraya que este desarrollo se ha visto impulsado en parte por la falta de actividad huracanada importante en la región. “La falta de huracanes ha relajado las precauciones, lo que ahora puede convertir a Milton en un desastre multimillonario”, advirtió Strader.
El huracán Ian, en 2022, ofreció un recordatorio del potencial destructivo de las tormentas en la costa oeste de Florida. Aunque evitó impactar directamente Tampa Bay, sus efectos devastadores en Fort Myers y Naples demostraron lo catastrófico que puede ser un huracán en zonas costeras densamente pobladas.
Un desastre natural sin precedentes
El huracán Milton podría causar daños catastróficos si impacta directamente en la región de Tampa Bay. Mother Jones informa que, de acuerdo con estimaciones de la firma de modelado de catástrofes Karen Clark and Co., un huracán de categoría 5 golpeando esta área podría generar daños superiores a los 175.000 millones de dólares, colocándose como el desastre natural más costoso en la historia de los Estados Unidos. Este impacto sería comparable al del Huracán Katrina en 2005, y posiblemente peor debido a la expansión urbana en áreas vulnerables y al aumento del nivel del mar.
El aumento del nivel del mar y las aguas calientes del Golfo de México han creado las condiciones perfectas para que Milton produzca marejadas ciclónicas devastadoras, lo que podría inundar grandes extensiones de tierra y destruir infraestructuras críticas en Tampa, St. Petersburg y los alrededores. Si la tormenta sigue su curso proyectado y toca tierra ligeramente al norte de Tampa Bay, maximizaría el potencial destructivo, al canalizar las aguas hacia la bahía y generar un nivel de destrucción sin precedentes.
El escenario proyectado por los expertos anticipa pérdidas económicas masivas, junto con la pérdida de miles de vidas, lo que posicionaría a Milton como un evento histórico en términos de devastación y coste.
Similitudes con el Huracán de Tampa Bay de 1921
El Huracán Milton está siguiendo una trayectoria preocupantemente similar a la del huracán que impactó Tampa Bay en 1921, el último gran huracán en golpear directamente esta región. Mother Jones señala que, aunque los modelos meteorológicos aún están ajustando la ruta exacta de Milton, las proyecciones actuales indican que podría hacer tierra justo al norte de Tampa Bay, un recorrido casi idéntico al del huracán de hace más de 100 años.
El huracán de 1921 dejó una huella devastadora en la región, causando severas inundaciones y marejadas ciclónicas que paralizaron a Tampa Bay. Las aguas del Golfo de México se elevaron peligrosamente, inundando comunidades costeras y destruyendo infraestructuras. Si Milton sigue el mismo camino, los expertos advierten que la región podría enfrentar una catástrofe aún mayor, debido al aumento del nivel del mar y al mayor desarrollo urbano en las zonas vulnerables.
El hecho de que la región no haya sido impactada directamente por un huracán de gran magnitud en más de un siglo ha permitido que muchas personas subestimen el riesgo, lo que aumenta la gravedad de las posibles consecuencias si Milton llega a tocar tierra como está previsto.