Las réplicas de armas de fuego están generando muertes en Estados Unidos, según un informe de CBS News. En 2023, se compraron más de doce millones de pistolas de aire comprimido y balines en el país, muchas de las cuales se asemejan tanto a las reales que se confunden fácilmente. Sin embargo, no existe una regulación federal que exija señales claras para diferenciar estos equipos de los auténticos, aumentando el riesgo.
“Son casi idénticos al verdadero”, afirmó Jim Balthazar, un agente especial retirado de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
La ausencia de regulaciones más estrictas no ha impedido que estas réplicas sigan estando disponibles para la compra. En la mayoría de los estados, los adultos pueden adquirirlas sin necesidad de una revisión de antecedentes o restricciones.
CBS News alertó que, a pesar de no considerarse letales, el tener una réplica ha resultado mortal para algunos individuos. Doce personas han sido abatidas por la policía tan solo este año mientras portaban una de ellas, y desde 2014, al menos 320 personas han muerto en circunstancias similares, de acuerdo con una base de datos conjunta de la cadena y The Washington Post.
La normativa actual exige que la mayoría de los juguetes de este tipo lleven una punta colorida o un cuerpo con colores vivos para distinguirlos de las armas auténticas. Sin embargo, un vacío en las leyes permite que las pistolas de aire comprimido, como las de paintball, puedan ser fabricadas sin estos marcadores.
Según el informe de CBS News, fabricantes como Umarex USA, con sede en Alemania, han explotado al máximo esta brecha legal, hecho que supone un riesgo de seguridad pública al ser utilizadas como armas de fuego reales.
El medio de prensa acudió con Balthazar a un campo de tiro, donde examinó un modelo Glock de Umarex, concluyendo que diferenciar entre una réplica y un arma real durante una confrontación es prácticamente imposible. “Pienso que sería sobrehumano poder notar la diferencia en medio de una interacción con un sospechoso”, señaló el agente.
La peligrosidad de estas réplicas es particularmente alarmante al considerar varios incidentes fatales recientes. En 2023, tres adolescentes perdieron la vida al ser confundidos con delincuentes que portaban armas reales. Uno de ellos fue Nyah Mway, de trece años, quien falleció luego de sacar de su bolsillo una réplica de Glock mientras intentaba escapar de la policía en Utica, Nueva York.
Este trágico suceso llevó a su familia a preservar su derecho a demandar a los agentes involucrados y al gobierno local. Mark Williams, jefe de policía de Utica, sostuvo que los fabricantes tienen una parte de la responsabilidad en estos hechos, “estas armas no deberían fabricarse con el objetivo de replicar fielmente a las pistolas reales”, indicó a CBS News.
A pesar de los esfuerzos estatales para regular estas réplicas, la falta de estándares federales más estrictos sigue siendo un desafío. Algunos estados han implementado leyes para restringir la posesión y venta de estas armas a menores de edad. Sin embargo, se ha encontrado evidencia que las compañías han dirigido su marketing a niños y adolescentes, con la intención de interesarlos en los equipos reales en un futuro, tal como precisó Lindsay Nichols, directora de políticas en el Giffords Law Center.
Intentos de reforzar las leyes han fracasado debido al cabildeo por parte de organizaciones defensoras de las armas. En 2014, un intento en California de exigir que las armas de balines y pellet fuesen fabricadas con materiales translúcidos o colores llamativos no pudo avanzar debido a la oposición de la Asociación Nacional del Rifle.
Desafortunadamente, propuestas similares no lograron materializarse en otras partes del país. “Es completamente inaceptable que estas muertes ocurran de tal manera... y tan fácilmente prevenibles”, expresó Nichols a CBS News.
Las ventas anuales de estas armas podrían llegar a duplicarse para el año 2030, según estimaciones de grupos de la industria, mientras que la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EEUU no tiene planeado actualizar las regulaciones.