Baxter, el principal fabricante de soluciones intravenosas en Estados Unidos, enfrenta una crisis de suministro tras el paso del huracán Helene que afectó su planta en Marion, Carolina del Norte. Según informó The Wall Street Journal (WSJ), la empresa comunicó a hospitales como Mass General Brigham que reducirá sus envíos de fluidos intravenosos al 40% de lo habitual debido a las inundaciones que dañaron sus instalaciones.
Ante este panorama, Mass General Brigham, un sistema hospitalario de renombre en Boston, está implementando medidas para conservar sus suministros de fluidos. Según el Dr. Paul Biddinger, oficial de preparación y continuidad, se están utilizando alternativas como la hidratación oral para pacientes que lo permiten y evitando el desperdicio de bolsas de fluidos parcialmente usadas.
La organización utiliza cientos de miles de litros de fluidos intravenosos mensualmente, y la mayoría de los pacientes hospitalizados reciben estos fluidos en algún momento de su tratamiento. “En este momento continuamos con toda nuestra atención clínica como lo hacemos normalmente”, dijo Biddinger al WSJ. “Nuestra intención es preservar la atención clínica ante esta escasez todo el tiempo que podamos”.
El problema se agrava debido a que otros fabricantes de fluidos en Estados Unidos priorizan a sus clientes existentes, y no se puede recurrir a proveedores europeos por escasez global previa, explicó Soumi Saha, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales en Premier, una organización de compras para suministros hospitalarios.
La planta de Baxter sufrió daños adicionales por la rotura de un dique y puentes cercanos. La empresa está colaborando con agencias gubernamentales para evaluar los daños y reanudar la producción lo antes posible. Antes del huracán, Baxter evacuó a sus trabajadores y trasladó productos a lugares seguros.
Esta no es la primera vez que Baxter enfrenta interrupciones en su suministro; en 2017, un huracán afectó su planta en Puerto Rico. La compañía, con sede en Deerfield, Illinois, controla más del 50% del mercado de soluciones intravenosas en Estados Unidos, según el analista de Wells Fargo, Larry Biegelsen.
Los fluidos intravenosos son esenciales en la atención hospitalaria, utilizados para hidratar a los pacientes antes y durante cirugías y en tratamientos como la diálisis renal. “No se trata de productos lucrativos y caros, pero son el caballo de batalla de los hospitales,” dijo Soumi Saha. “Entras por cualquier cosa, y lo primero que hacen es colgar una bolsa intravenosa,” añadió.
El Dr. Biddinger señaló que esta es una de las mayores interrupciones de la cadena de suministro que ha experimentado en la última década y que el hospital aún está evaluando cuánto tiempo durarán sus suministros actuales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) está trabajando con Baxter para acelerar la revisión de las líneas de producción una vez que se restauren.
La duración de la escasez dependerá del grado de daño en la planta y de si afecta su capacidad para cumplir con los estándares de la FDA, lo que podría requerir hasta 90 días para la recertificación.
Helene deja una trágica cifra de muertes en el sureste de Estados Unidos, con un saldo de al menos 200 personas fallecidas, según datos publicados por The Associated Press. Todavía hay personas desaparecidas y las labores de búsqueda continúan en las áreas más afectadas.
Según The Washington Post, sólo en el condado de Buncombe, las autoridades cifraron en 61 el número de víctimas mortales. En Carolina del Sur han muerto al menos 41 personas; en Georgia se han confirmado 33 muertes; en Florida, 19; en Tennessee, al menos 11; y en Virginia, dos.