(Desde Altos del Golan, Israel) Durante las últimas horas, Israel ejecutó una ofensiva simultánea en el sur del Líbano, Beirut, Gaza y Cisjordania para exterminar a Hamas y Hezbollah, mientras continúa analizando con Estados Unidos los distintos blancos que atacará en Irán para replicar los 180 misiles que lanzó el régimen de los ayatollahs.
En la medianoche del jueves, la Fuerza Aérea de Israel realizó un bombardeo sobre un bunker en Dahiya (suburbio en Beirut), adonde se supone que Hashem Safieddine, primo de Hassan Nasrallah y su posible sucesor en la conducción de Hezbollah, se encontraba junto a otros comandantes terroristas.
Aún no está confirmado que Safieddine haya muerto, pero en Jerusalem y Beirut aseguraron a Infobae que las bombas destruyeron el bunker y que entre sus escombros quedaron varios integrantes de la jefatura de la organización terrorista. Es la segunda vez, en apenas diez días, que Israel sepulta la cadena de mandos de Hezbollah con un ataque aéreo.
Mientras las sirenas sonaban en Dahiya -un barrio chiíta del Líbano-, jets de guerra de Israel atacaban una ciudad de Tulkarm ubicada en Cisjordania (West Bank). En este caso, la operación fue contra los terroristas de Hamas, que son responsables de la masacre ocurrida el pasado 7 de octubre.
A diferencia de otras oportunidades, adonde las Fuerzas de Defensa de Israel combaten con la infantería y utilizan drones, se utilizaron aviones que sobrevolaban las construcciones bajas de Cisjordania. En esta operación quedaron desmanteladas células de Hamas que preparaban ataques en territorio israelí.
En tanto se sucedían los ataques en Beirut, Gaza y Cisjordania, tropas de Israel se movían hacia el norte del Líbano enfrentando la resistencia constante de Hezbollah. Benjamín Netanyahu decidió profundizar la ofensiva terrestre, y ya ha desplegado cinco divisiones para destruir los túneles y los arsenales que Hezbollah desplegó a pocos kilómetros de Israel.
Junto a esta decisión militar del premier israelí, se anunció el traslado obligatorio de todos los habitantes que ocupan 37 pueblos y ciudades que están por arriba del río Litani (Líbano), el límite superior de la zona franca que dispuso las Naciones Unidas (ONU) en 2006.
Este movimiento migratorio, en una franja que estaba bajo control absoluto del ejército libanés, explica el próximo movimiento bélico de Israel: avanzar contra Hezbollah en todo el sur del Líbano, sin importar la denominada Línea Azul ni la Buffer Zone, que estableció la ONU para evitar enfrentamientos armados entre las tropas israelíes y los terroristas a las órdenes de Teherán.
Desde esta perspectiva, también tiene sentido la decisión militar de establecer cinco divisiones en el sur del Líbano. Netanyahu había dispuesto tres divisiones en Gaza para enfrentar a Hamas, y ahora despliega casi el doble para estrangular a Hezbollah en territorio libanés.
La zona de combate en el sur del Líbano es más extensa que Gaza y su terreno muy desparejo. A lo que se debe sumar que los terroristas de Hezbollah están mejor entrenados que los fedayines de Hamas, y tienen un arsenal más poderoso y sofisticado.
Hezbollah y Hamas son los proxies que utiliza Irán en Medio Oriente para atacar a Israel sin aparecer en la primera línea de combate. Pero la Operación Beeper y los asesinatos sucesivos de los líderes de Hamas y Hezbollah, empujaron al régimen fundamentalista hacia el centro del teatro de operaciones.
En este contexto, para defender su posición geopolítica, Teherán lanzó un ataque aéreo con 180 misiles que fue contenido por los sistemas de defensa de Israel y Estados Unidos.
Y ahora se aguarda la réplica israelí que se está coordinando con la Casa Blanca.
Netanyahu no descartaba un ataque al proyecto nuclear de Irán, pero Joe Biden se plantó ante esa hipótesis de conflicto. El Presidente de Estados Unidos teme que esa decisión militar puede provocar una guerra total en Medio Oriente.
Entonces, el Gabinete de Seguridad de Israel y el Consejo de Seguridad Nacional de Biden decidieron planificar un ataque quirúrgico sobre las refinerías petroleras de Irán, que es su principal fuente de ingresos económicos.
Netanyahu define cuando sucederá.