El presidente de Estados Unidos Joe Biden se refirió este viernes a un posible ataque de Israel sobre instalaciones petroleras iraníes, en represalia por la ofensiva lanzada este martes contra su territorio, y aseguró que desde su administración instan a su aliado a explorar otras opciones.
“Si estuviera en su lugar, pensaría en otras alternativas distintas a atacar los campos petrolíferos”, dijo el mandatario, que señaló que su equipo mantiene contacto constante con sus pares israelíes. No obstante, explicó que la decisión final será tomada por el gabinete de guerra liderado por Benjamin Netanyahu de forma independiente ya que “nosotros no ‘permitimos’ nada a Israel (sino que) aconsejamos a Israel”, aunque mencionó espera recibir la información definitiva antes de su ejecución, para poder evaluarla en conjunto.
Las palabras de Biden se dieron apenas un día después de que comentara a la prensa que, con Tel Aviv “estamos discutiendo” un ataque a estas instalaciones clave para el régimen persa, lo que disparó los precios del crudo. De hecho, este viernes -por cuarto día consecutivo- el precio del barril del Brent subió un 0,55 por ciento, hasta los USD 78,05, mientras que el del mar del Norte lo hizo en USD 0,43, hasta los USD 77,62. En el caso del primero, se trata de su mayor avance semanal desde octubre de 2022.
Poco antes, el miércoles, Biden se había referido a una posible maniobra sobre sitios nucleares en Irán, a lo que apuntó con firmeza que no apoyaría dicha idea. “Están en su derecho de responder pero deben hacerlo de manera proporcionada”, declaró.
A principios de esta semana, el ayatollah, Alí Khamenei, ordenó un importante ataque contra Tel Aviv y otras zonas israelíes, en respuesta a las ofensivas de las Fuerzas de Defensa de los últimos meses, que incluyeron importantes explosiones en El Líbano, Gaza y Siria, y la eliminación de altos mandos de Hamas y Hezbollah, como Hassan Nasrallah, abatido el pasado viernes en un bombardeo al sur de Beirut.
La maniobra, que implicó el lanzamiento de unos 200 misiles balísticos de largo alcance, despertó la furia de Tel Aviv, que prometió responder con fuerza, a pesar de las advertencias de escalada de Teherán. “Si Israel quiere reaccionar, tendremos una respuesta más contundente, es a lo que se ha comprometido la República Islámica. No buscamos la guerra, es Israel el que nos obliga a reaccionar”, dijo el presidente, Masoud Pezeshkian, a lo que se sumó el comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria, Ali Fadavi, quien aseguró que si sus bases petroleras son alcanzadas por fuego israelí, responderán con ataques a sus instalaciones de energía y gas.
Un escenario tal, sin embargo, obligaría a Estados Unidos a involucrarse en el conflicto, brindando su apoyo a la defensa de Israel -tal como ha hecho en el pasado- y como sigue haciendo a menudo contra las milicias terroristas en Oriente Medio. Este viernes, las tropas en la región atacaron objetivos de los hutíes de Yemen, entre ellos sistemas de armas, bases y equipos varios.
En ese sentido, Biden aprovechó su intervención de este viernes para recordar a Netanyahu que “ningún gobierno ha ayudado más a Israel que el mío, ninguno, ninguno, ninguno... y creo que Bibi debería recordar eso”.
Asimismo, al ser consultado sobre las declaraciones del senador demócrata Chris Murphy, quien sostuvo que el Primer Ministro busca influir en las elecciones de noviembre al negarse a alcanzar una tregua con Hamas y escalar la tensión con Hezbollah, el Presidente aseguró que “no sé” si eso está realmente ocurriendo pero, de cualquier forma, “no cuento con ello”.
(Con información de EFE)