Los CDC analizaron aguas residuales para evitar brotes de COVID-19; estos fueron los hallazgos

Los expertos en salud pública de Estados Unidos han intensificado el análisis de aguas residuales como una herramienta clave para rastrear la presencia del virus en comunidades

La vigilancia de aguas residuales permite a los CDC identificar la circulación del virus COVID-19 en diferentes comunidades, proporcionando información esencial para la salud pública y la prevención de brotes. (Waltraud Grubitzsch/dpa)

Las infecciones nuevas por Covid-19 ya no se siguen ni se informan con la misma minuciosidad que durante la emergencia de salud pública. Actualmente, los funcionarios de Estados Unidos prestan mayor atención al análisis del contenido de las aguas residuales para vigilar la propagación del virus. Según CNN, “los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recurren a una gran red de sitios de muestras en instalaciones de tratamiento de aguas residuales en todo el país” para identificar los niveles de virus y detectar tendencias a gran escala. Esta red abarca cerca del 43% de la población estadounidense.

Los datos de aguas residuales no permiten un conteo exacto de los casos de Covid-19 y las lecturas pueden variar según los flujos de aguas residuales en un lugar particular o las características de una variante en un momento determinado. Sin embargo, ofrecen una advertencia temprana sobre la propagación viral.

“Los niveles virales varían con el tiempo y según la ubicación”, informó la cadena. Los CDC utilizan estos datos no solo para comprender la situación de Covid-19, sino también para rastrear nuevas variantes del virus y detectar otras enfermedades infecciosas.

La información obtenida de las aguas residuales permite observar una gran parte de la población, no solo a aquellos que están en el sistema de atención médica. Según CNN, “el muestreo permite a los CDC ver los resultados de una gran instantánea de la población”. Además, ayuda a las agencias de salud pública locales a anticiparse y reaccionar adecuadamente ante posibles brotes.

De acuerdo con datos proporcionados por la misma fuente, la agencia informa el cambio porcentual en los niveles virales en cada ubicación con un intervalo de 15 días, algunos estados densamente poblados tienen más lugares de prueba que otros.

Se toman muestras en sitios de muestreo que cumplen con los criterios necesarios para anonimizar diseñadamente los datos, garantizando la privacidad de las personas. CNN explicó que “esta tabla muestra las tendencias por estado, con clasificaciones en orden ascendente según la gravedad de la actividad viral durante el período de prueba más reciente”.

Los análisis de aguas residuales han mostrado niveles fluctuantes del virus en varias áreas, lo que ayuda a las autoridades a enfocar sus recursos en zonas con mayor riesgo de contagio. (EFE/Kai Försterling/Archivo)

Una ventaja significativa del método usado es que, aunque las lecturas pueden no ser exactas, proporciona una visión general importante que facilita la toma de decisiones. “Proporciona una advertencia temprana sobre la propagación viral”, señalaron los CDC según CNN. Estos datos se actualizan automáticamente a medida que se obtiene nueva información, ofreciendo una herramienta útil y actualizada para los funcionarios de salud pública.

Algunos medios han recogido estos datos y los han interpretado de distintas formas. Por ejemplo, CNBC destacó que el muestreo y análisis de aguas residuales es un método que ha sido crucial en el monitoreo de la actividad viral. Según la propia fuente, esta red de monitoreo se instaló durante la pandemia y ha demostrado ser valiosa no solo para la detección de Covid-19, sino también para otras enfermedades emergentes.

Las tendencias observadas en estos análisis de aguas residuales han sido temas de interés recurrentes en los informes semanales de varios estados. “Esta página se actualizará automáticamente a medida que la agencia pública nueva información”, indica CNN, lo que garantiza que los datos sean siempre actuales. Las autoridades locales pueden utilizar esta información para seguir las tendencias y ajustar sus políticas de salud pública en consecuencia.

En resumen, el análisis de aguas residuales se ha consolidado como una herramienta esencial en la vigilancia de la salud pública, permitiendo a los CDC y otras agencias mantener un control proactivo de la propagación de Covid-19 y otras enfermedades infecciosas. La continua actualización y monitoreo de estos datos aseguran a la población estar informada sobre las fluctuaciones del virus y prepararse para posibles aumentos en su severidad.